Joaquín Galdós ha cumplido este año su tercera temporada -segunda completa- como matador de toros. En este tiempo de rodaje se ha producido una evidente evolución profesional con una tauromaquia más amplia, de mayores registros y de una tangible capacidad. A falta de ese golpe en una plaza relevante que le sitúe en las ferias, el peruano, paso a paso, tarde a tarde y triunfo a triunfo, sigue forjándose como un torero de largo recorrido llamado a ocupar un sitio importante en el escalafón.
-¿Qué balance puede hacer de la temporada 2018?
-El balance que hago es muy positivo, con el único pero de no haber cortado orejas en Madrid que es fundamental para un torero joven. Pero es cierto que han venido tardes muy importantes, como la puerta grande de Granada, la tarde de Algeciras, la faena de Bayona al toro de Margé, y en muchísimas plazas con triunfos muy rotundos de tres y cuatro orejas. He salido casi a puerta grande por tarde y he cuajado faenas muy buenas dentro de una temporada, artísticamente, de sensaciones extraordinarias.
-¿Qué le ha supuesto no cortar orejas en Madrid?
-No cortar orejas en Madrid te echa un poco el freno de mano para toda la temporada. En mi caso, con dos comparecencias, o con comparecencia y media, con un único toro en la corrida de las “Seis Naciones” y la corrida de Fermín Bohórquez después feria, no he tenido opción para puntuar. Luego todo se remonta a base de seguir triunfando, de ir por tu camino y llamando la atención pero, cuando te vas de Madrid sin orejas, todo se ralentiza y las cosas no terminan de rodar al ritmo y con la fuerza que uno quiere.
-Mirando sus números de esta temporada, llama la atención la gran regularidad que ha mantenido en cuanto a triunfos conseguidos.
-Empecé la temporada con un bachecillo con la espada, pero de Madrid en adelante, lo superé, he ido madurando y, casi todos los días, he podido expresar mi concepto. Quitando un par de días de corridas de toros muy complicadas, de las 22 tardes, por lo menos en 15 o 16 me he podido mostrar como quiero, al nivel que quiero y triunfando como quiero. En ese aspecto ha sido una temporada extraordinaria. Y en América, donde he ido compaginando la temporada española, todas las tardes, salvo Zacatecas, he salido a hombros.
-¿Cuál ha sido la tarde más importante de la temporada para usted?
-La tarde de Bayona ha significado mucho para mí. Fue un cartel de seis matadores, con una corrida muy seria y muy dura de Margé, y creo que ese día marcó un antes y un después en mi carrera por cómo fue mi toro y por cómo le planté cara. La estocada me cayó dos dedos baja pero, igualmente, todo el mundo me pidió las dos orejas, di dos vueltas al ruedo, me pidieron la tercera y, cuando abandoné la plaza, la gente estaba puesta en pie. Fue una cosa realmente emocionante y supuso un impacto en Francia.
-Esta temporada ha tenido un patrón similar a la de 2017. Teniendo en cuenta que esta es su segunda temporada completa como matador, ¿se le está haciendo largo el rodaje?
-Creo que los tiempos de Dios son perfectos. A medida que ha ido trascurriendo esta temporada he tenido la sensación de que cuando me llegue el momento, que me va a llegar muy pronto, me va a coger muy hecho. Siento que tengo más armas delante del toro, me veo superior a muchos compañeros y sé que en el momento en que me suba no me bajo. Esa sensación es muy buena porque sé que no va a depender de la suerte, sé que voy a llegar al sitio que quiero por mi capacidad y no porque un toro me regale veinte embestidas en Madrid. Es una cosa que se está cuajando a fuego lento y, aunque uno siempre tiene prisa, creo que este tiempo está siendo muy fructífero para mí.
“Ha habido tardes importantes como las de Granada, Algeciras o Bayona. Las sensaciones han sido extraordinarias. El único pero ha sido no cortar orejas en Madrid”
-Este año se ha podido ver a un Galdós con una tauromaquia mucho más amplia y con muchos más registros…
-En eso he crecido mucho. Siempre he tenido mi gusto y mi personalidad pero en algunos momentos, por falta de bagaje, podía dar un poco la imagen de no navegar con cierto tipo toro o en ciertas situaciones. Este año he adquirido una mayor solidez a la hora de hacer mi toreo, sin perder mi personalidad pero con una mayor capacidad y más conocimiento. He solventado situaciones que exigen valor y capacidad delante del toro. El concepto es el mismo pero ahora me veo con esa determinación y esa capacidad resolutiva.
-¿Cuáles son los objetivos que se ha marcado para la próxima temporada?
-Ahora mismo las miras están puestas en Lima el 25 de noviembre. Después voy a Quito, Medellín y algunas fechas por México. El objetivo fundamental es que el paso adelante que he dado como torero este año tenga su recompensa. Espero hacer una temporada mucho mejor en la que se cuente conmigo en las ferias y espero estar nuevamente en Madrid, que es primordial. Hablo de una temporada similar en cuanto a número de festejos y poder convertir diez de los pueblos en los que he toreado este año en ferias.
Referente en Perú
Joaquín Galdós, junto a Roca Rey, se ha convertido en todo un referente en el mundo del toro en Perú. “Cuando llegas aquí es maravilloso el ambiente que se genera con nosotros, se nos recibe como auténticos ídolos. El cariño y la admiración que la gente nos tiene aquí es de agradecer y para sentirse orgulloso”, asegura el diestro peruano conocedor del impacto que ha supuesto en el país sudamericano la irrupción de ambos toreros: “Creo que el Perú taurino tiene un potencial tremendo. Hay muchas cosas que trabajar pero, ahora mismo, Perú vive un gran auge taurino y estoy muy agradecido a mi gente. Soy muy feliz con mi profesión en todos sitios pero, lo que vivo aquí como torero, es similar a ser figura del toreo en España”, concluye.
Fotos: LANCES DE FUTURO
