Fotos: RODRIGO URREGO B.
Una muy deslucida corrida de Juan Bernardo Caicedo condicionó el segundo festejo de la Feria del Señor de los Cristales de Cali. Hasta nueve toros saltaron al ruedo de Cañaveralejo -los tres últimos como sobreros de regalo- y ninguno de ellos ofreció verdaderas opciones de triunfo.
Sebastián Castella, que entró en el cartel sustituyendo a Enrique Ponce, paseó la única oreja de la tarde del segundo de su lote, al que toreó con temple y suavidad, especialmente sobre la mano derecha. Remató su actuación de una estocada entera y efectiva. Ni su primero, que no se entregó, ni el manso y complicado sobrero le permitieron redondear la tarde.
Luis Miguel Castrillón anduvo muy dispuesto y entregado en su primer turno, en el que pudo haber cortado una oreja de no fallar con la espada. Su segundo fue un animal flojo que llegó a echarse durante la faena. El de regalo, violento, fue un imposible.
Roca Rey se estrelló contra las pocas fuerzas del tercero, que acabó, además, rajándose. Misma condición fue la que mostró el sexto, que buscó las tablas descaradamente. Con el sobrero de regalo realizó una faena encimista y en terrenos de cercanías, marrando su quehacer con los aceros.
Cali (Colombia), jueves 27 de diciembre de 2018. Toros de Juan Bernardo Caicedo, correctos de presentación y deslucidos en conjunto. El 7º, 8º y 9º se lidiaron como sobreros de regalo. Sebastián Castella, silencio, oreja y silencio; Luis Miguel Castrillón, silencio, silencio y silencio; Roca Rey, silencio, silencio y silencio. Entrada: Casi lleno.
