HOMENAJEADO EN VALENCIA

Santiago López: “Mi mayor satisfacción ha sido José Tomás; y mi gran obra, El Fandi”

La Tertulia Taurina del Ateneo Mercantil reconoce la trayectoria del torero y apoderado con motivo de su quincuagésimo aniversario de alternativa
Redacción APLAUSOS
jueves 28 de febrero de 2019

Fotos: MATEO

El Salón Stolz del Ateneo Mercantil de Valencia acogió este jueves por la tarde un acto de homenaje a Santiago López con motivo de su quincuagésimo aniversario de alternativa. El evento, impulsado por la Tertulia Taurina de la centenaria entidad cultural valenciana, contó con la asistencia de más de doscientas personas, entre ellas el gerente de la empresa de la plaza de toros de Valencia, Nacho Lloret, y el director del Centro de Asuntos Taurinos de la Diputación Provincial, Toni Gázquez. No faltaron tampoco representantes de las principales asociaciones de aficionados, así como numerosos profesionales del mundo del toro, amigos y familiares del homenajeado.

Santiago López repasó su trayectoria como matador de toros en una charla moderada por nuestro compañero Ángel Berlanga. Lo hizo desde que partió de su Alhama de Granada natal en busca de un sueño, hasta que optó en 1980 por colgar el vestido de luces, pasando por su doctorado en la Feria del Corpus de Granada, el 8 de junio de 1969, cuando Diego Puerta, en presencia de El Viti, le cedió la muerte del toro Pesetero, de Antonio Méndez. “Aquel día corté cuatro orejas y un rabo, pero el maestro Puerta paseó cuatro y dos colas y El Viti, que se llevó tres trofeos, si no cortó ningún rabo fue porque pinchó. Fue una tarde soñada”, comentó ante un auditorio abarrotado y que siguió con atención su discurso, plagado de anécdotas. “No veas cómo salía Puerta de la cara del toro tras los pases de pecho. Me miraba desafiante como diciéndome: ¡bienvenido, pero aquí el que manda soy yo!.

El torero contó cómo comenzó a forjar su carrera en las capeas de Madrid y Guadalajara. “En Chinchón recibí mi bautismo de sangre. Aquello no era fácil, en realidad era muy duro. Antes de vestirme por primera vez de luces ya me habían dado dos cornadas”, recordó. “Como novillero con caballos logré cortar tres orejas en la Maestranza de Sevilla el día de mi presentación, pero no pudieron sacarme a hombros por la Puerta del Príncipe porque en aquellos tiempos no se abría para los debutantes”, manifestó también. “Luego, con los años, volver a obtener triunfos como aquellos fue resultándome cada vez más difícil. Y para ser figura hay que triunfar a diario, y hacerlo con fuerza además. Algo me faltaría cuando el cortijo con el que soñaba no llegaba… No fui figura, porque para serlo hace falta un milagro, pero, de todos modos, todo ha valido la pena. Al toro se lo debo todo, incluso recalar en Valencia, ciudad que me acogió y en la que he formado una familia estupenda que hoy tengo el placer de que me acompañe”, expresó feliz.

APODERADO Y EMPRESARIO

Además, Santiago habló también de su faceta como apoderado y empresario. “Sin duda me quedo con el apoderamiento, me ha llenado más”, dijo quien ha ejercido de mentor de toreros como José Antonio Campuzano –“él fue el primer matador de toros al que apoderé, lo hice por mediación del maestro Antonio Ordóñez”-, Rafi de la Viña, Manolo Carrión, José Tomás, El Fandi, Luis Francisco Esplá, Dámaso González, Ruben Pinar, Juan Bautista, Diego Urdiales, Andy Cartagena, Román, Varea… “Mi mayor satisfacción ha sido José Tomás y mi gran obra, El Fandi. Con José Tomás, ni él ni yo pensamos nunca que pudiera llegar tan lejos como ha llegado. ¡Pero vaya si lo ha hecho…! Ser figura es casi imposible y él lo ha sido”.

Santiago, además, confesó que muchas veces sueña por las noches con que sigue toreando, “solo que luego te despiertas y te das cuenta de que sigues retirado…”, bromeó. “Sin embargo tengo otro sueño pendiente que ojalá pueda cumplir algún día: encontrar un chaval de Valencia, llevarlo a matador de toros y lograr que sea figura. Sería el broche perfecto a mi carrera, el broche que más deseo”.

El periodista Pedro Toledano, que junto a Paco Roger -portavoz de la Tertulia Taurina del Ateneo- se incorporó a la mesa presidencial, recordó de la mano del homenajeado una decena de personajes clave en su carrera, completándose así el lado más humano y personal del protagonista de la velada. Santiago, emocionado, antes de recibir un trofeo de recuerdo por parte del Ateneo, dedicó unas emotivas palabras a todos los presentes. “Todos podéis contar conmigo para lo que os haga falta”, espetó en medio de la ovación de gala con la que concluyó el acto.

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