Román reaparecerá en su Valencia en la Feria de Julio. En esas fechas en las que resucitó para el toreo cuando empezaba a estar olvidado, en ese ciclo en el que tan a gusto se siente, en el que tantas veces ha triunfado -tres puertas grandes como matador jalonan su expediente-. El coso de la calle Xàtiva será el lugar donde Román vuelva a ponerse delante de un toro tras la terrorífica cornada de San Isidro que a punto estuvo de acabar con su temporada o con mucho más que eso. Todos sus esfuerzos se centran ahora en recuperarse al 100%, retomar su estado de forma física y también su sitio ante el toro. El mano a mano con Emilio de Justo, torero al que sustituía cuando cayó herido, se celebrará con toros de Montalvo.
El optimismo reina en cada palabra de Román, habla de su evolución física tras la cornada con una serenidad que asusta. ¿Cómo va la recuperación?
-Muy bien. Los médicos se sorprendieron de que pudiera apoyar tan pronto la pierna. Tomamos la decisión de que desde el día que me subieran a planta, viniera a tratarme mi fisio, Zani Monreal, y así lo hicimos. En el hospital hicimos un tratamiento enfocado a mejorar el drenaje de la pierna, eso produjo que cuando salí del hospital había bajado casi toda la inflamación. El tratamiento es pesado, voy al fisio mañana y tarde, he notado una evolución diaria.
-¿Llegará a su compromiso en Valencia al cien por cien?
-Ahora mismo estoy al ochenta o al noventa por ciento pero llegaré preparado para Valencia. Ha habido una fase en la que me molestaba mucho la rodilla pero ya está superada y la evolución va como un tiro.
-¿En algún momento le ha flaqueado el ánimo?
-Siempre he sido optimista. Lo único que quiero es torear. Quiero volver como me fui. En ese punto. Con la sensación de que me valen el 80% de los toros, que es lo que sentía cuando llegó el percance.
-A pesar de su impulsivo carácter, ha sido muy cauto con los plazos.
-El año pasado tuve tres cornadas fuertes. En todas ellas reaparecí demasiado pronto y al final lo acabé acusando. Toreaba de salón sin estar del todo bien, lo que provocaba vicios y malos hábitos para evitar el dolor. Con esta cornada no quería que me pasara todo aquello. Primero me centré en recuperar la pierna y después, en la tercera semana, ya empecé a torear de salón.
-Tuvo que decir que no a Pamplona y a Santander.
-La verdad es que me costó mucho, pero me veía en el hospital tan jodido en el momento en el que me llamaron… Los médicos me decían que era imposible y ahora que me veo tan bien en tan poco tiempo me arrepiento un poco porque a lo mejor habría llegado pero es cierto que cuando me llamaron parecía imposible. No sabíamos si iba a tener que cortar la temporada.
-¿Cómo han sido sus primeras sensaciones ante los animales?
-He toreado muy poco. Mi amigo José Patón me ha abierto las puertas de su casa y es quien me ha echado algunas becerras. Me noto bien, tengo ganas de enfrentarme al toro ya.
“Quiero volver como me fui. En ese punto. Con la sensación de que me valen el 80% de los toros, que es lo que sentía cuando llegó el percance. Voy con mucha ilusión”
-¿Qué significa para usted como torero valenciano torear en su tierra?
-Ahora que vivo fuera de Valencia es una sensación un poco rara. Por un lado, me hace ilusión saber que va a estar ahí toda la gente que quiero, pero por otro lado me pesa mucho. Más en Fallas porque aún no ha dado tiempo a torear mucho. Voy a esta corrida con mucha ilusión.
-La Feria de Julio siempre se le ha dado bien.
-Es verdad. Recuerdo que desde novillero me han salido las cosas en esas fechas en Valencia. Como novillero corté oreja en dos ocasiones, ya como matador salí a hombros en 2014, en 2016 y en 2018. En 2015 no toreé y en 2017 pinché una faena a un toro de Cuadri al que le habría cortado las dos orejas.
-La corrida reseñada para la ocasión pertenece a la ganadería salmantina de Montalvo.
-Es la primera corrida de Montalvo que voy a torear. Tengo buenas referencias.
-En la presentación de los carteles, Nacho Lloret dejó caer que el cartel había sido idea suya. ¿Cómo fue?
-Una vez que tuve claro que iba a estar para torear en Valencia hablé con Nacho, que además de ser mi apoderado es parte de la empresa de Valencia. Tras varias alternativas le propuse que fuera un mano a mano con Emilio de Justo, que no pudo debutar en Valencia en Fallas por la lesión que tuvo a principio de la temporada. Creo que es un torero muy importante en este momento, además le sustituí en la corrida de Baltasar Ibán en la que caí herido. Creo que es un mano a mano con mucho sentido.
-Por las redes sociales corrió como la pólvora la imagen de Emilio de Justo visitándole en el hospital tras su percance. De alguna forma, la afición les identificó como los triunfadores caídos de San Isidro.
-En el momento en que me visitó, Emilio estaba fastidiado con la clavícula por el percance de Cáceres. Los problemas de huesos son más duros que las cornadas porque la recuperación es más lenta y la rehabilitación es muy aburrida. De broma le eché la culpa a Emilio de mi cornada y le di ánimos para que llevara bien su reposo. Afortunadamente se ha recuperado bien.
