ENTREVISTA A DIEGO VENTURA
Santander - Corrida de rejones - Domingo 22 de julio de 2018Santander - Corrida de rejones - Domingo 22 de julio de 2018

“Lo que he conseguido no lo ha hecho ningún rejoneador en la historia”

"Me gustaría matar un toro en puntas, lo haré en un sitio especial. Pero el público tiene que entender que la forma de torear no puede ser la misma que hoy en día", asegura el rejoneador de La Puebla del Río
José Ignacio Galcerá
lunes 24 de diciembre de 2018

Cuesta recordar un año tan redondo como el que ha cuajado Diego Ventura, por los logros conquistados, por la magnitud de los mismos y por la intensidad con la que se han producido. Reto que se ha puesto, reto que ha superado. Sigue haciendo historia, marcando más diferencias que nunca y agrandando un palmarés que amenaza con continuar creciendo y que va a resultar casi imposible de igualar. En su temporada más grande ha faltado Sevilla, su Sevilla, pero Madrid y México, dos plazas y tres hazañas, han marcado la temporada de su vida.

Hablamos con Diego Ventura en un paréntesis de su temporada americana. Se encuentra en México, a donde ha regresado después de pasar unos días en Turlock (California, EE.UU.), un pequeño paraíso en el condado de Stanislaus donde se crían toros bravos. Sí, toros bravos. En esta zona del oeste norteamericano se estableció hace medio siglo una colonia portuguesa muy importante que emigró a estas tierras procedente de las Islas Azores. Aquí se afincaron y fijaron su hogar, y aquí sembraron y cultivaron su pasión por la Tauromaquia, que se vive en su máxima expresión. Vean: en alrededor de cien kilómetros pastan una quincena de ganaderías, durante el año se llegan a organizar unas treinta y cinco corridas de toros e incluso cuentan con ¡tres grupos de forcados! Como si se tratara de Andalucía, de la dehesa extremeña o del mismísimo Alentejo. Pese a que la intención era tomarse un respiro en tan bucólico paraje antes de afrontar el último compromiso del año el día de Navidad en Querétaro, Diego no ha dejado de torear, a caballo y a pie -su otra gran pasión-, haciendo a su vez las delicias de los aficionados que le sirvieron de perfectos anfitriones y le descubrieron los rincones más espectaculares de esta zona, como la ganadería de Açoriana, enclavada en un paisaje único, donde resulta difícil no sentirse libre. “Después de cómo ha sido la temporada europea y de cómo ha empezado la americana, necesitaba unos días de tranquilidad. Han sido unas pequeñas vacaciones”, afirma el sevillano desde el rancho El Ciervo, en Tequisquiapan (México), donde tiene instalado su cuartel general. Tras pasar el primer mes de su estancia azteca sin los suyos, su familia, pilar fundamental en sus éxitos, le acompaña estos días para pasar las fiestas navideñas. “Tenerles cerca, acompañándome, es clave. Nunca había estado tanto tiempo alejado de mis niños y quieras que no, se hace duro no verles”.

-Seis años sin pisar México. ¿Se esperaba un recibimiento tan intenso?

-Sinceramente, estoy impresionado. Notaba cierta impaciencia y muchas ganas por verme, pero jamás pensé que iba a ser con esta intensidad. Llegar a la primera tarde en San Luis Potosí con la plaza llena -hacía cinco años que no se acababa el papel y se consiguió dos días antes del festejo-, luego ir a México D.F. y que ocurriera lo que ocurrió, el recibimiento en el aeropuerto de Tijuana y el entradón que hubo… ha sido abrumador, no me había ocurrido antes.

-¿Es distinta la pasión que se vive en América a la que nota en Europa?

-Aquí, el toreo se vive tal y como se vivía en España hace cincuenta años. La pasión, la entrega, el trato que nos dispensan, la admiración que nos profesan, como si fuésemos dioses, cómo viven la corrida, se emocionan, lloran durante la faena… son sensaciones indescriptibles, lo viven con un sentimiento increíble que, desgraciadamente, no ocurre a día de hoy en España. Solo pasa en México.

-Es una pena que se haya perdido.

