FERIA DE SAN ISIDRO

La terna, por encima de la primera corrida de San Isidro

El oficio de Pinar, las ganas de Dufau y el corte de Cortés resuelven ante un encierro de La Quinta al que le faltó finales
Gonzalo I. Bienvenida
martes 14 de mayo de 2019

Fotos: JAVIER ARROYO

Inauguró San Isidro un cinqueño de La Quinta. Amplio dentro de su corta estatura y corto de cuello. Lo recogió con oficio Rubén Pinar. En el caballo no se empleó. La labor del albaceteño destacó por su profesionalidad. Buscó adecuadamente el terreno y la distancia. El de La Quinta no terminaba de pasar, sin maldad y sin poder. Hubo derechazos limpios dentro de la centrada actuación. Estoqueó al segundo encuentro. Silencio.

El grandón cuarto abría la cara con descaro. Atacado de kilos. Su comportamiento evolucionó mucho a lo largo de la lidia. Al principio ni pasaba, se quedaba por debajo en los capotes. Su huidiza condición llevó al picador a emplearse cuando lo tuvo debajo. El toro respondió con pujanza. La humillación empezó a adquirir recorrido y Rubén Pinar le enseñó los caminos genuflexo tras brindar al público. Rompió el toro a embestir por abajo en la muleta del albaceteño. Hubo dos tandas asentadas por los dos pitones, mayor reunión por el derecho. Idéntica colocación de Pinar. Censuraron que se quedase fuera de cacho al tratar de ligar en el tramo final. Estocada trasera tras pinchazo. Se dividieron las opiniones al saludar el torero.

Un imponente cárdeno bragado hizo segundo. Enseñando las palas, serio. Muy limpio fue el saludo de Javier Cortés, aunque el santacoloma repuso desde el principio. En la muleta se dio cuenta pronto de que el mejor pitón era el izquierdo. Hubo naturales ceñidos y despaciosos. El toro agradeció el buen trato aunque le faltó un punto de humillación y otro de desplazamiento. Una costalada emborronó lo realizado. La estocada viajó desprendida. Saludó.

Muy serio y muy fuerte fue el quinto toro de La Quinta. Muy templado se mostró Javier Cortés desde el saludo capotero. Dio espectáculo en varas: derribó en el primer encuentro y se empleó con bravura en el segundo. Bien picado por Juan Francisco Peña. No quiso acudir a por la tercera vara pese a la insistencia general. La alegría del galope hizo presagiar faena grande. La movilidad no estuvo acompañada por la clase propia de esta ganadería. Según se fue desarrollando la faena fue sacando la cara por arriba. Javier Cortés protagonizó una meritoria actuación apostando por el toro primero y tratando de templarlo con su clasicismo después. No agradeció el buen trato. Estoqueó al segundo intento y hubo silencio tras aviso para el torero.

El tercero lució dos perchas impresionantes. Corto de cuello y tan montado en su constitución como en su gesto altivo. A porta gayola lo recibió Thomas Dufau. No humilló el de La Quinta hasta que pasó por el caballo pese a que no fue bien picado. Llegó con movilidad a la franela del francés que, con firmeza, se impuso a la aspereza del santacoloma. Los dos primeros muletazos pasó sin emplearse, después sabía lo que se dejaba atrás. Resolvió con buena actitud y estoqueó al tercer intento. Fue silenciado.

Cerró la tarde otro impresionante ejemplar de La Quinta. Trapío, hondura y fiereza en su expresión. Muchos kilos en su envergadura. Se arrancó espectacular al caballo pero no mantuvo el nivel en la muleta de Thomas Dufau. Echó el freno de mano sin opción alguna. Silencio.

Madrid, martes 14 de mayo de 2019. Feria de San Isidro. Toros de La Quinta. Bien presentados, con seriedad y exceso de kilos. Corrida interesante aunque sin opciones en la muleta en general. Rubén Pinar, silencio y saludos con división de opiniones; Javier Cortés, saludos y silencio tras aviso; Thomas Dufau, silencio tras aviso y silencio. Entrada: Más de media. Entre las cuadrillas, destacó Juan Francisco Peña picando al quinto.

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