Guillermo Hermoso: “Quiero separarme de la carrera de mi padre”

El próximo domingo 5 de mayo Sevilla vivirá uno de los hitos de su Feria de Abril, el regreso de uno de sus ídolos a la Maestranza nueve años después, Pablo Hermoso de Mendoza, para darle la alternativa a su hijo Guillermo. La constatación de que la estirpe navarra continúa galopando por las ferias taurinas del mundo. Juventud, pasión y frescura aporta este nuevo Hermoso de Mendoza, manteniéndose fiel al clasicismo y la pureza que mamó de su padre y que lo llevó a convertirlo en punto y aparte de la historia del toreo a caballo. El turno ahora es para este joven centauro, que debe escribir su propia historia. Una historia que acaba de empezar

Fotos: pablohermoso.net

Apenas quedan unas horas ya para esa gran cita de Sevilla en la que el nuevo Hermoso de Mendoza tomará la alternativa. Han sido días de tomar decisiones respecto a las cuadras de ambos, de poner a punto los nuevos valores y de afinar los consagrados, así que tan importante es la doma en la pista cubierta de casa como los tentaderos en la plaza de tientas. Su mente está puesta en la Maestranza, donde llega con especial optimismo tras su triunfo de cuatro orejas y rabo en Talayuela, en lo que supuso el cierre de una etapa con novillos. Ahora le espera un eslabón superior en su carrera.

-¿Cómo se viven estos días previos a una cita tan especial?

-Son sensaciones que no había tenido ni me imaginaba que me podían pasar. Estoy montando mucho, voy muy responsabilizado, pero nervioso por ese salto tan importante. Hay noches en las que sueño momentos de la alternativa, cómo pueden salir las cosas, hay sueños bonitos pero también me levanto angustiado otras veces por la incertidumbre. Además, es una plaza que no conozco, no he estado nunca.

-¿Nunca?

-Nunca. Una vez estuve en Sevilla de paso, porque iba a la finca de Santi Domecq, y pasé con el coche por el lado de la Maestranza para verla. Nada más. He tenido la suerte de conocer casi todas las plazas de España por acompañar a mi padre, pero Sevilla no la conocía, ya que hacía años que mi padre no toreaba allí. Será mi presentación en la Maestranza.

-Parece que fuera ayer cuando decidió dar el paso de seguir el camino de su padre.

-Ha sido todo muy rápido porque debuté hace apenas tres años, aunque profesionalmente inicié mi carrera a finales de 2017. En julio de aquel año acabé mis estudios, durante el verano toreé dos corridas para prepararme, en Mejanes y Estella, y en octubre comencé mi primera campaña en México. Fueron una veintena de festejos tras los cuales comencé la temporada española en 2018. Así que prácticamente llegaré a Sevilla con alrededor de 55 festejos, muchos de ellos en plazas importantes como Bilbao, San Sebastián, Logroño, Salamanca… No sé si habrá sido precipitada la idea, pero lo hemos hecho por el bien de las corridas, para que sean completas con toros.

“Quiero separarme de la carrera de mi padre, que ha sido el que me ha impulsado y ayudado en este inicio. Ya tengo ganas, porque quiero competir con todos mis compañeros y abrir los carteles”

-¿Crees que se puede notar mucho la diferencia de matar novillos a toros?

-Este año en México he matado algunos toros para acostumbrarme y la verdad es que no he notado gran diferencia. Sí la noté mucho en España la temporada pasada, puesto que los novillos, al final de la faena, seguían y seguían, se quedaban más corretones y no tenían el aplomo de los toros tan necesario para poder hacer bien la suerte de matar. En San Sebastián por ejemplo, lo que maté eran prácticamente toros, les faltaban veinte días para cumplir la edad… así que en ese sentido no me preocupa el volumen ni la seriedad. Sí que va a cambiar una cosa.

-¿Cuál?

-Que jamás voy a volver a matar novillos.

-Sigue los pasos de su padre en ese sentido.

-Es algo que impulsó él en el rejoneo y que yo he querido seguir. No veo correcto que un día mates dos toros en una plaza de primera y al día siguiente mates dos novillos en un pueblo. Aunque no esté contemplado en el reglamento del rejoneo, queríamos marcar esas etapas como sucede en el toreo a pie y estructurar así la carrera.

-¿Por qué Sevilla?

-Hacía muchos años que le venía proponiendo a mi padre que volviera a Sevilla, que quería verlo en esa plaza en la que tiene un idilio especial. A día de hoy, el último en cortar un rabo en Sevilla ha sido él. Al final, este año se dieron las circunstancias idóneas, la empresa apoyó el cartel y para mí es un regalo poder tomar la alternativa en semejante escenario gracias a lo que mi padre ha conseguido allí.

-Se habrá movilizado mucha afición de Navarra.

-Y de México. Pero sí, de mi tierra irá mucha gente y cómo no, mi familia. Mi madre no pudo evitar contárselo a la familia desde mucho antes de que se hiciera oficial y desde entonces reservaron hoteles y demás. La única de la familia que se quedará en casa será mi abuela, la madre de mi padre, que lo pasa muy mal cuando va a la plaza.

