ENTREVISTA A SEBASTIÁN CASTELLA

Alma de artista, carácter ganador

“Me gustaría dejar el ansia de triunfo y abandonarme más a la parte artística, pero es que soy un ganador y no me gusta quedarme atrás. Después lo pienso y creo que la gente también va a verme por mi carácter”, afirma
Juan Cristóbal García
martes 02 de abril de 2019

A Sebastián Castella se le nota feliz. Una vez más ha vuelto a empalmar la temporada americana con la española. Allende los mares estuvo a buen nivel, aunque la espada le quitó brillo a la campaña. Sin embargo, en España ha conseguido volver a la senda del triunfo. Dos salidas a hombros, en Olivenza y Valencia, le han sacudido de golpe la ansiedad y el peso que dice sentir, diecinueve años después, siempre que empieza una temporada: “Estos triunfos te liberan, te dan moral, pero siempre está esa responsabilidad que conllevan las plazas importantes”. De momento todavía tiene unos días para disfrutar del regusto del éxito. Sevilla este año llega más tarde y el espacio entre Las Fallas y la Feria de Abril sirve para seguir recordando esa tarde vivida en la capital del Turia junto a Horroroso, un gran toro de Jandilla.

-¿Cómo describiría a Horroroso?

-Fue un gran toro, con la principal virtud de la bravura. Después también tuvo otras muchas cualidades: transmisión, acometividad, verdad en su embestida… La lástima fue que el viento molestó mucho y no pude estar totalmente a gusto. A un toro muy bravo que no paró de embestir no lo pude torear a gusto al cien por cien con la mano izquierda. Soy sincero. A mí, para torear con la mano izquierda, el viento me molesta mucho, como le molesta a todos, pero a mí me condiciona mucho. Con la derecha sí pude reducirle la velocidad, templarlo, torearlo con estética y con el alma. Sobre todo fue emocionante. Para mí fue de indulto. Cada uno tiene su opinión, todas son respetables, pero yo, que estuve delante, creo que no mereció morir.

-Dice el presidente que no estaba picado.

-Yo lo vi picado y estaba cerca, no sé cómo lo vio él desde tan lejos. De todos modos, me parece muy bien, sinceramente, que cada uno tenga su criterio. Si él no lo vio picado, no lo vio. El toro derribó en dos ocasiones al caballo. En una puede ser casualidad, en dos ocasiones es más difícil. De todas formas aquí no estamos para dar coba. Ahí están las imágenes. Que pongan el VAR.

-¿Un toro bravo es necesariamente un toro complicado?

-He tenido la suerte de que estos últimos años me han tocado varios toros bravos y sé que no son sencillos. Con ellos hay salir igual de entregados que están ellos y eso no es fácil. Horroroso fue un toro complejo, como lo son los toros bravos. Si nos paramos a entrar en detalles, por el pitón derecho, que embistió muy bien, iba en línea recta, y por el izquierdo al tercer o cuarto muletazo se metía por dentro. A lo mejor porque tampoco pude llevarlo como quería por el viento, puede ser.

-¿Pensó en no matarlo, como hizo en Vinaroz?

-Uno tampoco es tonto. Lo he dicho alguna vez. El toro de Vinaroz no lo maté porque no sentí matarlo, como tampoco lo sentí con el de Valencia. No lo maté y me multaron por ello. Debo decir que las leyes hay que seguirlas y no las seguí y está bien que me hayan multado, pero si el presidente me dice: No se preocupe, no le voy a multar, no va a haber problemas, y después hace lo contrario, eso ya es una guasa. Asumo aquello, pero no siempre voy a ser el tonto por muy romántico que sea.

“Voy a la de Miura con la idea de hacer el toreo bueno, no voy a defenderme. Después ya se verá. Espero ser capaz y que no sea la última que toree de esta ganadería”

-Tal vez es más romántico que un toro que ha sido bravo en el ruedo, si tiene que morir, que lo haga en el ruedo y no en un corral.

-Estoy de acuerdo. Eso es un debate muy grande con los animalistas y todo lo que dicen ellos es una gran mentira. El toro que de verdad se puede ganar su vida en el ruedo, que lo maten en un matadero o después en los corrales, a mí me da pena.

