Fotos: TEMPLAÍTO
Excelente la corrida de El Parralejo. Por presentación y juego. Con un denominador común: la bravura. Pelearon en el caballo y luego afloraron muchas virtudes en la muleta. El mejor lote de la tarde cayó en manos de Jesús Duque. Y lo aprovechó el de Requena, que abrió la puerta grande y volvió a triunfar en su tierra.
Peleó bien en varas el primero de la tarde. No pudo lucirse con el capote Jesús Duque por el fuerte viento, que fue durante toda la lidia un duro oponente. Se arrancó con buen tranco y vistoso galope en el inicio de faena. Buena condición tuvo el de El Parralejo. Duque, valiente y animoso, arrancó alguna tanda meritoria cuando expuso con firmeza. Mató de una gran estocada y a sus manos fue a parar la primera oreja de la tarde.
El castaño que hizo cuarto, hondo y con plaza, fue otro buen toro de El Parralejo con muchas virtudes y que permitió a Jesús Duque mostrarse más reposado. El de Requena, que brindó a Román, aprovechó la franqueza y el son del astado para redondear una labor muy animosa en la que no se dejó nada en el tintero. Mató de una buena estocada al segundo encuentro, siendo premiado con una oreja que le abría la puerta grande.
VAREA, LA FAENA
El segundo de la tarde, un castaño con cuajo, también empujó con fuerza en varas. Galopó en banderillas permitiendo el lucimiento de Raúl Martí y Diego Valladar, que se desmonteraron. Varea, que brindó a Santiago López, encontró la inspiración frente a un toro excepcional de El Parralejo, con una embestida excelsa. Afloró el empaque y el toreo personal del castellonense, que compuso con gusto sobre ambas manos. Hubo naturales que fueron una delicia. Precioso el cierre con trincherillas y el toreo a dos manos. La espada, su talón de Aquiles, le birló el premio y todo quedó en una sonora ovación.
El inválido quinto fue devuelto. En su lugar salió un sobrero de Las Ramblas que se escupió en varas y se mostró abanto y sin celo en los primeros tercios. En banderillas se venció en todo momento por el pitón derecho, abriéndose más por el izquierdo, lo que obligó a Varea a echarse de primeras la muleta a la zurda. Se movió el toro pero sin clase ni ritmo alguno, y esta vez las musas no estuvieron de parte del castellonense. De nuevo se le atascó la espada.
Antes de abandonar la plaza, Varea le obligó al presidente de la peña taurina de su localidad a que le cortase la coleta en un gesto de rabia e impotencia por no poder triunfar.
LA RAZA DE CHOVER
Jesús Chover recibió al tercero en la puerta de chiqueros, como es habitual en su repertorio explosivo. Se lesionó el toro en el primer encuentro con el caballo y fue devuelto a los corrales. Volvió a irse a chiqueros con el sobrero del mismo hierro, otro toro que de nuevo peleó en el caballo. Banderilleó con voluntad Chover, que brindó la faena a Román. Tomó bien los engaños el toro, con calidad y por abajo, pero con el fuelle justo, lo que hizo que la faena del valenciano no tomara vuelo.
Cerró plaza uno de los toros de mayor calidad de la tarde. Su fijeza, la manera de colocar la cara por abajo, su despaciosidad para deletrear el toreo… una embestida de categoría que hasta permitió a Jesús Chover mostrar su versión más pausada. El mal uso de los aceros le impidió tocar pelo.
Valencia. Viernes 26 de julio de 2019. Feria de Julio. Toros de El Parralejo, el 3º como sobrero, bien presentados, con cuajo, de buen juego en general; y un sobrero de Las Ramblas lidiado en 5º lugar, deslucido. Jesús Duque, oreja en ambos; Varea, ovación con saludos tras aviso y silencio tras aviso; Jesús Chover, silencio y silencio tras aviso. Entrada: Un tercio de plaza. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Marcelino Rodríguez “El Temerario”, novillero, banderillero y empresario.