-Tanto antes como después de caer herido se puso en duda si había sido oportuno coger aquella sustitución. ¿Qué opina de esa polémica?
-Pese a la cornada, volvería a torear la corrida de Baltasar Ibán. El que mejor se conoce es el torero. Había dejado dos tardes importantes en San Isidro pero quería redondear todo. Aposté y creo que salió bien pese a la cornada. Antes de la cogida, había dejado una gran actuación con ese toro. Esta profesión es muy larga y se trata de ir subiendo peldaños. Esa tarde subí uno.
“No sabía que era tan querido hasta ese momento, he visto todo lo que me apoya la gente. Tengo ganas de volver a sentir el toreo, sobre todo en mi plaza”
-Las miradas también apuntaron a sus apoderados (Rafael García Garrido, Fran Vázquez y Nacho Lloret).
-Como te decía antes, la decisión fue mía. He notado mucho su apoyo e incluso la sensación de culpabilidad, la duda de si se habían equivocado o no, típicas cosas de apoderado. Nadie tiene la culpa de un percance así. Mis apoderados han estado en todo momento al pie del cañón.
-¿Piensa en Las Ventas? ¿Le gustaría volver en esta temporada?
-Nunca he renunciado a ir a Madrid. Me encantaría volver antes de que termine el año.
La cornada que recibió en su ruedo seccionó la femoral. Por ello tuvo que serintervenido en dos ocasiones. Una primera de urgencia de manos del doctor García Padrós y una segunda en el Hospital San Francisco de Asís. Una cornada brutal. La única lectura positiva que se puede extraer es que fue en Madrid.
-Totalmente. Les di las gracias a los doctores por salvarme la vida. En el momento de la cornada sentí el pitón dentro, sabía que me estaba haciendo mucho daño. Vi que no era ninguna tontería por la cantidad de sangre que salía.
-Las redes sociales, tan cainitas algunas veces, mostraron todo su apoyo de forma unánime a Román.
-No sabía que era tan querido hasta ese momento, he visto todo lo que me apoya la gente.
-En la enfermería, durante los momentos más angustiosos, llegó a recordar a Iván Fandiño: “La misma ganadería, un percance fuerte…”
-Somos conscientes de que podemos morir en el ruedo. Me acordé en ese momento tan difícil de Fandiño como le recuerdo todos los días.
-Para que los lectores de Aplausos se hagan a la idea de su rutina de entrenamiento de cara a su reaparición en Valencia, ¿podría explicar cuáles son sus hábitos en este proceso de recuperación?
-Antes he mencionado a mi fisioterapeuta Zani Monreal. Está siendo fundamental su trabajo para mi recuperación. Normalmente voy a primera hora a su clínica, en Madrid, donde me tratan durante una hora aproximadamente. Después hago unos cuarenta minutos de ejercicio para fortalecer la pierna con máquinas específicas o con bicicleta estática. De ahí me voy a El Casar a entrenar a la finca de Eduardo Flores, donde toreo de salón con mis compañeros y trato de coger el ritmo normal aunque sin forzar demasiado. A última hora del día vuelvo a Madrid a la clínica de Zani para una sesión más del tratamiento. De esta forma trato de asegurar una buena puesta a punto.
-Suerte en su regreso a los ruedos.
-Gracias, ya tengo ganas de volver a sentir el toreo, sobre todo en mi plaza.
“Me sorprendió la carta de Ábalos, fue muy bonito”
El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, envió una carta de agradecimiento al matador de toros Román tras el brindis que le dedicó el valenciano en el último San Isidro. En la misiva, el líder socialista confiesa “lo mucho que significó para mí aquel brindis”, a cuenta de que “meses atrás, algunos malintencionados habían cuestionado injustamente mi respeto hacia la lidia y cuanto representa el mundo del toro”.
Para Román ha sido una alegría recibir la carta del político: “Me sorprendió. Es bonito el agradecimiento y las palabras”. El secretario de Organización del PSOE e hijo del novillero del siglo pasado Carbonerito quiso aclarar en el texto la polémica en la que estuvo inmerso hace unos meses tras referirse al mundo del toro y de la caza como “casposo”: “Siempre he cultivado un sincero aprecio por la Fiesta. Aunque nunca he necesitado que nadie certifique el alcance de mis afectos, aquella falsa polémica me dolió”.
Román reflexiona sobre la postura de los políticos: “El principal problema que tenemos es que politizamos demasiado la fiesta de los toros. Me hacía ilusión que el ministro no se escondiera, que estuviera ahí. La tauromaquia es de todos y no hay que esconderse”.
Ábalos expresó en su escrito lo bien que se había sentido en la plaza de toros: “Reencontré en Las Ventas algunas de las grandes cosas que los aficionados apreciamos de la Fiesta. El ambiente era estupendo y los toros, buenos. Además, recibí no pocas muestras de afecto y, para colmo de mi satisfacción, me brindaste un toro y bordaste una gran faena”. El ministro se despidió de Román alegrándose por la gran recuperación. Asimismo, el torero valenciano le invitó a su reaparición a través de un tuit de agradecimiento.
Fotos: ARJONA
