HABLANDO EN PLATA

Espartaco: “Un picador debe conocer al toro y a sus encastes”

“Veo el tercio de varas mejor que nunca gracias a cómo se mueven los caballos. Cuando empecé era imposible moverlos”, asegura Manuel Jesús Ruiz Román
Gonzalo I. Bienvenida
martes 05 de febrero de 2019

Lejos de lo que el común de los mortales suele pensar, vivir a la sombra de una figura del toreo no es nada fácil. Manuel Jesús creció con la vocación de picador y sus hermanos, ya toreros, le apoyaron llevándole en su cuadrilla. El hijo menor de aquel Espartaco que se crió en el pajar de Juan Belmonte, se forjó como un gran picador de toros y, tras torear a las órdenes de sus hermanos, se lo rifaron grandes toreros. Manuel Jesús es el único Ruiz que sigue en activo en el toreo y cuenta con el reconocimiento de aficionados y profesionales.

-Siendo el menor de los hermanos en una familia tan torera, ¿Siempre pensó en dedicarse al toro?

-Siempre he querido ser picador, desde que tengo uso de razón. Me encantaba montar a caballo y mi hermano me regaló un caballo en cuanto ganó dinero.

-¿Le pesó ser hermano de Espartaco?

-Claro, noté cierta distancia. Tú imagínate, todos los picadores querían ir con Espartaco y él escogió a su hermano… Al principio me ayudó mucho porque me llevaba a todos los tentaderos. Cualquiera le decía a mi hermano que no en ese momento. Después noté que me gané el respeto de mis compañeros.

-¿Qué ambiente vivía en esos comienzos?

-Llegaba al patio de cuadrillas y me encontraba mucha distancia. Poco a poco cambiaron las tornas. Me acuerdo de esa sensación un día que llegué a Bilbao y estaba Barroso, al que yo respetaba y admiraba muchísimo. Después salieron bien las cosas y noté su cariño. Lo bonito es que empecé como un niño y ahora toreo con el hijo de Barroso o con el hijo de Chocolate.

“Veo el tercio de varas mejor que nunca gracias a cómo se mueven los caballos. Cuando empecé era imposible moverlos”

-Con los Chocolate le une una bonita anécdota.

-Cuando yo empezaba, Chocolate padre me regaló una chaquetilla que guardo como oro en paño. Cuando empezó su hijo fui a su casa y le llevé una chaqueta de torear. Son cosas bonitas que tiene el toreo. Es lo que mi padre me ha enseñado.

-¿Qué ha significado su padre en su carrera?

-Mi padre lo ha sido todo para mí. También mis hermanos, pero la lucha diaria de mi padre con mi hermano Juan… Eso solo lo sabemos los que lo hemos vivido. Ha estado encima de todos. Era pasar Reyes y todos al campo; los dos toreros y el picador.

-¿Con qué toreros ha ido colocado?

-Debuté en el 88 con mi hermano Fran, con quién estuve algunas temporadas. Después me coloqué con mi hermano Juan tres años, hasta que tuvo el problema de la rodilla. Ahí me llamó Curro Romero, pero no llegué a torear con él porque me contrató en exclusividad Manuel Díaz “El Cordobés”, con quién estuve tres años toreando más de 100 corridas de toros por temporada. Después volvió mi hermano Juan y me pidió que fuera con él. Estuve tres años más.

“Un picador debe conocer el toro. Hay que saber el comportamiento de los toros según su encaste”

-Después conoció la otra cara de la profesión.

-Efectivamente. Me coloqué con Pepín Liria y toreamos todas las duras. Es otro mundo, no se podía ir un toro sin picar… Ahí sentí mucha responsabilidad. Después estuve con Javier Conde, Miguel Ángel Perera y ahora con El Cid.

-¿Cómo se prepara un picador?

-Monto a caballo todos los días, salgo mucho a andar, hago crossfit en el gimnasio. Y, sobre todo, haciendo acoso y derribo. Me encanta y practico la puntería, el manejo del caballo y de la vara.

-¿Cuál es la clave para ser buen picador?

-Un picador debe conocer el toro. Hay que saber el comportamiento de los toros según su encaste. Estudiar los diferentes comportamientos.

-¿En qué momento se encuentra el tercio de varas?

-Lo veo mejor que nunca gracias a cómo se mueven los caballos. Cuando yo empezaba era imposible mover el caballo, ahora, gracias a las cuadras, hay espectáculo. Se le está dando importancia.

-¿Qué es lo que más le llena de la profesión?

-Dejar un toro apto para la lidia cuando ha salido malo y se quiere comer a todo el mundo. Te da la sensación de que has resuelto un problema. Eso no ocurre cuando el toro es bueno y solo hay que tocarlo para cambiar el tercio.

Cuestionario

-¿Su referente a caballo?

-Juan Mari García ha sido todo un referente. Personalmente, también Eduardo Cid, que fue mi compañero en mis inicios, cuando era un crío, por eso le digo maestro. Y Barroso, a quien tanto he admirado.

-¿Caballo ligero o caballo pesado?

-Caballo ligero. Con su peso equilibrado con el toro al que te vas a enfrentar, pero que te dé facilidad para torear.

-Un toro clave en su carrera.

-Un toro de El Pilar con El Cid en Sevilla. Lo recuerdo con emoción.

-¿Lucimiento o eficacia?

-El que corta las orejas es el matador, no el picador. Los premios han llegado de casualidad, no buscándolos. Nuestro objetivo es pegar el puyazo ligerito y efectivo.

-La cuadrilla ideal que llevaría si mañana tuviera que torear una corrida de toros.

-Si toreara muchas le daría una a cada uno porque hay grandes picadores, pero sin duda llevaría todas las tardes a Juan Bernal. De banderilleros, al Boni, por su gran profesionalidad, Alcalareño, El Ecijano…

Fotos: ARJONA

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