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Ginés Marín: “Si no pensase que fuese el relevo, seguramente no estaría aquí”

"Mi ilusión y mi deseo es estar en lo más alto de la Tauromaquia", declara el torero jerezano en una amplia entrevista publicada en nuestra edición en papel
Mª Dolores Martínez
viernes 07 de diciembre de 2018

En un año de claros movimientos en el escalafón, Ginés Marín ha formado junto a Roca Rey y Álvaro Lorenzo esa avanzadilla de figuras emergentes llamadas a tomar el testigo de los más grandes. Reconoce que le ha faltado una mayor regularidad con la espada, pero el jerezano ha vuelto a atraer todas las miradas en este 2018 y a ganarse el respeto de la afición cada tarde. Es consciente, además, de la expectación que ha generado y de la responsabilidad que supone representar una nueva etapa en el toreo, aunque la sabiduría de los veteranos siga siendo un grado. Su compromiso con la Fiesta ha trascendido, además, las plazas de toros y con la creación del Club Joven y otras muchas iniciativas ha logrado generar una enorme ilusión entre los aficionados más jóvenes. Con Ginés Marín está claro que #SíHayFuturo, tal y como reza el eslogan en sus redes sociales.

-Sigue aún de rehabilitación por el percance sufrido en Las Ventas. ¿Cómo se encuentra?

-Estoy prácticamente recuperado de la cornada en la cara. Lo que me está dando un poco más la lata es la fractura de la clavícula, que tiene un proceso más lento. Estoy deseando volver a entrenar de nuevo y hacer campo.

-Ha tenido la oportunidad de tomarse un respiro en tierras balinesas. Desde esa distancia ¿le ha dado tiempo a pensar y a reflexionar sobre todo lo logrado esta temporada?

-Más que ver lo que ha sucedido esta temporada, he enfocado las ideas y los pensamientos para la preparación de la próxima. Estoy ilusionado con lo que viene por delante, tanto en América como en España.

-Comenzó el año con un eslogan muy claro en su campaña: “Sí hay futuro”. ¿Temporadas como las que usted ha cuajado ayudan a creer más en un presente que en un futuro?

-Campañas como la de este año creo que son las necesarias para el toreo. Estamos viviendo una época de relevo generacional tanto en toreros como en ganaderías y hay que provocarlo en los aficionados. Ese es mi afán, conseguir que el aficionado joven pueda desarrollar libremente su afición en estos momentos que vivimos tan complicados. Es lo que hemos buscado con la campaña.

-Siguiendo con la juventud, este año ha representado junto a Roca Rey y Álvaro Lorenzo esa avanzadilla de toreros jóvenes llamados a ocupar un lugar entre los grandes. ¿Siente ya la responsabilidad de que las miradas están puestas en usted y el peso de tomar el testigo de las figuras?

-Si no pensase que fuese el relevo, seguramente no estaría aquí. Mi ilusión y mi deseo es estar en lo más alto de la Tauromaquia y para eso me preparo y lucho cada día, para conseguir lo que siempre he soñado.

-Los jóvenes salen a morder cada tarde, pero las figuras tampoco perdonan. ¿Es dura la competencia con ellos?

-La competencia es dura con los compañeros pero más, si cabe, con las figuras porque son muchos los años de experiencia y de toreo. Uno, con su juventud y novedad, no tiene la sabiduría que tienen ellos, pero está claro que la competencia es clara, firme y necesaria para nosotros, los toreros, y también para el aficionado.

“No veo que sea indispensable una casa fuerte, pero sí es cierto que debe haber lealtad ante todo, sinceridad y confianza”

-¿Qué ambiente se respira entre los toreros jóvenes?

-Yo vivo un poco a mi manera y a mi aire. No me relaciono demasiado con los demás toreros, pero es un ambiente bueno y positivo. Todos tenemos la ilusión de coger el relevo que van soltando las figuras porque los años van pasando, se van cumpliendo etapas y tienen que empezar otras.

