Escampó. Mejor dicho, comenzó a escampar el cielo del toreo. Después de tanto pedrisco, de tantas heladas, de tanta inclemencia de esas que te dejan congelada el alma de aficionado, llovió esperanza. Se agradece. Ver a Victorino aposentado en la tribuna del Senado defendiendo la causa con argumentos y método, ¡quién dijo qué de la cultura y el civismo de los taurinos!… verle y escucharle allí, además de un logro de su FTL es un orgullo para nosotros los amantes de la Tauromaquia y supongo que una lección para los que sean capaces de entender razones en lugar de embestir.
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