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Soy feminista radical

Carlos Ruiz Villasuso
domingo 30 de diciembre de 2018

Hay mucho nuevo en esta plaza. Casado, del PP, que jamás se había rozado con los cuernos, irrumpe con frases fertilizantes y con ese tono inimitable del guiri respecto a los toros. Casado se reúne con el toro y con la caza, lanza mensajes en redes y se declara afín de toda la vida. Copiemos y peguemos para saber si fue rentoy electoral cuando gobierne, si llega a gobernar. Solo se le pediría que se dejara asesorar por alguien no nuevo en esta plaza para resultar más fiable y no sonar a Mr. Bean cuando dice la palabra toro.

Pero es bueno. Es buena incluso la reincidencia versátil y antagónica del PSOE, donde una ministra dice que prohibiría la caza y los toros porque prefiere animales vivos (cuidado con la genética intelectual de la frase argumental) y un ministro de Agricultura dice que nones y el ministro de los animalistas, el de Cultura, sí, el que hizo Madrid Capital Animal con dinero de empresas de comida de laboratorio, ese, sí, se pone estupendo al decir que los toros son una tradición que no se puede prohibir por decreto.

Nos ha jodido mayo. No, ministro. El día que la clase iba de lo jurídico, usted estaba ausente. Una Ley amparada en dos artículos constitucionales jamás puede ser derogada por un decreto ley, que, como se sabe, tiene una caducidad de 30 días, y, si se hace, se está haciendo totalitarismo e ilegalidad. Es una lástima que el ministro animalista de Cultura impuesto a Sánchez por PACMA/Podemos, afirme eso ante la prensa de hoy. La prensa de hoy tampoco estaba en clase cuando se daba clase del orden jerárquico de las leyes de España. Una pena. Hoy el nivel es tal que se puede decir una en los morros de la prensa y no pasa nada.

Ya hablan de nosotros. Ya contamos. Ya somos. Ya estamos. Así que, antes de las elecciones generales, hay que exigir (sí, exigir) a cada partido que ponga negro sobre blanco lo que promete. Firmado ante notario

Es bueno que se digan y desdigan respecto a los toros, en esa dialéctica del PSOE de los últimos años que consiste en rectificarse a sí mismos en un bucle interesantísimo desde el punto de vista psiquiátrico. Es bueno porque los toros comienzan a interesar al haber entrado en el terreno de los problemas comunes, graves problemas, de lo rural. Y, si somos sinceros, algo de culpa tuvieron Morante y Vox que, por primera vez, salieron a lo público sin careta alguna.

Guste o no, la chispa política salió del mechero de Morante/Abascal cuando encendían un puro. Doce diputados en Andalucía son muchos votos, y, de ellos, hay mucho voto rural de la España casposa, Ábalos dixit. Hablando de caspa, en mi opinión Ábalos no es precisamente un ejemplo de lo cool y en su zona y la de sus socios podemitas hay caspa para imitar una nevada en el Everest. No hay caspa peor que todo este postureo, entre victoriano, puritano y tonto, que se baja los pantalones ante la verga del animalismo y los ismos todos y dice que los toros, a la verga.

Pero como España es un programa de televisión llamado Gran Hermano en continuada campaña electoral y como, vaya por Dios, toros y caza y eso tan casposo resulta que vota, pues ahora contamos. Contamos así. El que nos quiere matar dice abiertamente que nos quiere matar porque su target es de los que nos matan (IU y Podemos). El que nos quiere matar pero depende (PSOE), dirá electoralmente que nos quiere matar pero bien, así, sin violencia, nada personal, tolerantemente, en ciudadanía de ellos y ellas.

De esta forma da gusto a quien nos quiere matar para fabricar sus alianzas, y, por si acaso cuela, deja en el aire una muerte/susto para que algún ruralista les vote. Y porque puede que desde el limbo de C´s (que estratégicamente jamás ha abierto la boca desde que Serafín Marín sacó en hombros a Rivera) también encuentre alianzas. Lo de C´s con el toreo es la perpetración de una traición silenciosa. Un thriller psicológico de ese chico, Rivera. Porque la number one de verdad, leal, capaz, valiente y preparada líder, la que está dando estopa en Barcelona en una soledad histórica, diría otra cosa de los toros. Inés del alma mía.

Soy feminista radical. Inesista y Elenista. Hace tiempo. Me dejan poner a Inés de mi alma presidenta de este país y de reina a Doña Elena y mando al carajo a la prima de riesgo y a los casposos a portagayola. En cualquier caso, ya hablan de nosotros. Ya contamos. Ya somos. Ya estamos. Así que, antes de las elecciones generales, hay que exigir (sí, exigir) a cada partido que ponga negro sobre blanco lo que promete. Firmado ante notario.

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