-Es una pena, sí, porque esto es lo realmente bonito de la Fiesta. Cuando una plaza se emociona surge la magia, los toreros nos entregamos de una manera especial y hacemos cosas que en otras situaciones seríamos incapaces de hacer. Nos transformamos y nos contagiamos de esa pasión. Es muy bueno que haya esa intensidad.

-Resuma su temporada, si es capaz, en tres palabras.

-No es fácil, pero diría pasión, entrega y triunfo. Pasión por toda la que he sido capaz de suscitar; entrega por toda la que he derrochado cuando me he quedado fuera de muchas plazas importantes y me han puesto la zancadilla; y triunfo por rematar la temporada tal y como hice.

“Sé que lo que he conseguido hasta el momento no lo ha hecho ningún rejoneador en la historia. Cuando me retire y tenga nietos, ya les explicaré lo que su abuelo hizo un día pero hasta el momento eso queda ahí”

-¿De qué se siente más orgulloso?

-De ser capaz de seguir entusiasmando al público después de veinte años de alternativa y de seguir conquistando retos que ningún rejoneador en la historia ha conseguido.

-Este año ha marcado más diferencias que nunca con el resto y además lo ha hecho en los días que tenía que hacerlo.

-He afrontado compromisos de mucha responsabilidad y estar al nivel que he estado esas tardes fundamentales no es nada fácil. La temporada ha sido muy completa, desde los seis toros de Espartinas, donde eché un pulso, pasando por el rabo de Ronda, las cuatro orejas de Zaragoza o las dos tardes de Madrid. Esos días hay que estar bien sí o sí.

-¿Es consciente de que está marcando ya una época, de que está dejando huella?

-Soy bastante consciente de muchas cosas, pero sobre todo de eso, de que lo que he podido conseguir hasta el momento no lo ha podido hacer ningún rejoneador en la historia. Pero ahora no puedo pensarlo. Cuando me retire y tenga nietos, ya les explicaré lo que su abuelo pudo conseguir un día pero hasta el momento eso queda ahí. La afición lo puede hablar pero yo no tengo que pensar mucho en lo que he conseguido sino en lo que queda por hacer.

Si analizamos la temporada de Diego Ventura, es obligado detenerse en Madrid. Dos tardes históricas; la primera en plena Feria de San Isidro, donde cortó un rabo a Biemplantado, convirtiéndose en el primer rejoneador que lograba los máximos trofeos en Las Ventas; y la segunda en la Feria de Otoño, en su gesta ante seis toros en solitario. Dos hitos que se suman a un palmarés único en la historia. Hoy, meses después de aquellas dos hazañas, el sevillano todavía se emociona al recordarlas. “Fueron dos tardes muy diferentes. De las diecisiete puertas grandes que tengo en Madrid ninguna se parece a otra. La tarde del rabo fue redonda, la corrida de Los Espartales ayudó mucho y los tres toros los cuajé de forma increíble. Me sentí muy bien, me vacié, me liberé, en el primer toro tenía mucha presión pero embistió y le corté las dos orejas, lo toreé muy despacio, con cadencia, solté los nervios y disfruté. Ese día estuve como si me encontrara en casa con una becerra. Todo lo que se me pasaba por la mente, todo, me iba saliendo. La faena al toro del rabo, que fue exigente, fue de esas en las que te entregas y lo pones todo. Al último lo cuajé como me gusta, le hice lo que quise y como quise. Fue mágico. Lo pinché pero de lo contrario hubiera sido de premio gordo también. La de los seis toros, en cambio, fue una tarde de mucha presión, no hay que olvidar que comenzó cuesta arriba porque en los cuatro primeros toros no pasó nada, y, además, pinché. En el quinto toro, de Miura, rompió la tarde, corté una oreja y me pidieron la segunda, y en el último, con Sueño, hice un tercio de banderillas increíble, fue una locura”.

-Y hace unas semanas llegó el indulto de Fantasma en la Plaza México.

“Me gustaría matar un toro en puntas, lo haré en un sitio especial. Pero el público tiene que entender que la forma de torear no puede ser la misma que hoy en día”

-Me han ocurrido muchas cosas importantes en mi carrera pero indultar un toro en La México…, ya no por el indulto en sí, sino por cómo fue la faena. Ver la plaza llena, parar el toro con la garrocha, la actuación de Sueño, los recortes por las tablas con la gente en pie pegando olés, la plaza se puso en pie con una sensación de entrega total, de pasión, había mucha gente emocionada, llorando. Cuando agarré la muleta el público era un manicomio, miré al tendido después del trincherazo y la gente estaba alucinando porque no esperaban que toreara a pie. El público estaba roto.

