La Pincelada del Director

Que se sepa quién es quién en este sindiós

La acción de Olot, más allá de que se alcance o no el final feliz que todos soñamos, ha puesto los toros y el sectarismo de los separatistas en los titulares para que estos tengan que sudar su caciquismo en los tribunales y para que se sepa quién es quién. Los propulsores de la idea merecen reconocimiento…
José Luis Benlloch
lunes 21 de enero de 2019

Ganas de que este invierno acabe, el climatológico y el social, ¡horror, no ponga la tele, no pique!; ganas de darle puerta a ese zafarrancho político que nos agobia y nos merma; ganas de estrangular, perdón, ganas de que acabe esa locura discriminatoria que nos empuja a los aficionados a un gulag social que nos estigmatizará para siempre a poco que nos dejemos; hasta los mismísimos de martingalas, desvergüenzas y cinismos político/jurídicos para evitar la ley y jodernos, a los taurinos, claro, siempre contra los taurinos, y advierto que tal hartura no es obsesión, de todo ello hay ejemplos más que evidentes, diría sangrantes; así que sigo, ganas de hablar de toros, más ganas todavía de que las cuadrillas comiencen a hollar las arenas, disculpen la cursilería, de que llegue la hora en punto, de que suene el tararí; ganas de que una faena nos obnubile y hasta nos aliene, me cisco en esta política y hasta en la concienciación social tan hipocritona que da más valor a un perro que a un niño; ganas de que un matador ligue el natural con el de pecho sin mover las zapatillas, sin que le tiemble el pulso, con un leve giro de muñeca, con mucho mando, con corazón, porque sí, porque estoy harto de tanto mercadeo ideológico y me pirro por el toreo, lo reconozco, que salga el toro, cualquier cosa con tal de no caer en esa depresión hacia la que nos empujan los telediarios de las fuerzas vivas, vivas de vividores, que se empeñan en darnos lecciones de ética y civismo mientras practican la antropofagia más feroz sobre las ideas ajenas, sobre las ideas y hasta sobre las anatomías, a decretazos, a mamporro limpio si les viene en gana, son la misma gente que entiende por democracia parar trenes, cortar carreteras, hacerle un escrache al primero que no les siga la corriente, que gorronea de los presupuestos que, según sus ideas, deberían serles ajenos, es decir, nuestros, puro/viejo chantaje, permitido por aquellos con los que chalanean a conveniencia de las partes, los mismos que se escandalizan si un grupo de ciudadanos reclama un derecho absolutamente legal, constitucional, por ejemplo dar toros en su tierra desde la iniciativa privada, a riesgo de su propio bolsillo.

Ellos son la misma gente que entiende por democracia parar trenes, cortar carreteras, hacerle un escrache al que no les siga la corriente, que gorronea de los presupuestos -que, según sus ideas, deberían ser ajenos, es decir, nuestros, puro/viejo chantaje- y trafica con ellos a conveniencia propia…

¡Qué barbaridad! ha dicho el alcalde de Olot, que quiera o no es alcalde de la ciudad por donde entró el toreo en Cataluña que, a más a más, en expresión de su tierra, tiene una plaza de toros preciosa y que ya ha advertido que lo que diga el Tribunal Constitucional se lo pasa por el arco triunfal. Harto, hartísimo estoy/estamos, así que ante tal desfachatez ¡que salga el toro ya!

En la lucha contra esa ignominia se está significando la Fundación Toro de Lidia, a cada cual lo suyo, que ha estado presente en todas las victorias y en todas las guerras contra esa gente. Lo último ha sido lo de Villena y luego está esa acción de Olot que, más allá de que se alcance o no el final feliz que todos soñamos, ha puesto los toros y el sectarismo de los separatistas en los titulares de los medios para que los de la acera de enfrente al menos tengan que sudar su caciquismo en los tribunales y para que se sepa quién es quién en este sindiós. Por todo ello los propulsores de la idea merecen el reconocimiento de los aficionados y profesionales. Unos valientes es lo que son. Así que no entiendo las reservas que despierta la FTL en el mismo planeta toro, en la parte de los profesionales y en la parte de los aficionados. No se comprende. Mejórenlo, muévanse, abdiquen de las vanidades y egoísmos y luego hablen. Es evidente que más allá de que gusten o no sus dirigentes, de que se pueda hacer mejor, que seguramente se podría, todo es mejorable, por ahora la FTL es nuestra única herramienta de defensa. Y lo hacen muy bien.

Hay que poner en valor lo que podríamos llamar el eje mediterráneo: la manifestación de Castellón, que fue la primera, la de Valencia, que lo desbordó todo, la batalla contra el tipejo que ovacionó la muerte de Víctor Barrio y que se repitió con la del niño Adrián, el tema de la inconstitucionalidad de la ley de Cataluña, la de Baleares, la resolución de Villena y ahora el salto de Olot…

Y sin abandonar el tema de los reconocimientos, quisiera poner en valor, frente a territorios de mayor abolengo/rango taurino o eso presumen, la importancia de lo que podríamos llamar el eje mediterráneo: la manifestación de Castellón, que fue la primera, la de Valencia, que lo desbordó todo, la batalla contra el tipejo que ovacionó la muerte de Víctor Barrio y sirvió para que se enterasen de que se había acabado la barra libre, aquella otra acción contra el personaje que tiró de maldad con el cuerpecillo del niño Adrián todavía caliente, todas las acciones que permitieron sacar adelante el recurso de inconstitucionalidad de aquella maldita ley que prohibía los toros en Cataluña, la sentencia de Villena, la victoria sobre la ley Balear… ya ven, la guerra se libra a la vera del Mediterráneo, será porque hay tajo y porque hay hombres y mujeres, nuestro reconocimiento, dispuestos a librarla. Y queda mucho tajo por delante. Ahí esta Xàtiva mismamente, cuya plaza cumple esta temporada cien años con una historia legendaria detrás y un ayuntamiento tripartito que se ha empeñado en mantenerla cerrada aunque para ello haya tenido que renunciar a una subvención de 254.000 euros que le daba la Generalitat para que la adecuase. Los tipos son tan tercos, tan fanáticos y tan pobres de espíritu que han preferido renunciar a la pasta para poder decir que no dan toros porque las instalaciones no reúnen las condiciones necesarias de seguridad, justo las deficiencias que se iban a subsanar con la subvención. Argumento absolutamente falso porque, aún así, sí se podrían dar toros, de hecho se han dado bajo el mismo alcalde socialista, bastaría con reducir el aforo de la plaza, medida que en nada entorpecería la viabilidad del espectáculo. Pero como siempre, todo depende de los intereses del momento.

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