Es el presidente de la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros de España (UNPBE). En su pueblo, en Fuenlabrada, picó por primera vez en público hace 25 años a las órdenes de su hermano José Pedro Prados “El Fundi”. Desde aquel momento fue el escudero de su hermano con las corridas más duras del toreo. Cuenta con el reconocimiento de todos sus compañeros y con el respeto de los aficionados. No es un picador espectacular en sus formas ni tampoco oye habitualmente palmas tras sus intervenciones pero, de forma silenciosa, es de los de mayor eficacia. Ha honrado con su afición desmedida el apellido Prados.
-¿Cuándo sintió la llamada por el toreo?
-En mi casa había afición. En Fuenlabrada siempre la ha habido. Mis hermanos -el maestro José Pedro Prados “El Fundi” y el banderillero Ángel Luis Prados- empezaron a ser toreros y yo pensé en hacerme mozo de espadas pero tuve la oportunidad de probar en el campo con unas becerras como picador. Me gustó mucho, más de lo que me esperaba, no lo vi fácil pero tampoco imposible.
-¿Tenía alguna vinculación anterior con el mundo del caballo?
-Siempre me gustaron los caballos. Montaba de toda la vida, sobre todo en las carreras de galgos, que en nuestra zona hay mucha tradición.
-¿Cuál es la clave para mantenerse durante tantos años en el nivel alcanzado?
-Es fundamental sentir pasión por el toro. Incluso por los tentaderos. Las vacas son más difíciles de coger. Te da sitio tentar en el campo tanto hembras como machos. Los machos sobre todo porque te dan confianza. La base es tener mucha afición.
“Que un hermano se ponga delante del toro que has picado… ¡Puff! También me ha hecho sentir muy orgulloso por todo lo que ha logrado”
-¿Con qué toreros ha ido colocado?
-Con el que más, con mi hermano Fundi, muchos años. Después con Fernando Lozano, Fernando Robleño, Ortega Cano, Matías Tejela, Julio Aparicio, Cayetano, Joaquín Galdós, entre otros. También he toreado corridas sueltas con Joselito, El Juli, Curro Vázquez o Iván Fandiño.
-Tantos años a las órdenes del maestro, su hermano, y en esas corridas… ¿cómo se pasa?
-Se pasa jodido. Mucha tensión. Que un hermano se ponga delante del toro que has picado… ¡Puff! Mi hermano además necesitaba lucirse en banderillas, entonces me pedía que los dejara un poco vivos de más, y luego ver que en la muleta no estaba tan picado como a mí me habría gustado me hacía pasarlo muy mal. También me ha hecho sentir muy orgulloso por todo lo que ha logrado.
-¿Qué es lo más importante para que se dé un buen tercio de varas?
-Hace falta un toro bravo, que tenga poder de verdad. La verdad del tercio de varas está en el poder del toro. Es lo que hoy le falta a la Fiesta. Si es bravo pero no tiene fuerza, no te indica su grado de bravura por la falta de poder. La casta ayuda a aguantar un poco más pero el poder es la clave.
“En los 90 los puyazos eran mucho más largos y duros. Ahora muchas veces solo se les marca. Hablo de Madrid”
-Entonces, ¿el problema está en el poder del toro?
-Menos de lo que se les pica hoy a los toros no se les ha picado antes. En los años 90 los puyazos eran mucho más largos y duros. Ahora muchas veces solo se les marca. Hablo de Madrid. El poder en el toro es un problema. Necesitamos un toro fuerte, que aguante y responda bien a la lidia. Un porcentaje muy alto de toros podría pasar sin picar, eso es grave. No hay que tocar ni la puya ni el peto ni el caballo. Hay que seleccionar al toro con poder. Recuerdo en tentaderos en los que se les daba ocho y nueve puyazos a las vacas, hoy en día en esas mismas ganaderías les dan tres como máximo. Cada vez se le exige menos y esa selección va en contra del poder del toro.
-¿Cree que la afición valora suficientemente el primer tercio?
-Ahora se valora más. Hace unos diez años parecía que se tomaba como un trámite -para los profesionales nunca lo ha sido pero el público lo entendía así-. En las últimas temporadas hemos visto que la gente valora los tercios de varas bien ejecutados. Hay que darle importancia.
Cuestionario
-¿Su referente a caballo?
-Me fijé en todos. El referente para los de mi época ha sido Juan Mari García, por su postura sobre el caballo, por lo gran picador que ha sido, por ser un señor y por darse a respetar.
-¿Caballo ligero o caballo pesado?
-Caballo domado. Hay caballos que son muy pesados pero sin doma no hay nada que hacer. Las cuadras están en buen momento.
-Un toro clave en su carrera.
-En Lisboa se celebró una corrida con picadores de Miura con un mano a mano de Víctor Mendes con mi hermano. Me tocó el toro más fuerte. Me sacó hasta los medios. La gente se puso como loca con el tercio de varas. Son toros que te ponen a prueba. Lo recuerdo por la emoción pero tampoco diría que fue clave porque esto no es de un día sino de ser muy regular.
-¿Lucimiento o eficacia?
-La eficacia por delante siempre. Somos subalternos, estamos a las órdenes del matador. Si salen las cosas con brillantez, mejor.
-La cuadrilla ideal que llevaría si mañana tuviera que torear una corrida de toros.
-Hay gente muy buena, en este momento encontramos grandes profesionales tanto en banderilleros como en picadores. Estando en activo prefiero no decírtelo.
Foto: JAVIER ARROYO
