CAMADA 2019

Pamplona, Sevilla y Málaga, puertos de primera para La Palmosilla

La vacada gaditana lidiará esta temporada entre nueve y diez corridas de toros
Guillermo Lorente
domingo 27 de enero de 2019

Fotos: ARJONA

La familia Núñez afronta la temporada 2019 con tanta ilusión como responsabilidad. La camada para este año es más amplia que la del anterior: “Este año tenemos entre nueve y diez corridas de toros, de las que entre tres y cuatro serán para plazas de primera. A la mencionada de Pamplona, le siguen Sevilla y Málaga, y para final de temporada, en función de los toros que sobren, puede haber otra corrida para una plaza importante”, explica Javier Núñez. Los triunfos cosechados en 2018 van a permitir repetir en los principales feudos: “Volveremos a Sanlúcar y al Puerto y habrá algunas novedades”, asegura, añadiendo que: “Estoy muy ilusionado con la camada porque el guarismo 5 coincide con el mejor guarismo que hemos tenido en hembras en la ganadería y espero que esa regularidad se traslade también a los machos”. En cuanto a las hechuras de la camada, el ganadero se muestra tremendamente ilusionado: “Es extraordinaria. Si hay un toro bueno el otro es mejor. Nunca hemos tenido tanta regularidad de tanto toro bueno para tantos tipos de plaza distintas”. Respecto a la corrida de Pamplona, su criador explica que: “Es una corrida que en su mayoría es cinqueña por lo que ya tiene un año entero detrás de manejo y preparación, y a medida que se vaya acercando la fecha, se irá intensificando la preparación de manera que los toros lleguen en el mejor estado de forma física posible”.

El buen estado actual de la ganadería es el fruto que empieza a recogerse por el trabajo realizado durante los últimos años. Asumida con humildad una realidad que marcó Madrid en 2014, se ha trabajado duro y con ilusión para cambiarla. “Han sido cuatro años muy duros pero yo siempre diré que aquella corrida de Madrid fue la que me ha hecho ganadero, porque ese fracaso tan estrepitoso nos obligó a meternos muchísimo más en la ganadería. Hasta entonces éramos una ganadería que tenía una inercia de un año para otro y, de golpe y porrazo esa corrida nos para y nos echa del mercado. Eso nos hizo ser mucho más profesionales, darle una vuelta al manejo, a la alimentación, a la preparación y, sobre todo, a la selección. Se han quitado líneas, se han intensificado otras, se han renovado muchos sementales y todo eso está dando sus frutos en estos años”, explica Javier, añadiendo que: “Actualmente la ganadería está en una evolución controlada. Antes tenía más estilos de embestida dentro de la ganadería y ahora el estilo de la ganadería se va uniformando cada vez más. Nosotros heredamos una embestida en la rama de Osborne que era muy acompañable y muy toreable pero de poca profundidad y poca bravura, y eso ha ido desapareciendo por un animal mucho más bravo. De unos años para acá la rama de Juan Pedro está absorbiendo totalmente a la rama de Osborne, y ahora mismo, la ganadería es brava, con sus matices, pero brava”.

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