-Después de una mala racha en América, a ese toro, a pesar de lo larga que fue la faena, lo mató bien.

-¡Eso sí que me ha dado ánimo! Matarlos, tanto en Olivenza, como el segundo de Illescas o el segundo de Valencia, ha hecho que desaparezca el fantasma de la espada que tuve esta temporada americana.

Se le nota aliviado, con confianzas renovadas en su espada, y profundiza en su razonamiento: “Los fallos con la espada son rachas. Tiene mucho de mental. Cuando empiezas a pinchar lo importante es saber por qué pinchas. Me daba coraje pinchar los toros porque ahora es cuando más me estoy tirando en el morrillo, cuando menos me estoy yendo de la suerte -porque yo reconozco que muchas veces me he ido de la suerte porque no lo veía claro-, además me tiro atrás, que tiene más mérito. Y ahora que hago todo eso, voy y pincho a los toros. Afortunadamente eso pasó”, confiesa.

A bocados en Zahariche

La tarde del 12 de mayo en Sevilla será la primera vez que Sebastián Castella se vea las caras con dos toros de Miura en público. Sin embargo, el francés sabe lo que es torear animales de Zahariche. “He ido muchísimas veces a esa ganadería, que es misteriosa y mística, pero llevo muchos años sin ir y no he molestado a los ganaderos para ir este año. Fui mucho de novillero y al principio de matador de toros a tentar. Siempre me han atendido con gran categoría y cariño por la relación que tienen con Robert Margé y con el maestro Campuzano, que me apoderaron en mis principios”, se apresura a reconocer.

Castella ya sabe cómo se las gastan las de Miura, lo listas que son, y lo ejemplifica con una anécdota: “Un día fui a tentar allí. Un tentadero en Zahariche es algo especial. Allí los caballos están empetados hasta las orejas. La plaza es cuadrada y mientras tú estás tentando, ves a las próximas vacas que van a salir saltar por los chiqueros. Entonces, me salió una vaca complicada, dura, en una de esas se quedó corta, se metió mucho y yo le empecé a dar vueltas con la muleta porque me quería coger, a la tercera vuelta se paró la vaca, otras dan vueltas hasta marearse, pero esta se paró y me pegó un bocado en la pierna. Como te lo cuento. Es que son inteligentes como ellas solas”, rememora Sebastián Castella.

MIURAS Y SORTEOS

Pasado con nota el examen de Valencia, Castella afronta los nuevos retos que se ha puesto para este año. Volverá a ser uno de los pilares de San Isidro, formó parte del sorteo y competirá con los jóvenes más en forma del momento: Roca Rey, Álvaro Lorenzo, Ginés Marín, Emilio de Justo… “Apretemos todos en Madrid, es como hay que hacerlo. Eso es una ley en el toreo, el que quiere algo en el toreo se lo tiene que ganar”, asevera en lo que es una declaración de intenciones.

-Hay dos aspectos en su planteamiento de la temporada que me gustaría resaltar porque creo que es justo reconocer por parte de los aficionados. El primero es que se apuntara al sorteo. Si se quieren cambios es necesario que los llamados a ser la base de la temporada formen parte de ellos.

-El público, que es el que paga, quiere ver algo distinto y el sorteo lo es. Tengo que decir que, aunque he entrado en el sorteo, yo también pienso mucho a la antigua usanza. Pero entiendo que hay que evolucionar y si esto es la evolución, adelante.

-¿Si no hubiese sido Simón Casas su apoderado hubiese entrado en el sorteo o se lo hubiese pensado más?

-Hubiera entrado igual. Puedo pensar a la antigua en algunas cosas, pero también me gusta la innovación. Si es lo que pide el aficionado, hay que dárselo. Dentro de unas líneas, está muy bien.

-El otro aspecto que quisiera destacar es que se haya apuntado a la corrida de Miura en Sevilla. Y sin sorteos, por decisión propia.

