Nimes, 15 de septiembre de 2018. MatinalSeptiembre de 2018, feria de Pentecostés, coliseo de Nimes y un cartel de lujo con Enrique Ponce y El Juli. Esa fue la culminación en forma de premio a una brillante trayectoria como novillero. La alternativa soñada tuvo, además, el colofón de una Puerta de los Cónsules. Comenzaba un nueva e ilusionante etapa para quien había sido referente liderando el escalafón de novilleros con picadores. Sin embargo, el inicio de temporada de Toñete no ha sido el esperado ni por la afición ni por el propio torero que se ha mostrado atenazado por ciertas críticas y comentarios que durante un tiempo le han venido juzgando anteponiendo sus circunstancias personales a lo realizado en el ruedo. Haciendo gala de una gran madurez y consciente de su situación y de su realidad, Toñete afronta una temporada bonita en la que tendrá que asumir el rango de figura que mantuvo como novillero.
En la matinal de Nimes del 15 de septiembre del pasado año, Toñete cortaba las dos orejas a Asustado, de Victoriano del Río, después de que Enrique Ponce, en presencia de El Juli, le cediera los trastos convirtiéndole en matador de toros. La jornada tuvo su culminación feliz cortando una oreja del que cerró plaza, de Garcigrande, saliendo por la Puerta de los Cónsules en compañía de Enrique Ponce. “Fue un día muy especial, de muchas emociones, no solo por ser el día de mi alternativa sino por lo que ocurrió en la plaza que creo que fue muy importante”, recuerda Toñete, que añade: “También por descubrir la afición de Nimes y que la afición de Nimes me descubriera a mí, creo que hicimos un buen binomio. Por todo, fue una mañana muy especial”.
-De todo lo vivido en aquella jornada, ¿cuáles son los recuerdos que mantiene más vivos en su memoria?
-Más allá del triunfo, que fue muy importante con tres orejas y abriendo la Puerta de los Cónsules, lo más bonito fueron las sensaciones que viví delante del toro, ver que la preparación había sido buena y que llegué a ese día en las mejores condiciones. También fue precioso el binomio que hubo con el público, una comunión muy bonita y muy importante y me siento muy identificado con esa afición. Nimes es una plaza donde da mucho gusto torear porque todo lo que se hace delante del toro es valorado, tanto lo bueno como lo malo. Es una afición muy entregada, con mucha clase y mucha categoría y, sobre todo, con una pasión y una sensibilidad muy especial que no he vivido en ninguna otra plaza. Eso es lo que les distingue. Todo ello unido al marco como es ese coliseo, le convierte en un sitio mágico donde uno sueña con cuajar un toro. Es una plaza que me apasiona.
“La afición nimeña tiene una pasión y una sensibilidad muy especial, no la he vivido en ninguna otra plaza. Es un lugar mágico”
-El escenario y el cartel es el soñado por cualquiera para tomar la alternativa, pero tener al lado a Ponce y El Juli, debe producir, a su vez, una gran responsabilidad. ¿Le pesó?
-En mi caso, cuando uno se centra menos en el triunfo y se centra más en entregarse y hacer las cosas como uno las siente de verdad, es cuando ese triunfo llega. De repente te encuentras con las orejas en la mano. Sin embargo, cuando tienes el triunfo entre ceja y ceja, por lo menos en mi caso, lo que hace es embrutecerme y sacarme del camino. Y así hice ese día y lo disfruté al máximo.
Nueve meses después de aquella corrida, Toñete volverá a pisar el coliseo nimeño el 8 de junio anunciado con Antonio Ferrera y Emilio de Justo con una corrida de Jandilla. “Volver a Nimes es para mí un placer y un honor como torero por lo que significa esa plaza, por las sensaciones tan bonitas que viví allí, y por cómo nos entendimos la afición de Nimes y yo. Estoy muy emocionado con poder volver, son muchas las ganas de que llegue la fecha, de hacer el paseíllo y demostrar que el toreo también es justo cuando uno se lo gana. Nimes me ha recompensado el triunfo haciéndome volver”, asegura el diestro madrileño, añadiendo que: “La afición de Nimes y, por supuesto, del resto de Francia, es muy justa y muy agradecida, que no tiene ningún tipo de prejuicio con los toreros sino que se encarga simplemente de disfrutar, de sentir y de entregarse a lo que se hace en la plaza”.
