La Pincelada del Director

Toca seguir remando

Los resultados de las elecciones no han favorecido los intereses de la tauromaquia. Queda tener fe en los mecanismos de la democracia para que se imponga entre los ganadores una postura de respeto y consideración a nuestros derechos
José Luis Benlloch
martes 30 de abril de 2019

Este domingo se la jugaba España en las urnas. Y por ende se la jugaba el toreo que es España tanto como lo que más y desde luego más que muchas de las cuestiones y hábitos que andan empeñados en imponernos. No salió/salimos, al toreo me refiero, bien parados. Los partidos que se han mostrado beligerantes con la tauromaquia siguen en posiciones de darnos guerra así que habrá que seguir remando para afrontar arbitrariedades y defender nuestros derechos. Nada nuevo. De la última legislatura ya salimos con una sensación de abandono de lo más dolorosa, escribí este fin de semana en Las Provincias. Tanto el aficionado como el profesional hemos vivido en el más profundo desamparo político y, por extensión, administrativo, que nos empujaba -no es una sensación, es una realidad- hacia una condición de ciudadanos de segunda en la que el respeto y los derechos había que arrancarlos frecuentemente en los juzgados. En realidad no era nada nuevo. Se trataba de una desatención crónica. La única novedad en los últimos tiempos era/es la creciente ola del animalismo que ha agravado más si cabe la situación. Una labor de zapa y un efecto contagio desde otras latitudes, mayormente el mundo anglosajón y los intereses de las multinacionales de las mascotas, mercantilismo puro, tantas veces mentados y denostados por nuestra parte, nos han llevado a una situación extrema cuya única lectura positiva había sido la reacción que ha provocado semejante avasallamiento, que, por el momento, no parece que haya sido suficiente.

“Los resultados de las elecciones no han favorecido los intereses de la tauromaquia. Queda tener fe en los mecanismos de la democracia para que se imponga entre los ganadores una postura de respeto y consideración a nuestros derechos”

Esperábamos/deseábamos que con las elecciones del domingo esa situación de oprobio constante variase sustancialmente. No ha sido así. Toca mantenerse alertas, activos y creer. Hay que tener fe en los mecanismos de la democracia para que finalmente se imponga entre los ganadores una postura de respeto y consideración hacia quienes más allá de los resultados de las urnas somos una parte importante de la población con unos derechos que no se pueden conculcar en nombre de las corrientes ideológicas o modas de espíritu economicista. No me atrevo a reconocer un estado de Apocalipsis taurina porque sería una invitación a rendirse y no toca, pero… pero duele y preocupa.

En la Comunidad Valenciana, donde hay que reconocer que el toreo siempre encontró respaldo entre los dos partidos mayoritarios, se había iniciado en los últimos tiempos una deriva negativa por iniciativa de los nuevos -Compromís al frente- que estaban haciendo todo el mal que podían y más, cierre de plazas, Xàtiva, Monòver, Villena…, retrasos de los acuerdos pactados con la Federación de Bous al Carrer, inconvenientes varios, martingalas por doquier… y tampoco aquí los resultados de las urnas han mejorado la situación. A remar pues, a defendernos con más ahínco si cabe.

“Ante esa situación Sevilla y su inmediata feria, que mantiene su magia, se presenta como un balneario para curar heridas y levantar el ánimo. Argumentos taurinos le sobran”

Todo eso sucede en vísperas de la Feria de Abril, que mantiene intactas sus galas y su magia más allá de cualquier realidad política. Daba gusto ya el Domingo de Resurrección, pequeña revancha, cómo prohombres y promujeres de los partidos más relevantes hacían profesión de fe taurina. Sería hermoso que una vez pasado el trance de las urnas mantengan su postura y sigan pasando por las plazas. Necesitamos variar la inercia de los últimos tiempos, en los que se empeñaron en liquidarnos o, en el mejor de los casos, en borrarnos, invisibilizarnos como dicen esos mismos políticos. Pero no solo de políticos vive la relevancia social y, pase lo que pase, Sevilla sigue siendo irresistible para artistas, intelectuales, millonarios y currantes, foráneos y locales, para camborios y payos, Sevilla sigue siendo un sueño, por Sevilla mismamente y por sus carteles, que este año pueden presumir de haber reeditado su espíritu más sevillano: cuatro tardes Morante, Manzanares, Juli, Roca… miuras, victorinos, fuenteymbros… debutantes de nota alta, figuras –Castella– apostando a miuras, varios cartelitos de no-quedan-localidades a punto, es natural, y la ilusión afilada… Sevilla es mucho Sevilla y en estos momentos un lugar perfecto para comenzar a rearmarse para afrontar lo que se viene encima si los partidos menos favorables al toreo se mantienen en sus trece.

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