Cuando arrancaba la temporada 2018, Román era uno de los toreros mejor posicionados. Un inicio de temporada para soñar: Valencia (dos tardes), el debut en Sevilla y Madrid (tres actuaciones). El primer toro de su compromiso en Fallas le pegó una cornada en el pecho por lo que no pudo torear en ‘su’ plaza en el segundo compromiso. El sueño de Sevilla duró lo que el toro tardó en echarle mano. Un cornalón en el gemelo. Madrid a marchas forzadas. Tras la faena pinchada al importante toro de Fuente Ymbro, todo fue cuesta arriba. La de Juan Pedro una más, la de Miura un trago. La remontada anímica llegó en Alicante y en Valencia por la Feria de Julio pero a final de verano volvió a caer herido de gravedad en Bayona. El año más duro de Román.
-¿Qué sensación tiene una vez terminada la temporada?
-Ha sido un año raro. Empecé temprano, en enero fui a Colombia. Llegué muy preparado a Valencia donde con un solo toro, porque sufrí una cornada, conseguí destacar y estar en boca de todo el mundo. En Sevilla mostré un nivel muy bueno en el toro que me pegó la cornada. En general ha habido tardes importantes pero no ha sido una temporada redonda.
-¿Cuáles han sido esas tardes más destacadas?
-Bilbao fue importante para mí pese a no cortar orejas. La de la Feria de Fallas con el toro de Jandilla que me cogió ha podido ser la más importante de mi temporada.
-¿Qué lectura saca de su paso por San Isidro?
-La faena al toro de Fuente Ymbro fue muy importante también. No lo maté bien pero creo que todo el mundo se dio cuenta de la dificultad de ese toro y de cómo conseguí torearlo. Llegué con el agua al cuello a la corrida de Miura porque no había pasado nada en las dos tardes anteriores. Con el segundo toro de Miura me quedé con la sensación de que había faltado algo. Otras veces piensas: no me he dejado nada dentro. Aquel día algo me faltó…
“Ha habido tardes importantes durante el año, como la de Fallas, Sevilla… pero no ha sido una temporada redonda”
-¿Considera que no salió bien la apuesta isidril?
-Fui a San Isidro pensando que iba a ser la feria que me iba a poner en figura. Las expectativas de los toreros son tan altas… por eso después el disgusto es mayor cuando acaba la feria y no ha pasado nada.
-¿Tuvo bajón anímico tras su paso por Madrid?
-Alicante llegó justo después de San Isidro. Eso me ayudó mucho porque tuve una racha muy buena, noté que había vuelto a ser yo.
-Después llegó San Fermín con la corrida de Puerto de San Lorenzo.
-Pamplona fue una tarde muy importante también. Esa fue de esas que te decía en las que no me había dejado nada dentro. Igual que en el mano a mano en Valencia con Paco Ureña en la Feria de Julio. La racha y las buenas sensaciones se volvieron a cortar con la cornada de Bayona. Son cosas que te frenan mucho. Te impiden coger el ritmo de la temporada.
-¿Cuál es el toro que mejor ha toreado este año?
-No tengo sensación de haber cuajado de verdad un toro. Se me viene a la mente uno en Calanda en la última corrida, fue de Murube. A ese lo toreé bien. Otro toro con el que tuve muy buena sensación fue el de la cornada de Sevilla. En ese pódium del año también entra el único toro de Fallas que pude torear.
-¿Qué balance hace de su campaña? ¿Cómo la definiría?
-Importante. Esta temporada ha sido clave para crecer como torero. Aquí también se aprende de los fracasos. Esta temporada ha sido difícil y justo por eso me va a ayudar a crecer mucho profesionalmente.
-¿Cómo ha sido el primer año apoderado por Nautalia?
-Está claro que me apodera la empresa de Madrid y es cierto que eso ayuda a la hora de plantear la temporada. Pero diría que lo que siento es que hemos hecho un buen equipo. Están cerca de mi, noto su cariño y atención de forma diaria. El balance de este primer año es positivo.
-¿Cómo afronta el invierno?
-Voy a torear en Lima -Perú-, en Riobamba -Ecuador- y algunas corridas en varias ferias de Colombia. Creo que este invierno va a ser fundamental en mi evolución. Mi objetivo es crecer como torero. Para eso van a ser clave los próximos meses.
El año más duro de Román
Tres cornadas extensas, graves, preocupantes. De los tres percances reapareció antes de los recomendable: “Para sentirme torero necesitaba volver a ponerme delante del toro. Sin embargo, me he dado cuenta de que tengo que estar al 100% para darle todo al toro. Me he equivocado volviendo tan pronto, como de la cornada de Sevilla, que me dijeron tres meses y a los diez días ya estaba toreando. Una locura”. Las secuelas van a veces más allá de lo físico: “No he notado que haya cogido miedo al toro pero sí me he dado cuenta de que estas cornadas no me han dejado evolucionar. Empecé con un nivel que no he desarrollado a lo largo de la temporada por esos parones”.
Fotos: ARJONA