-No me ha dicho nada de Dólar y el par sin cabezada.

-Fue el mejor que he clavado nunca.

-En alguna ocasión ha afirmado que este es su momento, su época…

-Así lo creo, lo digo por todo lo que demuestro en la plaza, por el peso que asumo, por el espectáculo que puedo dar con la cuadra que tengo, por las suertes que he recuperado, que aunque ya existían he sido capaz de transformarlas y perfeccionarlas…, vivo un momento dulce, un momento en el que la gente me quiere ver, en el que disfruto, cosa que antes no ocurría. Estoy en un momento de madurez, consciente de que lo que estoy haciendo es mi vida, la pasión que tenía de niño. Ojalá que sea capaz de alargar este momento.

-¿Antes había más sufrimiento que disfrute?

-Sí, sin duda. Antes era todo a base de sangre, sudor y lágrimas. Creo que no ha habido ninguna carrera en el toreo, ni a pie ni a caballo, que haya tenido tantas trabas, que se haya querido frenar tantas veces y a la que se le hayan puestos tantos vetos. Nunca en la historia. Ha habido carreras difíciles, toreros a los que les ha costado más tiempo, pero tanto, tanto, tanto como a mí, no. Cuando vienes de una familia tan humilde como yo, necesitas del triunfo para mantener una familia, no es fácil llegar a una feria y saber que te estás jugando el pan de tu casa, tener que triunfar sí o sí es muy duro, sobre todo cuando tienes veinte años, cuando eres un niño y tienes que competir con los mejores sin tener una cuadra al nivel de las suyas. Ahí se necesita una mentalidad muy fuerte para tirar adelante, demostrar que realmente vales y que te quieres ganar un puesto para estar ahí arriba.

-Cuando el nivel es tan alto como el suyo, ¿por dónde se puede mejorar?

-Se mejora siguiendo con la misma afición que tengo hasta ahora y siendo capaz de continuar montando todos los días tantas horas como hago hoy. Tampoco me conformo con la cuadra que tengo, debo seguir buscando un caballo que supere a los que tengo, porque eso va a hacer que mi toreo impacte todavía más al público. Eso es clave pero también tengo que ser capaz de seguir tirar la moneda los días clave, arriesgar y pisar los terrenos a los que a todos nos cuesta pisar. Ahí está el secreto.

“¿Sevilla? Soy un hombre de palabra aunque me haya perjudicado en muchos momentos. Cuando digo una cosa, va siempre para adelante, y seguirá para adelante”

-Es un hombre de retos, de gestas. No me diga que no ha pensado en la siguiente.

-Hay varias cosas que me encantaría que cambiaran. Me refiero a Pamplona, Logroño, Salamanca, Valladolid, ferias en las que no entro. Mi mente está puesta en superar esas barreras para que no dejen a esas aficiones sin verme. Es lo que más me ilusiona.

-¿Lo ve factible? ¿Más cerca que otros años?

-Sí… si después de cortar un rabo en Madrid, si después de matar seis toros en Las Ventas, indultar un toro en La México, 17 puertas grandes en Madrid y 10 puertas del Príncipe…, si después de todo eso no tengo aval para entrar en estas plazas, aquí pasan dos cosas: o el toreo se está acabando por completo o yo no entiendo cómo va esto, porque más cosas no se pueden hacer ni se han hecho para estar en esos sitios.

-Volviendo a los retos que le comentaba. ¿Se plantea matar un toro en puntas o es inviable?