-Me apetece matar la de Miura en Sevilla. Sé que es un reto grande, sé que no va a ser nada fácil, y le voy a dar el mérito que tiene. Si le doy el mérito que tiene cuando lo hacen los compañeros que la matan todos los días, esta vez se lo voy a dar doblemente hasta que llegue ese día.

-Será su debut con Miura.

-Es la primera vez pero espero que no sea la última. Espero demostrarme a mí mismo que soy capaz. Es una manera de hacer historia, que es lo que yo busco.

“Horroroso fue un gran toro, tuvo la principal virtud de la bravura. Además, tuvo transmisión, acometividad, verdad en su embestida… Para mí no mereció morir”

-Como torero, ¿también es una forma de crecer en registros dentro de su tauromaquia?

-Quizás ayuda a abrir tus formas y tu visión como torero, aunque mi forma y mi visión son otras que lidiar ganaderías duras. Espero ser capaz y así volver a torear estos toros en otras ocasiones. Obviamente tampoco voy a torear la camada entera de Miura, yo concibo el toreo de otra forma y esa ganadería no da facilidades para ejecutarlo.

-Además del riesgo que de por sí tiene enfrentarse a los toros de Miura, existe también otro, que la gente le quiera ver delante de estos toros como si estuviese delante de los encastes que torea habitualmente, cuando evidentemente un miura requiere otro tipo de lidia diferente.

-Voy a hacer el toreo bueno, no voy a defenderme. El toro ya me lo pondrá lo difícil que me lo tenga que poner. Es como hay que ir. Después ya veremos. El público que decida, pero hay que ser objetivo y saber que a un toro de Miura no se le puede hacer lo que se le hace a otro tipo de toro. Aun así, hay que intentarlo.

-Seguirá fiel a su concepto.

-A mí me gusta quedarme cerca de los toros, ligar los muletazos en un sitio muy reducido, y sé que a esos toros hay que darle su tiempo, su sitio… intentaré estar a la altura de los acontecimientos.

-Sevilla es una plaza que seguramente tiene la sensibilidad para apreciar esos detalles.

-Después de la corrida se lo cuento… jajaja.

-Lo de apuntarse a una corrida de ganaderías duras no es nuevo en usted. En los últimos años le hemos visto con victorinos, adolfos…

-Adolfo es una ganadería que me encanta, tengo buen feeling. También he matado de Victorino, con ella debuté en Bilbao. También he matado Samuel Flores… lo que tengo claro es que si yo me juego la vida y soy capaz de triunfar en las plazas en las que hay que triunfar es para después elegir y exigir lo que yo quiera. El toreo es así. Si no fuera capaz, lo lógico sería que no pudiera hacerlo.

“Ahora es cuando más me estoy tirando a matar en el morrillo, cuando menos me estoy yendo de la suerte -porque yo reconozco que muchas veces me he ido de la suerte porque no lo veía claro-, además me tiro atrás, que tiene más mérito”

-Recuerdo una entrevista hace muchos años en la que decía que con lo que no había conexión era con lo de santacoloma. ¿Ha cambiado?

-Yo creo que a mí lo que no me gusta es el pelo gris -bromea-.

-Hombre, acaba de decirme que le encanta Adolfo Martín.

-Es verdad, para no gustarme, me encerré con seis… Era broma. Le cuento lo que me pasaba con santacoloma.

-Dígame.

-Cuando era novillero, uno de los animales que me ha hecho pasar un peor rato fue un novillo de santacoloma en Cali. Pasé bastante miedo físico. Me costó superarlo, ya lo he hecho y estoy feliz de torear grises, negros… todos. Al final los toreros tenemos nuestras manías, ¡hasta hubo una época en la que estaba mosca con los jaboneros!

“Mientras cuide de mis cosas, no hay problemas en que Simón lleve a otros toreros”

-¿Se puede funcionar en este momento en el toreo sin estar apoderado por una casa grande?

-Sí, claro, sí se puede. Al que le guste que lo haga y al que no, pues no. Yo he estado casi siempre apoderado por casas grandes pero creo que en ocasiones, a pesar de eso, he ido por libre. Cuando estaba con Luis Manuel Lozano he ido por libre y lo he demostrado con mis actos.

