Es tiempo de análisis. En las tertulias de aficionados se desgrana la temporada. Madrid marca la diferencia. Cuatro toreros han despuntado a lo largo del año. Sin puertas grandes, ni grandes ecos pero con la categoría que da haber convencido a la afición de Las Ventas. Cuatro historias bien distintas marcadas por el patrón de la paciencia. Aplicar temple cuando el ansia quiere desbaratarlo todo. Un clásico de Madrid como es Robleño, una reveladora torería como fue lo de Juan Ortega, el toque de atención de Cristian Escribano a quien el tiempo quería difuminar y la garra joven de Francisco José Espada. Una oreja por coleta. Un reconocimiento particular en cada caso. Pero un común denominador: Madrid les espera en 2019.
– Fernando Robleño: “¿La clave? Mucho trabajo, mucha ilusión, muchas ganas, mucha afición, querer ser mejor que el día de antes, crecer. Voy a seguir luchando”
– Juan Ortega: “Mi concepto, que es el de siempre, sigue teniendo calado entre los aficionados. Gracias a Madrid estoy más convencido todavía del toreo que persigo”
– Francisco José Espada: “Ha sido un año raro. Esperaba torear más después de esa oreja. Al menos me repitieron en Madrid el 15 de agosto”
– Cristian Escribano: “Madrid es la que nos permite resurgir a los toreros en mi situación. Sabía que si pasaba algo iba a servir”
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