La página de Manolo Molés

Entre el huevo y la crisálida

Manolo Molés
domingo 16 de diciembre de 2018

Es así la vida. Cuando se estaban levantando todas las iras de la confrontación innecesaria, de dos Españas repartidas en media docena de partidos, ha sido el pueblo de este país el que ha cambiado las fichas del tablero. Solo la gente puede mover los calendarios y los sueños. Y de ahí el guarrazo que se han pegado partidos que se sentían abejas y acabaron como mariposas en las urnas. Lo de las mariposas es harto curioso. Las más vulgares, que no menos bellas, tienen una esperanza de vida de un mes. Solo la mariposa Monarca, que habita en México, puede llegar a los ocho meses. Y todos estos lepidópteros tienen una metamorfosis completa, y para llegar a adultos transitan por cuatro estados: huevo, larva, crisálida y adulto. La política de este país estaba entre el huevo y la crisálida. Y así nos iba el desbarajuste político.

Había partidos que esperaban empatar con la Almeja Oceánica, un molusco marino del Atlántico norte que vive hasta 507 años. Y de repente, el terremoto. Saltan por los aires el Partido Socialista (¿Quién no se ilusionó con la libertad que debía llegar con el socialismo de Felipe? ¿Quién no soñó con aires de libertad en los tiempos de Felipe?), socialistas cultos y respetuosos como Tierno Galván, que fundó la Escuela Taurina de El Batán; y Tamames, un comunista que le acompañó en la docencia y cuidado de futuros toreros o soñadores respetables. Fueron años de respeto. Luego la política se encanalló.

Los políticos, muchos, olvidan que en este país hay seis millones de aficionados practicantes y otros muchos que piden respeto a la Fiesta y libertad. Ahí están los escaños que marcan el futuro y el pasado. Lo de Andalucía va a pasar en más territorios

Y en esas calendas andábamos cuando en Andalucía tocaban elecciones. Y los partidos se jugaron en el clásico feudo del socialismo: Andalucía, donde mandaban hace años. Políticos dueños en años del mismo pesebre, gente buena y gente de todos los pelajes, en tierra de toros y de toreros. Y los llamados socialistas (yo lo fui por sentimiento y no por interés político) maltrataron a la Fiesta. Y eso siempre se ve en las televisiones que manejan. La de Andalucía, con ellos, no daba ni una corrida de toros. Solo algo bello pero insuficiente en la promoción de chavales sin caballos. O sea, que ya le dieron una patada en el culo a la Fiesta. Y de “Podemos o no podemos” no te digo nada. Iban a conquistar los cielos y se quedaron entre Venezuela y el petróleo. A los toros les tenían puesta una cruz.

ESTE PAÍS NO AGUANTA A POLÍTICOS TRILEROS NI FALSOS PROFETAS

Los partidos antitaurinos han caído en tierra que parecía propicia como el Titanic. Duro lo de Podemos y sus ramificaciones. Estrepitoso lo del socialismo. A la Fiesta no le han dado nada. Le han quitado, sí, y nos han llamado de todo lo feo que ellos ejercían. Los partidos antitaurinos han pinchado en hueso. Qué cosa… y ganan con holgura, sorpresa y rotundidad los tres partidos taurinos.

El vuelco ha sido histórico y habla por sí solo. Este país no aguanta más a políticos trileros ni a falsos profetas ni a terratenientes de la política ni a sepulcros blanqueados ni a los que derrochan el dinero en sueños independentistas ni a quienes quieren que este país sea Venezuela ni a los que quieren revisar una historia triste, errada, cargada de muerte y odio que hay que enterrar de una puñetera vez. Y dedicarse a trabajar, a cuidar la docencia, a respetar al ciudadano y sus derechos y obligaciones. No pueden dar lecciones de moral quienes no la practican desde la política; otra vez el “ordeno y mando”. Otra vez “rojos y azules”. Que vale ya, que lo importante es el respeto y que la gente tenga trabajo y futuro. Dejemos los muertos (y lo escribe quien se la jugó con el dictador y quien peleó contra Franco, pero vivo. Ahora no vale dar lecciones ni desenterrar a los muertos. Aquella ignominia hay que cerrarla y llorarla, y punto, para que no vuelva más).

EN ANDALUCÍA HAN GANADO LOS PARTIDOS TAURINOS

Tres partidos ganan. Los tres taurinos. El PP de forma declarada. Ciudadanos, sí, pero con timidez (vamos a ver, amigo Rivera, que siempre me pide una foto con él para su padre, dejemos ya la timidez. Usted es aficionado, cojones, pues que se note, que no pasa nada y ahora menos). El PP, al que solo voté una vez por cabreo, la verdad es que siempre ha defendido la Fiesta. Y eso es real y sabido. Lo de Vox es el milagro de la rebelión por el cabreo contra la política errática de la izquierda actual, antitaurina y anti demasiadas cosas. Que se entretenían con sacar de la tumba al dictador y reverdecer las peores páginas de este país, cuando lo que hace falta primero es justicia, trabajo, respeto, futuro, y luego ya vendrá lo otro. Pero no al revés. El PSOE se ha pegado una leche tan bestial como inesperada. Díaz y Sánchez, castigados, Podemos cayó en Despeñaperros y la derecha les adelanta, les sorprende y les vence. Por algo será. Por algo les sacan de la poltrona. Por algo han perdido los partidos antitaurinos.

Los políticos, muchos, y más cuando están en el machito, olvidan que en este país hay seis millones de aficionados practicantes y otros muchos que al menos piden respeto a la Fiesta y a la libertad. Ahí están los escaños que marcan el futuro y el pasado. Y lo de Andalucía va a pasar en más territorios. Y veremos qué arreglo tiene el falso nacionalismo catalán con ramificaciones, ya vale, en Aragón, en Baleares y tiene narices en mi Valencia (Reino de Valencia) y partidos catalanistas y tele bajo el mando catalán. Vaya toalla. Pero está claro: ganó la lógica, la razón y la Fiesta con Vox sorprendiendo a todos por su taurinismo. Y es que nos habían tomado por el pito del sereno. La Tauromaquia es grande y hay mínimo seis millones de contribuyentes de este país: taurinos. Último dato: ¿qué sacaron los antitaurinos? PACMA, Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (contra el maltrato real estamos muchos) se presentó a las elecciones andaluzas. ¿Escaños? Cero. Aun así yo los respeto. Pero que ellos también nos respeten. En Andalucía los que han ganado son los partidos taurinos. Olé.

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