El matador madrileño hace un balance de lo que ha sido el arranque de temporada, en la que ha estoqueado hasta el momento cuatro corridas de toros -Olivenza, Valencia, Toledo y Mora-: “El inicio de temporada, sin ser malo, me ha servido para aprender. Soy un torero muy nuevo, con seis meses de alternativa y estoy en continuo proceso de aprendizaje. En Olivenza y Valencia me cargué de una presión innecesaria y de una necesidad imperiosa de tener que justificarme, de tener que callar bocas, por decirlo así, y cuando he ido con esa mentalidad no han salido las cosas como he querido, ni como de verdad las siento. No llegué a encontrar las sensaciones que deseaba, ni lo que quería demostrar, ni las cotas que he demostrado anteriormente y todo fue por dejarme influenciar por lo externo, por lo que se hable y lo que se diga, y creo que a un artista como es un torero, eso no le corresponde. Olivenza y Valencia me han servido para darme cuenta de que cuando de verdad siento el toreo y me entrego disfrutando para mí, la gente también disfruta. Tengo que buscar eso y olvidarme de todo tipo de prejuicios y de todo tipo de comentarios”. Profundizando en su reflexión, el diestro añade: “Ese es un tema que, a día de hoy, no me quita el sueño y no le doy mayor importancia, pero creo que se ha sido tremendamente injusto conmigo. A Toñete se le han sacado defectos cuando a otros se les ha tapado y se le han pegado un palo cuando a otros se les ha justificado, y me he dado cuenta que siempre ha sido por causas externas que no dependen de mí, que no dependen del torero o de lo que haga delante del toro, sino simplemente por ser quien soy. No soy un ser extraño sino un chico que quiere ser torero como otro cualquiera y creo que se me debe valorar por lo que haga en la plaza. Sé que mi justicia, donde de verdad se va a ver, es en la plaza y con lo que haga delante de los toros”.
“He aprendido que tengo que entregarme y disfrutar para mí y olvidarme de prejuicios y comentarios. Cuando eso pasa, la gente disfruta conmigo”
-Llama la atención su ausencia de San Isidro en lo que ha sido una decisión personal. ¿En qué está basada?
-Le tengo mucho respeto al toro, al toreo y, por supuesto, a la afición, y creo que cuando uno pisa ciertas plazas tiene que estar a la altura del toro que sale y de las exigencias de esas plazas. Madrid es una plaza que creo conocer muy bien, es donde desde niño he ido a los toros, me he criado aquí, esta es mi casa y esta es mi plaza, y le tengo un respeto tremendo. En ese sentido, al igual que en mi etapa de novillero intenté no dar ningún paso en falso, creo que en la etapa de matador también debe ser así. No estoy rehuyendo a Madrid, quiero ir a Madrid pero ir preparado. Es absurdo ir a esta feria tan importante a tentar la suerte y a ver qué pasa, primero porque no se merece eso Madrid, y segundo, porque no va ni con mi concepto del toreo ni con el compromiso que tengo con mi profesión.
-¿Cuáles son sus objetivos a corto plazo?
-Hay compañeros que sueñan con que esta temporada sea su temporada, con poder triunfar… Yo no. Yo me paro a pensar en el momento y en el ahora, en hoy mejorar, hoy entrenar, hoy ser mejor torero, y cuando día a día te marcas pequeños objetivos y mejoras, lo haces de manera real. Cuando entrenas o te preparas de aquí a una semana o de aquí a un mes para que ese día pasen cosas, creo que eludes cosas del día a día y no te paras a pensar en aquellas cosas del momento que son corregibles y mejorables. Ahora mismo lo que me obsesiona es mi día a día, mi entrenamiento, mi preparación, corregir hasta el más mínimo detalle en lo que es un constante aprendizaje y eso es lo que de verdad me quita el sueño. Quiero ser hoy mejor torero que ayer y así sucesivamente.