-Lo tengo en mi cabeza y lo haré, no sé si este año o el que viene, pero lo haré en el momento que vea oportuno y en un sitio especial. El público también tendría que mentalizarse ya que no podría torear a un toro en puntas de la manera en que lo hago. Antiguamente se toreaban en puntas pero no tenía nada que ver el rejoneo que se hacía con el que se hace ahora, aquel era un toreo más despegado, más aliviado, más fuera del pitón y quieras que no había ventajas. Hay que tener en cuenta que el caballo confía plenamente en el jinete -lo hemos domado para ello-, pero no para que lo llevemos a la muerte, sino para que lo llevemos al sitio que queremos siempre y cuando él no corra peligro. Una cosa es que un toro te coja porque arriesgues demasiado, por mala suerte o porque el toro sea malo y otra llevar por derecho al caballo ante un toro en puntas y pisar los terrenos que se pisan. El mínimo resbalón o error le puede costar la vida al caballo y él no tiene culpa. Me gustaría matar un toro en puntas pero la gente tiene que entender que la forma de torear no puede ser la misma que hoy en día.

-No le digo cómo sería ver a Dólar yendo de frente a uno de Victorino…

-Sería bueno, sería bueno…jeje.

-Desde hace muchos años se ha mostrado muy crítico con la cuestión de las alternativas en el mundo del rejoneo.

-Me gustaría que la prensa comenzara a hablar de ello porque el único que está intentando dar la vuelta a esta situación soy yo. Desde hace varios años, los tres rejoneadores que solamente matan corridas de toros se llaman Andy Cartagena, Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura, los tres decidimos hace muchos años no matar ni una novillada. Me da mucha rabia esta situación. Las novilladas deben ser para los chavales que empiezan en esto; los rejoneadores de alternativa deben matar corridas de toros si queremos darle seriedad y respeto al rejoneo. Los profesionales no podemos matar novillos y veo a muchos compañeros que lo hacen. Entiendo perfectamente que para los empresarios sea más barato llevar una novillada que una corrida, pero para eso están los chavales, para torear en los pueblos, no los rejoneadores de alternativa. He tenido varias reuniones para cambiar esta situación en el reglamento pero me siento un poco solo en esta lucha; ojalá que entre todos le demos la vuelta porque el rejoneo se merece un respeto y con situaciones como esta no se lo estamos dando.

“Las novilladas deben ser para los chavales que empiezan. Si queremos darle seriedad y respeto al rejoneo, los rejoneadores de alternativa no pueden matar novillos y veo a muchos compañeros que lo hacen. Este año se han matado hasta erales. Es absurdo”

-Además se le da la razón a aquellos que piensan que el rejoneo no es un espectáculo serio.

-Por supuesto, creo que son situaciones que han de cambiar, como muchas otras en el reglamento. No se pueden matar novilladas, este año incluso se han matado erales. Es absurdo. Rejoneadores que torean en Madrid, a los dos días están matando erales, eso es una falta de respeto muy grande. Ellos no necesitan matar erales, son grandes rejoneadores que pueden matar corridas de toros con las que darse categoría y hacerse valer.

-Es obligado preguntarle por Sevilla. ¿Ha habido contactos?

-No, hasta día de hoy, ninguno. No ha habido nada de nada. Todas las partes implicadas estamos aquí para dar soluciones. Yo, para torear en Sevilla, que es el sueño de cualquier torero. No concibo estar toreando si no es por estar todos los años en Sevilla. Esperemos que haya contactos pronto.

-¿Mantiene lo dicho hace un año?

-Siempre he sido un hombre de palabra aunque me haya perjudicado en muchos momentos. Cuando digo una cosa, va siempre para adelante, y seguirá para adelante. Ojalá que se arregle una ganadería de mi gusto y la que se merece Sevilla y su afición, una corrida que se mueva y que dé espectáculo para que yo lo pueda dar.

Tres caballos para el futuro

El éxito de Diego Ventura se asienta sobre una cuadra sobresaliente. Pero ello no es óbice para que siga en la búsqueda de nuevos caballos que le permitan seguir evolucionando en su toreo. A día de hoy, quien más ilusionado le tiene es Bronce. “Está en un momento extraordinario, aquí en México está haciendo una temporada muy buena. Tiene una capacidad lidiadora muy importante, es el sustituto natural de Nazarí por su forma de templar a los toros, su poderío y su expresión con las banderillas, lo que hace llega mucho”. Además, está preparando “dos potros de mi ganadería que pintan muy bien. Con las vacas están dando un nivel muy bueno. Ojalá ilusionen a la afición.Todavía no tienen nombre porque me espero a verlos más confirmados ante las vacas, tienen su nombre de registro pero no el artístico, tendré que pensarlos”.

Fotos: ARJONA

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