ENTREVISTA

Pablo Hermoso de Mendoza: “Guillermo ahora debe seguir su camino solo”

"Siempre soñé con volver a Sevilla, una plaza tan emblemática para mí, y si además es para ver que se va a doctorar mi hijo, supone un acontecimiento", afirma el rejoneador navarro
Jorge Casals
viernes 03 de mayo de 2019

No hay en estos momentos un padre más feliz y orgulloso de su hijo. Es Pablo Hermoso de Mendoza, quien está viviendo con satisfacción los días previos a la alternativa de Guillermo. Parece que fue ayer y en pocos días su hijo tomará la alternativa.

-Ha sido todo muy rápido, pero las cosas bonitas uno siempre desea que lleguen y no porque sean antes se van a saborear menos.

-¿Está preparado Guillermo?

-Hombre… uno debe llegar a la alternativa preparado, pero todos sabemos que todavía en esos momentos nos falta mucho por madurar. Llega solvente, con lo que se necesita para dar ese paso tan importante, pero está en el principio de su carrera como matador y todavía tiene mucho que aprender.

-Ha sido ejemplar esa manera de apostar primero por una carrera novilleril, para subir después un peldaño más.

-Fue una decisión que yo tomé en mi carrera también, algo que ocurría por primera vez en la historia del toreo a caballo. Ahora sigue él esos pasos, aunque no era fácil porque en el rejoneo apenas hay novilladas y nos hemos visto obligados a componer corridas mixtas. Ese es también uno de los motivos por el que hemos precipitado un poco la alternativa, por esas corridas parchadas, en las que la afición no entendía por qué en una corrida de toros de repente salían dos novillos.

-¿Soñó alguna vez que podía llegar ese momento?

-Sí, algunas veces. Siempre soñé con volver a Sevilla, una plaza tan emblemática para mí como para cualquier torero, y si además es para ver que se va a doctorar mi hijo, un navarro tomando la alternativa en Sevilla, para mí, nuestra familia y todos nuestros seguidores supone un acontecimiento que nos llena de satisfacción.

“Siempre soñé con volver a Sevilla, una plaza tan emblemática para mí, y si además es para ver que se va a doctorar mi hijo, supone un acontecimiento”

-¿Le ha sorprendido Guillermo a lo largo de este corto camino?

-Sí, me ha sorprendido y me he sorprendido yo por esa evolución tan novedosa en la que tenía la incertidumbre de no saber cómo iba a desarrollarse. He tenido varios rejoneadores en casa, pero al ser tu hijo, con unas connotaciones familiares que te condicionan mucho más, no es fácil. Te surgen dudas, no sabes si vas a ser capaz de transmitir lo que quieres, de si le influirás demasiado… son preguntas que uno se hace como padre y profesor, que no son fáciles de canalizar. Pero estoy feliz por todo lo que he vivido con él, es un regalo de la vida poder compartir todos esos momentos maravillosos de mi profesión.

-Si en algún momento sacrificó tiempo de estar con su familia por ser quien es, ahora lo está recuperando.

-Totalmente. Él ha vivido mi carrera a mi lado desde que tiene uso de razón, me ha acompañado a muchas corridas y ha sido un apasionado de la Tauromaquia. Ahora compartimos esa pasión juntos, desde la misma profesionalidad, viviendo esos momentos de satisfacción juntos cuando alguno cuaja un toro.

-Siempre ha dicho que Guillermo era más torero que jinete. ¿Se ha convertido ahora en mejor jinete?

-A él siempre le llamó la atención el mundo del toro, de hecho, él es el que se ocupa de todo el tema del bravo en la finca. Pero desde que emprendió este camino de manera profesional, está más centrado en el caballo porque ve que sus necesidades en la plaza requieren estar más mentalizado en la doma, por eso ahora le dedica mucho más a la equitación que cuando empezó.

-¿Hay caballos que se acoplan mejor con Guillermo que con usted?

-Lo que pasa es que uno llega a un punto de exigencia que muchas veces no te sientes a gusto con algunos caballos. Tu exigencia llega a un límite en el que ellos se encuentran incómodos contigo y mucho más a gusto con Guillermo.

-¿Por ejemplo?

-Hay un caso muy claro como es el de Sherpa, un caballo que debutó en México el año pasado. Cada vez que lo coge Guillermo va más suelto, pero conmigo tengo que reunirlo más, y cada vez que le hago esas modificaciones para mejorarlo, pasa algún bache. Por eso a día de hoy he decidido que los dos toreen juntos porque no es mi estilo de caballo.

“La idea es que él siga por su camino y yo por el mío. Caminando por separado cada uno se va a mantener en el toreo como le corresponda”

-¿Es muy exigente a la hora de que siga los pasos del toreo clásico?

-Sí lo soy porque mi escuela es la del clasicismo, basada en los pilares del toreo a caballo y de la equitación clásica. Sí dejo que él se exprese, que pueda sumar a todo eso su personalidad, pero técnicamente, como cualquier otro chaval que ha pasado por mi casa, si no entiende la equitación de esa manera, pues mejor que se vaya a otro lado.

-Hasta ahora le ha llevado muy arropado. ¿Va a comenzar a volar solo?

-Sí. La idea es que él siga por su camino y yo por el mío, de manera independiente. Eso no significa que no vayamos a coincidir en algún momento. Para mí supone una carga torear juntos, la movilización de caballos, sumarle a mi carrera la presión suya cada vez que toreamos la misma tarde… No debe afectar mi carrera a la suya y viceversa. Caminando por separado cada uno se va a mantener en el toreo como le corresponda.

-¿Qué puede aportar al rejoneo?

-Como cualquier chaval que empieza, lo fundamental es frescura. Necesitamos caras nuevas y juventud que refresque, además, también deben tirar del carro.

-¿Alguna ventaja le dará el día de la alternativa?

-Ninguna. Él tiene la cuadra y la preparación, pero en la plaza no hay ventaja que valga. Indudablemente quiero lo mejor para él, pero yo no voy a aflojar para que eso suceda.

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