-En lo que sí ha sido celoso es que cuando un apoderado le apoderaba a usted, le apoderaba a usted solamente.

-Es cierto.

-Esto está cambiando.

-Sí, con Simón. Me lo pidió, me lo dijo y fue muy claro. Yo también le dije lo que me gustaba y lo que no me gustaba. También uno va cambiando. Con que cuiden de mis cosas y no interfieran con los demás, yo creo que no hay problema. Si llega a pasar eso algún día, obviamente habrá ruptura completamente y rapidísima. Él lo sabe.

CARÁCTER GANADOR

A estas alturas de la entrevista Castella se muestra suelto. Bromea incluso, a pesar de su fama de tipo serio, a veces incluso arisco. “Tengo mi personalidad, mi manera de ver la vida, voy a mi bola para mis cosas. Cuando es para el toreo he intentado acoplarme. A mí lo que no me gusta son los intereses personales y prefiero ir por mi camino”, confiesa. Es su carácter, un carácter ganador forjado desde que muy pequeño abandonó su casa en busca de un sueño: ser figura del toreo. En Portugal, México y España tuvo que madurar, crecer en otros países, con otras culturas y otros idiomas: “Te vas pronto de casa, sin tus padres, sin tu familia y tienes que aprenderlo todo solo y no es fácil. Durante muchos años he estado sin mi familia. Aunque tenía contacto con ellos, durante 20 años he estado sin mi familia a mi lado. Afortunadamente el año pasado se vinieron a Sevilla a vivir. Aunque he estado con gente muy buena como el maestro Campuzano, su señora y su familia, que se han portado muy bien conmigo, también es cierto que he tenido que aprender por mí mismo. Quizás eso ha influido en lo que soy. Indudablemente, te pones una coraza”, asegura.

En esa lucha por su sueño, alimentó su sed de triunfo, su ánimo de nunca dejarse ganar la batalla. Ese mismo con el que hoy lucha para evolucionar como torero. Castella trata de conseguir un toreo cada vez más artístico sin dejar de ser el Castella de siempre, el torero ambicioso que le ha dado fama en todo el mundo. “A mí lo que siempre me ha gustado desde pequeño es hacer el toreo bueno, pero comencé muy joven, solo estuve año y medio con picadores, no estaba preparado y tenía que triunfar. No tenía técnica y todo tenía que ser acortar las distancias, arriesgar. Ese ha sido mi sello. Y debo decir que también me gusta comenzar en los medios con esos pases cambiados porque me gusta la revolución y empezar fuerte desde el primer momento. Es lo que la gente espera de mí. A veces cuando no lo hago la gente me dice: Hoy no te he visto con ganas. O: Yo he venido para eso, para ver a ese Castella. Lo respeto y es así”, reconoce.

-Escuchándole, siento que usted tiene una marcada sensibilidad artística, pero a veces parece que en la plaza le gana su parte francesa, si podemos decirlo así, más seca, más fría, más poderosa. ¿Está de acuerdo?

-Puede ser. Yo peleo mucho conmigo por eso. Por eso y por el ansia de querer triunfar. Me gustaría dejar el ansia de triunfo y abandonarme más a la parte artística, pero es que soy un ganador y no me gusta quedarme atrás, me da rabia. A veces me gustaría olvidarme de ese afán, aunque después lo pienso y creo que la gente también va a verme por ese carácter. También debo decir otra cosa.

-Dígame.

-Que muchas veces he cuajado toros y cuando hablan de mí o ponen un vídeo, ponen el videíto del inicio de faena del pase cambiado y no de las tandas buenas, eso también tiene guasa.

-¿No se ha planteado dejar de hacer el inicio del pase cambiado? Decir: Hoy voy a hacer lo que yo siento, no lo que espera la gente de mí.

-Es que a mí también me gusta hacer el pase cambiado. Hay que decir que cada uno hace el pase cambiado como lo hace. Yo nunca he movido el culo para adentro o para afuera. Siempre me he quedado quieto y por eso los toros me han pegado las cornadas más fuertes que tengo.

-¿Se siente atado a su sello?

