OBITUARIO

Fallece Ricardo Chibanga

Nacido en Mozambique, tomó la alternativa en 1971 en Sevilla de manos de Antonio Bienvenida
Andrade Guerra
martes 16 de abril de 2019

El matador de toros Ricardo Chibanga ha fallecido este martes en su domicilio de Golegã (Portugal) tras haber abandonado hace unos días y tras un mes ingresado el Hospital de Torres Novas en el que fue atendido tras sufrir un ictus. El diestro contaba con 76 años de edad y fue el primer torero africano en alcanzar proyección internacional, al actuar reiteradamente, además de en todas las plazas lusas, en España, Francia, México, Venezuela, Estados Unidos, Canadá, Macau e Indonesia -donde toreó en un estadio con más de cien mil localidades-.

Nacido el 8 de noviembre de 1942, en la ciudad de Lourenço Marques, entonces capital de la provincia portuguesa de Mozambique, Ricardo Paulo Chibanga era el cuarto de siete hermanos. Los ídolos de su juventud fueron los espadas portugueses Diamantino Vizeu y Manolo dos Santos. Precisamente Dos Santos fue quien le dio el gran impulso a su carrera siendo empresario de Campo Pequeno y de veinte plazas más ya que con él se presentó con éxito en la Monumental de Lisboa en mayo de 1964. Triunfó como novillero a finales de los años sesenta, especialmente en las plazas lusas de Vila Franca de Xira, Santarem y Campo Pequeno. Posteriormente se mudó a Sevilla para desarrollar su carrera en España, anunciándose como El Rey Africano.

El 15 de agosto de 1971 tomó la alternativa en la Maestranza de Sevilla, de manos de Antonio Bienvenida y con Rafael Torres como testigo, lidiando toros de Pérez Angoso. Posteriormente, también dejó su sello en otras plazas de máxima importancia como Madrid o Barcelona, llegando a torear también en países como Francia, México y Colombia. Ricardo Chibanga desarrolló progresivamente su peculiar estilo, basado en un enorme valor a la par que unas grandes facultades físicas que le permitían ejecutar un toreo espectacular en los tres tercios, convirtiéndose en un auténtico ídolo popular.

Durante su larga trayectoria profesional sufrió varios percances, el más grave tuvo lugar en la madrileña plaza de Vistalegre, cuando recibió una cornada en el cuello al recibir al toro de rodillas en la puerta de chiqueros. La última vez que se vistió de luces fue en Macao en 1999, coincidiendo con los actos que se organizaron con motivo del regreso de la colonia portuguesa a la soberanía de China. También probó suerte en el empresariado taurino.

Todos cuantos conformamos APLAUSOS lamentamos su pérdida. D.E.P.

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