-¿2019 puede ser un año clave?

-Debe serlo. Cuando uno empieza una temporada, todos los años son claves. Es un año importante para mí por los triunfos del 2017, la temporada de este año y el momento en que me encuentro. Espero que salgan las cosas como deseo y pueda posicionarme en el lugar que quiero.

-Estar respaldado por una gran casa como la FIT ¿es el mejor aval que puede tener un torero en estos momentos, especialmente cuando se es un torero joven?

-Es muy importante para mí los apoderados con los que estoy porque me encuentro cómodo personalmente y profesionalmente no tengo ninguna pega hacia ellos. No veo que sea indispensable una casa fuerte, pero lo que sí es cierto es que un torero debe encontrarse cómodo y a gusto con un apoderado y que haya lealtad ante todo, sinceridad y confianza. A día de hoy la tengo y espero que sigan las cosas así de bien como hasta ahora y que dure muchos años.

-¿Qué le han preparado sus mentores para este invierno y la próxima campaña?

-Tenemos una campaña importante en América, de diez o doce corridas. Estaré en Colombia y en México. Será un invierno intenso, de preparación para el año siguiente. Luego, irán surgiendo las cosas y la verdad es que se plantea un año bonito.

-En una carrera tan meteórica como la suya ¿siente que ha tenido que madurar muy deprisa, sobre todo en plazas de mucha responsabilidad?

-Un torero madura mucho, antes que los demás y, lógicamente, el llegar a un lugar importante en el toreo te hace madurar más aún. Los triunfos y, sobre todo, la dureza te hacen crecer no solo como torero sino también como persona.

-¿Cuál es el secreto de esa seguridad que exhibe cada tarde?

-No soy lo regular o lo capaz que me gustaría ser, pero sí es verdad que intento torear como me gusta y como lo siento. Aunque no tenga esa regularidad que a veces demandan los públicos y mi toreo no sea tan poderoso, intento suplirla con otras virtudes que pueda tener. Está claro que hoy en día se marcan unos niveles de regularidad y de triunfalismo muy grandes.

“Había gente que tenía dudas sobre mis capacidades y mis cualidades. Pude llegar a Madrid y demostrar que estoy capacitado para adquirir compromisos importantes y hacerlo con la categoría que merecen esas plazas”

-Los cosos franceses y los cosos americanos han sido prácticamente una constante desde el inicio de su carrera. ¿Han contribuido a la mejor dimensión de su toreo?

-Sí. En América he tenido campañas importantes y, aunque no haya triunfado allí como me gustaría, me ha servido mucho para crecer como torero y evolucionar. El hecho de no estar parado en invierno y seguir entrenando con la ilusión de tener una fecha pronto, lógicamente me gusta. Disfruto de América y de su afición.

-Se refieren a usted casi siempre como torero extremeño, aunque es jerezano. ¿Qué huella han dejado esas raíces andaluzas en su sentimiento y en su forma de interpretar el toreo?

-He vivido desde pequeño en Extremadura pero lo que da la tierra es lo que uno lleva dentro y a mí me ha podido dar, a lo mejor, un poco de compás.

-Comienza y acaba el año, prácticamente, pasando por la enfermería. En enero sufre un esguince cervical en La México y en septiembre la cogida en Las Ventas…

-He tenido bastante suerte. En México no hubo cornada, pero el percance fue muy aparatoso y las recuperaciones son lentas. Me pilló en una fecha en la que no había muchas corridas y no perdí ningún festejo. La de Madrid fue acabando la temporada y pude cumplir con la corrida que me quedaba en Zaragoza, con la fractura de clavícula. Ahora me estoy recuperando con más tranquilidad.

-¿Por qué decide reaparecer en Zaragoza sin estar recuperado?