PUNTO Y APARTE

-Ahora se inicia una nueva etapa en la que su padre empieza a soltarle la mano y a cabalgar en solitario.

-Comienza lo serio. Quiero separarme de la carrera de mi padre, que ha sido el que me ha impulsado y ayudado en este inicio. Ya tengo ganas, porque quiero competir con todos mis compañeros y abrir los carteles, a diferencia del año pasado, que al torear los dos siempre quedaba un puesto menos para competir. Por eso, la idea es separarnos un poco después de la alternativa, aunque no dejaremos de torear alguna corrida juntos. Me siento muy ilusionado por todo ello, aunque responsabilizado a la vez.

-Cuando te refieres a competir con todos… ¿es con todos?

-Así es.

-Se tendrá que ver la cara por tanto con Diego Ventura.

-En ese sentido mi padre siempre me ha transmitido que hay que saber separar las cosas y que ellos tengan sus diferencias personales no implica que me tengan que afectar a mí. No tengo absolutamente nada contra él, así que en la plaza nos tendremos que ver.

-Durante todo este periodo… ¿le ha sorprendido todo lo que ha conseguido hasta ahora, cómo ha sido su evolución? Fue una apuesta arriesgada anunciarse en plazas de tanta categoría y en carteles tan fuertes sin apenas rodaje. Un arma de doble filo.

-Sí, me ha sorprendido la evolución. Yo tenía mucha incertidumbre pero tras ver cómo sucedieron las cosas en mi primera temporada en México, no sabíamos ni cómo íbamos a plantear la temporada española. Pero todo fue muy bien, por lo que decidimos dar el salto a esas plazas importantes a las que debes llegar muy preparado. Me sorprendió todo eso. Cada tarde era un paso más, corté un rabo en Nimes, dos orejas en Jerez, en Bilbao tuve una de las actuaciones más completas de la temporada en cuanto a sensaciones y ver a la gente entregada conmigo, en San Sebastián corté las orejas, en Valladolid, Almería…

“No tengo absolutamente nada contra Diego Ventura, así que en la plaza nos tendremos que ver. Que ellos tengan sus diferencias personales no implica que me tengan que afectar a mí”

-¿Con qué Guillermo nos vamos a encontrar este año?

-Creo que un poco más asentado que el año pasado, más maduro en cuanto a saber estar en la plaza, más acoplado con los caballos, hacer las suertes mejor, el sentido de los terrenos, que las faenas tengan una mejor estructura… Todo eso creo que lo he mejorado tanto en la temporada mexicana como este invierno en casa. Pero no me gusta mucho hablar de mí, eso lo tendrán que valorar ustedes los críticos taurinos.

-Eso sí, sin perder de vista la estela de la pureza que ha mamado en casa.

-El toreo puro y clásico es el que más me llena, y cuando haces las cosas de verdad, resalta mucho más. Eso es lo que busco, aunque nunca puedes llegar a la perfección porque mi padre, por ejemplo, a día de hoy todavía sigue buscándola.

-La personalidad no se aprende.

-Es innata en cada uno, es algo que no te pueden cambiar por un determinado estilo de toreo. Intento hacer una determinada tauromaquia con mi personalidad y con mis formas de ser y no quiero cambiarlo porque sería algo ficticio. Quiero mantener mi identidad, sin salirme del toreo puro.

-¿En qué es distinto a su padre?

-Salvando las distancias, nos parecemos bastante, aunque yo aporte por mi juventud esa frescura y novedad.

-Su padre siempre ha insistido mucho en la importancia de la equitación para un rejoneador. ¿Se ha preocupado en ser mejor jinete, en perfeccionar la doma?

-Hasta que me tomé el rejoneo como algo profesional, siempre me motivaba mucho más el toreo que el propio caballo. Sí que montaba, incluso toreaba en el carretón o alguna vaca, pero no me tomaba la doma seriamente hasta que poco a poco le he cogido más gusto y me he dado cuenta de que es necesario que para poder torear necesitas unas bases. Si no tienes una bases, en este caso de la equitación, da igual que seas muy bueno, porque al final todo acaba desarmándose por algún sitio.

-¿Ya es consciente de lo que significan los apellidos que lleva?

-Lo sabía desde que nací. Desde pequeño no había una sola persona que no me preguntara si iba a ser torero y claro, me iba dando cuenta de las cosas, además, era un pregunta que no me gustaba que me hicieran, me agobiaba porque prefería no hablar de lo que sentía. Cuando decidí dar el paso ya lo tenía asumido. Sé que he tenido muchas oportunidades gracias a mi apellido. Estoy contento por que el público ha acogido muy bien mi decisión.

-¿Ya tiene el vestido para la alternativa?

-Es algo de lo que no me gusta hablar. Hasta ahora nunca había puesto ni una foto en mis redes sociales sobre el vestido que me iba a poner en determinada tarde porque no me gusta que nadie sepa cómo voy a ir vestido. Mis amigos me han preguntado pero a nadie le he dicho cómo va a ser. Sólo puedo adelantarle que será goyesco, como los que he llevado hasta ahora. Será sorpresa para ese día.