Sevilla
Talavante saludó las únicas ovaciones de la tarde. Foto: ArjonaTalavante saludó las únicas ovaciones de la tarde. Foto: Arjona

Tarde de expectación… decepción de los gaviras

Redacción APLAUSOS
sábado 17 de abril de 2010

Se colgó el “No hay billetes” por primera vez en la feria en una tarde que nació soleada pero ventosa. Desafortunadamente, una vez más se cumplió el dicho y en este caso por la desesperante mansedumbre de los toros de Gavira, el espectáculo quedó en demasiado poco. Alejandro Talavante, firme y centrado, escuchó las únicas ovaciones del festejo con el lote más potable.

El primer gavira salió manseando y rehuyendo de los capotes en lo que fue toda una premonición. Morante planteó el inicio de faena en el tercio pero pronto desistió por el mal estilo del animal, macheteó por la cara y se fue a por la espada. Comprensivo el público, que apenas protestó su decisión. El torero de la Puebla hizo un esfuerzo ante su segundo, otro toro deslucido, geniudo y que lanzaba un molesto derrote en cada muletazo. Mostró valor Morante, que se la puso como si fuera bueno por ambos pitones e incluso logró algún natural de estimable trazo. Hermoso y torero fue el final de faena por abajo en el toreo de castigo.

El segundo, de mejores hechuras, no tomó con mal aire las telas de salida, así como en el quite por chicuelinas de Talavante y en la jaleada y templada réplica por verónicas de Daniel Luque. Brindó al público el torero extremeño y comenzó por estatuarios. En un remate por abajo quedó patente la calidad del toro, lo vio Alejandro y surgió pronto el toreo en redondo por el pitón derecho, con series de muletazos de mano muy baja que hicieron crujir la plaza, en lo que fueron los momentos más lucidos de la tarde. Por el lado izquierdo el toro no fue el mismo y el pinchazo hondo arriba enfrió el ambiente. Saludó Talavante una ovación.

El quinto fue un toro ofensivo de pitones que también manseó descaradamente desde que pisó el ruedo. Trató en vano de sujetarlo Talavante en los medios, siendo lo más destacable de su labor tres series de muletazos sobre la zurda muy al hilo de las tablas. Siempre por encima de su oponente, el extremeño no anduvo fino con la espada.

Daniel Luque pechó en primer lugar con un sobrero basto de hechuras que manseó hasta la extenuación durante toda la lidia. Un auténtico mulo. Imposible el lucimiento pese a que el de Gerena lo intentó todo y se puso por ambos pitones. El que cerraba festejo, burraco, astifino y con casi seis años, pareció querer embestir en el buen saludo capotero de Luque. Pero no. Apenas iniciada la faena de muleta buscó las tablas al igual que sus hermanos y al joven diestro le fue imposible salvar la tarde. Lo mejor, la sensacional estocada con la que tumbó al manso.

Sevilla. Novena de la Feria de Abril. Toros de Gavira, el 3º lidiado como sobrero, bien pero desigualmente presentados. Mansos y deslucidos en líneas generales. Sólo destacó por su clase y nobleza el 2º. MORANTE DE LA PUEBLA: Silencio y Silencio; ALEJANDRO TALAVANTE: Ovación y ovación tras aviso; DANIEL LUQUE: Silencio y palmas. Entrada: Lleno de “No hay billetes”. Destacó con la capa Mariano de la Viña.

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