-Mi compromiso con todas las plazas en las que me anuncio es máximo y, si se trata de una plaza como la de Zaragoza, tan especial para mí, mucho más. Tenía la ilusión de acabar la temporada y rematarla con un triunfo, aunque no pudo ser. No estaba al cien por cien pero estuve con toda la ilusión y creyendo que podía hacer lo que se esperaba de mí.

-Volviendo a la tarde de Madrid ¿qué valoración hace de la corrida de Puerto de San Lorenzo?

-Fue una tarde importante para mí. En un momento en el que había gente que podía tener dudas sobre mis capacidades y mis cualidades pude llegar a Madrid y demostrar que estoy capacitado para adquirir compromisos importantes y hacerlo con la categoría que merecen esas plazas. No pude rematar el triunfo por la espada. Me sirvió mucho y personalmente también me ha dado mucha moral.

-Olivenza ya supuso un serio toque de atención a principios de temporada. ¿Volverá a ser, junto con Madrid, una de las grandes bazas de 2019?

-Siempre es especial porque es la tierra que me ha criado y, además, es una feria muy bonita de principio de temporada en la que en un fin de semana se juntan todas las figuras del toreo. Es distinta y me lo tomo con una ilusión grandísima. Espero estar en Olivenza de la forma que me gustaría y poder mostrar mi toreo y corresponder a la afición con el triunfo.

“Madrid es una afición que sabe exigir a los toreros. Si lo hacen conmigo es porque saben que tengo más fondo del demostrado”

-Este año ha echado el guante al maestro Antonio Ferrera en Olivenza y al maestro Juli en Madrid. Teniendo en cuenta los toros que sorteó en esos dos mano a mano ¿se pudo hablar de rivalidad realmente?

-Sí, por supuesto que la hubo. En el caso de Olivenza, con Antonio Ferrera, fue una tarde especial por ser en mi tierra y matando toros de Victorino cada uno. A pesar de que no hubo un triunfo destacado, fue una tarde bonita para la afición. En Madrid, con El Juli, también fue un mano a mano de mucha competencia y rivalidad. En una plaza como la de Madrid, eso se multiplica. Fue también una tarde llena de emociones por el triunfo de El Juli y, luego, creo que hubo una entrega importante por mi parte.

-En el mano a mano con El Juli ¿qué pesó más, el maestro, la afición o los toros?

-Sobre todo, la responsabilidad por triunfar y no defraudar porque son tardes importantes que marcan la temporada de un torero. Uno intenta canalizar la responsabilidad en tranquilidad pero hay veces en que la presión te tensa y cuesta más que salgan las cosas.

-Este año ha toreado tres tardes en Madrid: en la Feria de San Isidro, en la Beneficencia y en la Feria de Otoño. ¿El nivel de exigencia lo notó especialmente con la corrida de Alcurrucén en la Beneficencia?

-Con el primer toro hice una faena importante y bonita que la afición pudo disfrutar. Corté una oreja. En el segundo toro sí sentí la exigencia de un público que espera mucho de mí y que quería ver lo mejor. Eso me gusta y me agrada porque Madrid es una afición que sabe exigir a los toreros lo que pueden dar y, si lo hacen conmigo, es porque saben que tengo más fondo de lo que he demostrado hasta ahora.

-¿Le condicionó el fallo con la espada en Valencia a principios de su campaña?

-Fue una tarde difícil, en un día tan desapacible y con tanta lluvia. Hubiese sido un triunfo importante de no haber fallado con la espada. Fue una verdadera pena y da rabia porque es una plaza en la que me siento especialmente cómodo.

-El triunfo llegó en las plazas andaluzas de Granada, Almería, Antequera, Baeza….¿Qué le aportaron esas aficiones?

-Son plazas en las que los toreros nos encontramos muy a gusto. Para mí, ir al sur a torear me agrada muchísimo y apetece. Me he encontrado muy cómodo en esas plazas, he disfrutado y he podido triunfar con rotundidad. Ha sido muy positivo este año el paso por ellas.

