“Quiero ser el mejor de mi escalafón”

Tiene la fuerza, la ilusión y la ambición que dan la edad y las ganas de comerse el mundo. El francés Raphaël Raucoule “El Rafi” asegura que viene para ser el mejor y poder vivir de un mundo que le cautivó siendo tan solo un niño. De momento ya ha sido declarado triunfador de la novillada concurso celebrada en Arles hace apenas dos semanas. Con el sabor que deja el triunfo asume su siguiente compromiso que tendrá lugar este domingo en la Maestranza de Sevilla. Convencido de su valía, el nimeño busca ganarse el respeto de la afición española y francesa “gracias a mi personalidad y sé que soy capaz”, asevera.

Con 19 años nos cuenta, en un perfecto castellano, que lleva toda la vida inmerso en el mundo del toro. Cuando apenas había aprendido a hablar ya frecuentaba la plaza de toros de Nimes acompañado de su abuelo y eso, inevitablemente, marca la personalidad y la sensibilidad de cualquier persona. El francés Raphaël Raucoule “El Rafi” sueña con ser santo y seña del toreo en el país vecino, pero reconoce que para eso primero tiene que ser respetado en España. “Llevo dos inviernos viviendo en España, en Salamanca, aunque el idioma empecé a aprenderlo desde que comencé en este mundo y quise ser torero. Aprendía palabras sueltas porque quería darle la enhorabuena a los toreros o desearles suerte y así empecé a aprender, luego también leía mucho las revistas taurinas como la vuestra y poco a poco fui aprendiendo. Aún me queda mucho por mejorar pero me dicen que ya lo hablo muy bien y la verdad es que no me ha costado aprenderlo porque siempre me ha gustado mucho”, admite El Rafi.

El nimeño viene de ser el triunfador en la novillada celebrada en la también ciudad francesa de Arles. “Corté una oreja a un novillo encastado y con mucha raza de Callet, que es una ganadería francesa, y gané el premio al mejor novillero de los seis que participamos en el festejo”. Ha sido un importante arranque de la que será su segunda temporada con picadores: “Estoy muy contento porque está saliendo todo muy bien. Empezamos en un festival muy bueno en Bocairent donde le corté dos orejas a un novillo de Fernando Peña. Estos resultados ayudan a tener la moral reforzada y por delante tenemos una temporada muy bonita, iremos a grandes ferias, a grandes plazas de toros y siempre con el firme propósito de acabar en lo más alto del escalafón novilleril”, asevera El Rafi, quien nos descubre que tras estos primeros compromisos del año “ya han salido varias cosas más. Lo que yo trato es de hacerme un nombre importante en España para que en Francia también me respeten. Los esfuerzos de estos inviernos pasados entrenando en España están dando sus frutos porque la gente ve en mí un torero francés que puede llegar arriba”.

“Trato de hacerme un nombre importante en España para que en Francia también me respeten… Los esfuerzos están dando sus frutos porque la gente ve en mí un torero francés que puede llegar arriba”

Debutó con picadores a inicios de la pasada campaña y, tras rodarse principalmente por escenarios franceses, este año tiene por delante compromisos de gran entidad también en cosos españoles. “Ahora todo viene muy rápido, es verdad que se torea mejor que nunca, los toros son mejores que nunca pero la afición exige más que nunca también. Por eso hay que apostar y estar preparado, física, técnica y mentalmente para aguantar el tirón de la temporada”.

Lo dice cuando a la vuelta de la esquina tiene una cita de relumbrón, la que le espera con la Real Maestranza de Caballería de Sevilla el próximo 26 de mayo. “Ese tipo de retos es lo que siempre he querido. Es lo que me gusta, entreno y quiero ser torero para vivir retos grandes, es lo que me llena de la profesión. Llegar a esa plaza tan bonita es súper emocionante. Siempre he soñado con torear en ella porque siempre me llamó mucho la atención. Va a ser bonito pero luego hay que tirar para adelante. Contemplaré la plaza en el paseo pero después me olvidaré de si estoy en Sevilla o dónde estoy. Estaré con el toro y habrá que tirar para adelante”.

LA RESPONSABILIDAD

Dice que la presión la digiere de la mejor manera que puede ya que venirse abajo o verse superado por las circunstancias no entra en sus esquemas. “Y menos cuando estamos viendo matadores como Roca Rey, que está revolucionado el toreo. Son casos en los que los novilleros debemos fijarnos, con la edad que tiene está a un nivel impresionante. Por eso tenemos que pensar que si él lo puede hacer nosotros tenemos que hacerlo igual o mejor todavía. Hay que ir muy motivado y con la ambición de llegar a lo más alto, ese es mi objetivo de esta temporada, ser el mejor de mi escalafón”.

Para ello el de Nimes asegura que conserva intactas sus mejores cartas. “Mi baza es la personalidad. Creo que lo más importante que hay toreando es la personalidad porque la técnica la tenemos todos casi igual pero lo que yo intento hacer cada tarde es transmitir mi toreo y tener conexión con el público por mi forma de hacer y sentir. Ese contacto con el público es especial y es lo que me hace vibrar. No me considero un torero muy técnico ni muy artístico pero lo que a mí me gusta y trato de llevar a cabo es el toreo de toda la vida, el toreo profundo, puro y el que llega a la gente”.

“Creo que lo más importante que hay toreando es la personalidad porque la técnica la tenemos todos casi igual”

Esta es su segunda campaña con los del castoreño y ya sabe que si algo hay que debe cuidar es la conexión con los tendidos pues es capaz de darle un vuelco a cualquier tarde. “Hay que evolucionar en la tauromaquia y la evolución ahora mismo pasa por llegar a la gente, que capten algo en ti que te haga diferente. Llegar a la gente y ver algo en un joven novillero o matador que destaque que no sea lo que ven todos los días. A mí me gusta mostrar desde que llego a la plaza que tengo personalidad, me gusta fijar la atención de todo el mundo. Es la clave. A la plaza hay que ir con mucha ambición y con ganas de comerse el mundo porque es lo que agradecen los aficionados. Para ir a pasearse mejor quedarse en casa”, reconoce convencido. “Desde luego puedo asegurar que la persona que vaya a verme a la plaza no se va a quedar indiferente”.

Fotos: ISABELLE DUPIN