ENTREVISTA A JOSELITO ADAME

“La oreja de Madrid fue oxígeno puro”

"Me gustaría estar en una posición distinta en España. Este año he quedado muy por debajo de lo que yo esperaba", reconocía el mejicano en las páginas de la edición en papel
Raquel Barba
miércoles 12 de diciembre de 2018

Tal vez no haya sido este el mejor año para Joselito Adame. Después de muchas temporadas demostrando lo que es capaz de hacer delante de la cara del toro, la Europa taurina no parece haber visto en él todo lo que esconde. Ha sido, sin embargo, el torero más demandado en México, su tierra y en la que ha conseguido faenas de escándalo. Pero con eso no se conforma. Ahora, más que nunca, se centra en quitarse el sambenito de los despachos para levar el ancla y navegar rumbo a los primeros puestos del escalafón, una tierra todavía por descubrir en la que juegan los titanes.

-Vemos a Joselito Adame cada vez con más ganas. ¿Qué ha cambiado en usted desde el año pasado?

-Este año ha sido más rotundo. El paso del tiempo y lo que vas viviendo por el camino te dan mucha fortaleza que después se traslada delante del toro.

-La cita de Madrid fue de menos a más. ¿A qué le supo esa oreja de Alcurrucén?

-Para mí fue oxígeno puro. La tarde anterior había sido muy complicada. En la corrida de Alcurrucén la primera faena tuvo cosas muy importantes, muy buenas. No tuve la sensación de transmitir lo que yo pretendía, pero el segundo toro fue fundamental. Hacia la mitad de la faena parecía que la suerte estaba echada y que iba a ser imposible triunfar con ese toro; pero conseguí sacarlo del terreno. Ahí fue donde empezó a embestir. La Feria de San Isidro había sido difícil para mí, incluso dura, y por eso fue un halo de esperanza.

-Ya van cinco orejas en Las Ventas.

-Con todo lo que he dado de mí y lo que voy consiguiendo día a día veo que con el tiempo mi nombre se va consolidando. Y, por supuesto, es con los triunfos como te vas manteniendo.

-Después llegó el indulto de Rozas de Puerto Real. ¿Cómo suena en usted el nombre de Bordador?

-Esa faena fue muy importante, además de bonita. Me dejé llevar y pude torearlo con la mano izquierda como a mí me gusta, con mucha suavidad. Además, tengo muy buena relación con El Ventorrillo. Paco Medina me acogió desde el primer momento y por eso ha sido tan importante para mí indultar ese toro, por el cariño que le he tenido siempre a esa ganadería.

-Después de esta temporada ¿Quién es Joselito Adame?

-Mi tauromaquia ha crecido mucho. Siempre ha estado en evolución y cada vez me voy consolidando más. Es cierto que se pueden hacer todavía más cosas y eso es precisamente por lo que me preocupo día a día.

-¿Considera que los logros se le reconocen como debería?

-Siendo sincero, me gustaría estar en una posición distinta en España. Este año he quedado muy por debajo de lo que yo esperaba. Injusto no es la palabra, pero el toreo es en muchas ocasiones una dependencia en la que puedes no situarte en tu mejor momento. Es por eso que este año no es el mejor que he tenido.

“No conozco los motivos por los que se ha torcido, pero la temporada ha sido así en toda Europa; se ha quedado todo cojo”

-Aun así, es el torero que más ha toreado en México.

-Tengo la gran suerte de tener ese reconocimiento en América. La mayoría del público se siente muy identificado conmigo, y eso hace que me sienta un privilegiado. Estoy muy feliz por ello.

-Destaca los dos rabos.

-Un rabo muy especial fue el de Querétaro porque ha tenido una gran trascendencia. Fue una tarde muy emotiva, muy emocionante. Pero qué te voy a decir de un rabo, la gente lo vivió de forma muy intensa.

-Con las 10 corridas en Europa ¿ve reflejada en este territorio la importancia de su trayectoria?

-Yo siempre he querido más. Lo que he sentido delante del toro no lo he sentido en el número de contratos. En ese sentido, esta temporada he notado un vacío de contratos en Europa.

-¿Le responden mal en Europa?

-No te voy a decir que mal, pero tampoco bien. Lo tengo claro: puedo decir que estos momentos son circunstanciales. Al final me quedo confundido cuando después de haber sido uno de los triunfadores de Madrid, veo que la temporada se ha quedado tan corta. Me da mucho que pensar.

-¿Cómo ve los primeros puestos del escalafón?

-Me gustaría estar liderando en esos primeros diez puestos e incluso en el pódium porque si estoy aquí es para torear y para darlo todo, para demostrar quién soy y para qué he venido. La Tauromaquia es un arte y una expresión, pero al final en la vida todo son números. Me gustaría ponerme entre los primeros y alternar con ellos. Como todos sabemos, el número de festejos se ha reducido de forma considerable, por lo que si están allí es porque se lo han ganado. En el toreo nadie regala nada.

-¿Cuál ha sido la mejor tarde?

-Además del indulto y el toro de Alcurrucén de Madrid, una corrida muy buena fue la de Virgen María en Nimes, en la que corté una oreja. Para mí fue una faena muy importante que no fue del todo reconocida. Ahí me pude reencontrar con el público francés, la única de este año en Francia. Por eso era tan importante tener éxito.

Europa, la incógnita de la ecuación

En el toreo, dos y dos no siempre suman cuatro. En el caso de Joselito Adame, en una ecuación en la que operaban factores de éxito, destaca una incógnita difícil de despejar: Europa. El otro lado del charco ha sido este año un hueso duro de roer para el torero, donde ni las orejas ni los indultos han servido para multiplicar los contratos. “En Francia, por ejemplo, desde que soy novillero siempre me ha abierto las puertas. Me he sentido muy querido allí y la afición me ha reconocido. Es un lugar en el que he podido madurar y crecer”, explica antes de añadir: “No conozco los motivos por los que se ha torcido, pero ha sido así en toda Europa; se ha quedado cojo todo”. Un asunto, esperemos, pasajero, en el que la mejor receta es no quedarse sentado.

Fotos: ISMA SÁNCHEZ

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