-Creo que tengo que hacerlo porque la gente viene a verme por ser así. El que banderillea lo puede dejar algún día, aunque no todos los toreros lo han podido hacer y lleva un tiempo para que lo entienda el público. Pero no nos olvidemos de lo más importante, el tema es que también hay que cuajar el toro. A mí me llena, por ejemplo, el inicio de faena a Jabatillo, tan fuerte. De todas maneras, no es descabellado y tiene gran razón en lo que dice, a lo mejor debo dejar eso y empezar las faenas de distinta manera. En Olivenza, por ejemplo, no hice ese comienzo.

-En honor a la verdad, hay que decir que no es su único recurso, hay inicios de faena sentado en el estribo, o agarrado en la barrera, o doblándose con el toro, que son muy toreros.

-Así es, pero parece que eso no lo quieren ver. No lo quieren cantar. Qué le vamos a hacer. Mejor no entrar en ello.

-¿Más técnica y más perfección es igual a menos sorpresa?

-Es que a base solo de emoción no es fácil durar en esto, sobre todo toreando mucho. Si toreas poco, es más fácil. Si las carreras son más cortas y toreas diez veces al año, habrá toreros -tampoco muchos, no sé- que salgan cada día a darlo todo. Cuando se torea todos los días hay que tener un nivel de técnica. No puede ser todo cojones y atragantones. Aunque es cierto que se tiene que torear con el alma.

-También es cierto que ahora los toreros duran mucho. Usted cumple ahora diecinueve años de alternativa.

-Es mucho tiempo. Hoy en día se dura más. Afortunadamente porque esto es una pasión y las pasiones son para toda la vida. Aunque es muy duro, no concibo mi vida en plena forma sin el toro.

-Entiendo que son diecinueve y espera que sean muchos más.

-Serán los que sea capaz de hacer el esfuerzo delante del toro. Cuando no sea capaz, espero saber decir adiós, primero por respeto al toro, después al público y después a mí mismo, porque no me gusta hacer el ridículo delante del público. Espero saber irme a tiempo.

Confesiones

-Un país para vivir.

-España.

-Un país para irse de vacaciones.

-Colombia.

-¿Qué le da el toro?

-Casi todo.

-¿Qué le falta para que sea todo?

-Lo que te da la familia, los amigos… pero las sensaciones, la sinceridad, las incertidumbres… todo eso te lo da el toro. Te llena el alma, el corazón. Para mí no hay nada como la familia, pero cuando estás solo con el toro con 25.000 personas y consigues sensaciones como las de la faena a Jabatillo, en la que consigues hacer en un momento lo que has entrenado toda la vida, eso solo te lo da el toro.

-¿Qué le dan los caballos?

-Tranquilidad, paz e ilusión.

-Un encaste de toros.

-Parladé.

-Una raza de caballos.

-Pura Raza Española.

-Sevilla.

-¿Miura? Jajaja, ahora mismo no puedo pensar en otra cosa -vuelve a reír abiertamente-.

-Beziers.

-Mis inicios, mis raíces.

-Madrid.

-Tocar el cielo.

-México.

-Es imposible describirlo en una palabra. México es muchas cosas para mí. Es muy importante en mi vida y en mi carrera. Allí conocí a mi mujer, allí debuté, allí he vivido de todo. Es imposible encontrar una palabra para llenar todo eso.

-Un torero que le haya marcado.

-Manolete, solo con ver sus imágenes y sus formas, con saber lo que ha hecho en su vida y su fuerza de ir a la contra de muchas cosas, solo con eso ya me marcó.

-¿Sabe que la casa de Manolete la van a convertir en un restaurante?

-Pues habrá que ir… -hace una pausa-. ¿Me lo está diciendo en serio?

-¿Que van a hacer un restaurante en la casa de Manolete? Por supuesto.

-Pensaba que era una guasa. ¿Cómo puede ser eso? De verdad que pensaba que estaba de broma.

-Ojalá.

-¡Vaya tela!

-Seguimos.

-Diga.

-Si le proponen como a otros compañeros entrar en política dice que sí o que no.

-No, no, no. Yo lo respeto mucho, pero ahí no me quiero meter. De todas maneras, lo respeto mucho.

Fotos: ARJONA

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