FERIA DE JULIO

El clasicismo y la elegancia de De Justo embelesan a Valencia

El extremeño paseó la única oreja del mano a mano tras ofrecer una gran dimensión con el mejor lote, y solo el palco y la espada en el quinto le impidieron salir a hombros; Román se justificó en su reaparición tras toparse con el lote de menos opciones
Jorge Casals
sábado 27 de julio de 2019

Fotos: TEMPLAÍTO

La tarde comenzó con emociones. Román, que reaparecía tras la grave cornada sufrida en Madrid, fue recibido con una fortísima y sentida ovación por su público, entre gritos de ¡torero, torero! Era su tarde, aunque el juego de los toros impidió que Román pudiera demostrar todo lo que llevaba dentro en tarde tan señalada. El mejor lote se lo llevó Emilio de Justo. Tres toros de nota alta, bravos y enclasados, que le permitieron sacar lo mejor de su toreo. Cautivó a la afición valenciana y aunque la espada y el palco le cerraron la puerta grande, su tarde permanecerá en el recuerdo.

La faena de Emilio de Justo al noble toro que abrió plaza estuvo impregnada de clasicismo y perfume caro. Metió al público en faena desde el sabroso inicio de la misma. A partir de ahí, todo cuanto hizo tuvo despaciosidad y mucho sentimiento, bajo los cimientos del toreo clásico. La manera de embarcar, de acinturarse con el toro, todo muy embraguetado y en el sitio, con una colocación perfecta… Una delicia, sobre todo los despaciosos naturales y una tanda a pies juntos de mayor cotización ante un toro que fue un buen colaborador. Dejó una gran estocada en todo lo alto, pero no cayó el toro y lo emborronó todo con la cruceta.

El tercero de la tarde fue un toro notable de Montalvo que tuvo un fondo de bravo sensacional y que se encontró con un torero en plenitud como Emilio de Justo que supo extraérselo. Faena in crescendo, con un toro también a más y que acabó embistiendo con mucha calidad, franqueza y humillación. El extremeño cautivó con otra faena de mucho empaque. De nuevo la apertura de faena, genuflexo y en redondo, tuvo categoría, como el resto de pasajes, de mucha plasticidad. El toreo de frente y a pies juntos alcanzó belleza superlativa, como, de nuevo, la gran estocada que remomoró las efigies de Benlliure. Oreja con fuerte petición de la segunda.

Otro toro importante fue el quinto, que se vino arriba en la muleta, donde sacó un fondo de bravura y calidad que permitió a Emilio de Justo realizar otra faena de sello clásico. Sobre la diestra afloró el toreo caído de hombros, repleto de naturalidad, con la expresión abandonada. Pero lo mejor llegaría al natural, con el mejor pitón del toro, por donde se desplazó un tranco más. Aunque faltó una tanda rotunda, sí hubo muletazos muy puros y de largo trazo, profundos como la embestida del toro. Esta vez no hundió el acero hasta el tercer encuentro por lo que se le esfumó el premio y la puerta grande.

ROMÁN, ACTITUD FRENTE AL PRIMERO

No fue un toro fácil el de la reaparición de Román. Lo puso a prueba y el valenciano respondió con la raza de siempre. La actitud intacta, ninguna secuela aparente salvo la espada, donde no pareció muy seguro. Brindó el toro de su reaparición a José Luis Ábalos. Faena a más en la que poco a poco acabaron entendiéndose ambos protagonistas. Más abrigado en tablas y teniendo cerca toriles, se encontró más a gusto el toro y embistió con más acometividad. Y entonces surgió el mejor Román, que hilvanó los muletazos por abajo con la frescura que siempre le ha caracterizado. Finalizó con unas arrebatadas luquecinas que puso al público en pie. Se le esfumó el premio con la tizona.

El cuarto fue devuelto por falta de fuerzas. Salió un sobrero del mismo hierro. Raúl Martí pasó apuros en banderillas. Esperó el sobrero de Montalvo y le hizo hilo a tablas, donde, con el de plata a merced, le perdonó. Afloró su orgullo y dejó el de Foios un buen par en su segundo encuentro aunque, de nuevo, el toro hizo por él. Esta vez el capote del sobresaliente, Víctor Manuel Blázquez, le salvó de un nuevo susto. Apagado y sin nada dentro, el toro imposibilitó el lucimiento de Román.

Lo intentó sin opciones Román frente al apagado sexto, que no tuvo ni celo ni raza para perseguir los engaños.

Valencia. Sábado 27 de julio de 2019. Feria de Julio. Toros de Montalvo, el 4º como sobrero, bien presentados y de buen juego salvo 4º y 6º, más aplomados. Emilio de Justo, palmas tras dos avisos, oreja con fuerte petición de la segunda y vuelta al ruedo; Román, palmas tras dos avisos, silencio y silencio. Entrada: Media plaza. Se desmonteraron en el 3º Morenito de Arles y Manuel Pérez Valcarce.

La junta directiva de Tendido Joven hizo entrega a Román de un detalle por su reaparición y “por los valores que representa”. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Curro Valencia, fallecido en este mismo ruedo el 27 julio de 1996.

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