Mantener el nivel cuando casi se ha rozado la excelencia no es tarea sencilla de conseguir. Aún menos para una ganadería de bravo en la que tantos condicionantes externos se citan una vez salen los animales de las porteras de las fincas rumbo a las plazas. Este año, al buen juego de los jandillas en conjunto viene a sumarse el indulto de dos ejemplares, uno en Arles y otro en Algeciras. Lo que pone nota de brillantez a una temporada en la que una vez más siguieron transitando por la senda de la regularidad, que empieza a ser tan seña de identidad en los toros de Borja Domecq como la divisa azul o el hierro de seis puntas. Excelente aval con el que el ganadero presentó, una temporada más, a sus ejemplares en las ferias de máxima exigencia del panorama taurino europeo. – “Una ganadería no se puede basar en echar una campaña buena o una corrida sensacional, es cuestión de regularidad y trabajar mucho para que todos los años salgan las cosas bien”
– “Ha sido una temporada fundamentalmente muy bonita en la que hemos vivido momentos muy emotivos. Estamos contentos porque ha sido un año muy importante”
– “Lastimoso, desde mi punto de vista, ha sido el mejor toro de nuestra temporada. Conseguir que se indultara y encima lo hiciese un torero francés joven que tanta falta hace para la Fiesta, lo hizo aún más bonito”
– “La de Santander fue la corrida más completa del año. Prácticamente sirvió entera. Fue una tarde de una gran intensidad del primero al último toro, lo que conllevó que la gente estuviese metida totalmente en las faenas”
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