-Tarde para el recuerdo fue la del indulto del toro Lebrero, de Santiago Domecq, en Dax. El primero de su trayectoria.

-Sí, fue en mi corrida número cien. Fue una tarde especial, de muchas emociones y en la que pude disfrutar mucho. El hecho de indultar un toro siempre es emotivo y me hizo mucha ilusión hacerlo en una plaza como la de Dax por el cariño que le tengo a esa afición. Desde que debuté allí de novillero sin caballos me ha tratado siempre con un enorme respeto.

-¿Qué otras actuaciones le han acercado al toreo que sueña?

-Ha habido tardes que no han sonado mucho por el fallo con la espada pero quizá la tarde que mejor sabor de boca me ha dejado por mostrar mi entrega, mi capacidad y mi toreo, haya sido la de la Feria de Otoño. La faena al toro del Puerto creo que fue una de las más importantes de mi carrera.

Con la vista puesta en lo más alto

Tras el enorme salto que pegó en 2017, en la que era su segunda temporada en el máximo escalafón, Ginés Marín no sólo ha logrado mantenerse de nuevo entre los puestos de privilegio en esta temporada sino, también, posicionarse con fuerza en la rampa de salida con la vista puesta ya en un posible liderazgo. “Está claro que ser figura del toreo es muy difícil –reconoce- y lo difícil no es solo llegar sino mantenerte. Este año no ha habido esos triunfos rotundos como el año pasado, en gran parte por la espada. Esa falta de regularidad es la espina que tengo clavada en este año. Espero que en años venideros sí haya esa regularidad y esos triunfos sonados para mantenerme en el lugar que quiero estar”. Cuestionado acerca de qué cree que le hace falta para auparse a lo más alto del escalafón, asegura que los públicos tienen siempre la última palabra. “Liderar el escalafón es algo que se consigue poco a poco y no es cosa de un día. Hay que tener triunfos muy importantes y atraer al público a las plazas. Eso es lo que marca la diferencia entre todos los toreros. Luego para gustos están los colores y la forma de torear de cada uno, pero al final lo que manda es el poder de convocatoria que cada uno tenga”.

Su Club Joven

Una carta abierta con ocasión de la Feria de San Fermín, su participación en los encierros, un anuncio para la televisión, la creación del Club Joven, reuniones con cientos de chavales, clase magistral de toreo de salón en la playa del Sardinero… son sólo una muestra del firme compromiso de Ginés Marin en favor de la Fiesta y, en especial, con las nuevas generaciones de aficionados. Preguntado acerca de si el toreo está necesitado de este tipo de gestos, el jerezano se muestra contundente. “Hay que moverse, movilizarse y estar en contacto con los públicos. Sobre todo, con la gente joven. Es importantísimo que hagamos actos y movimientos con los jóvenes para explicarles. Facilitarles que puedan estar en las plazas de toros y desarrollar su afición. Para un chaval joven es prácticamente imposible con los precios que hay”. En este sentido, la creación del Club Joven está siendo todo un revulsivo. “Empezamos a desarrollar este proyecto que está siendo muy bonito. Comenzó con un día de convivencia en el campo en el que todos los chavales pudieron hablar de su afición y torear, incluso. También me vieron torear a mí. Pasaron un día divertido. Durante todo el año los miembros del club han podido tener muchas promociones para poder ir a la plaza a precios muy asequibles y tener actividades en esos mismos días. Es algo positivo”. Tras el éxito de la iniciativa, toca preparar nuevas actividades para el 2019. “Ya estamos pensando y trabajando en la temporada que viene para mejorar y seguir creciendo con el club. Es un proyecto que no se había visto nunca y volcarme con los jóvenes me llena mucho porque allá donde voy toreando me recalcan mucho que siga con ello”.

Fotos: ARJONA y JAVIER ARROYO

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