CORRIDAS GENERALES

Emotivo adiós de El Cid y nuevo paso al frente de De Justo con exigente victorinada en Bilbao

Ambos pasearon sendas orejas y el cacereño solo pudo lidiar un toro por el percance que sufrió en su primero; Curro Díaz lidió tres toros con solvencia y buena actitud; la corrida resultó complicada para los toreros
Redacción APLAUSOS
domingo 18 de agosto de 2019

Fotos: ARJONA

Al primero le costó desde su salida salirse de los vuelos de los engaños. Curro Díaz trató de hacerle romper sobre la diestra en una labor muletera de mérito por la compleja condición del victorino, que resultó exigente. Solventó con firmeza y buen oficio antes de matar de una estocada y saludar una ovación.

El cuarto, sin recorrido, parado y complicado, resultó prácticamente imposible. Curro Díaz, que recibió un pitonazo en el pómulo izquierdo, se puso en el sitio, pisó el ruedo con firmeza y mostró que no había posibilidades. Tras matar a la “prenda” el público valoró su actitud ante las dificultades y le obligó a saludar una ovación.

Lidió en sexto lugar el segundo toro del lote de Emilio de Justo -que resultó herido por su primero-. Fue otro toro complicado, que no acabó de pasar nunca. Curro anduvo firme, robando por momentos muletazos de calidad, pero la faena no pudo tener continuidad por la condición del animal, que protestaba y se quedaba cortito. Mató bien, de una estocada, y saludó una ovación.

Humilló y se desplazó de salida el segundo, recibido con suavidad por El Cid a la verónica. El toro dio un cambio brusco en su condición tras pasar por los picadores. El sevillano brindó la faena al letrado Joaquín Moeckel. La labor ganó enteros cuando el de Salteras bajó la mano y condujo con largura la exigente embestida. El de Victorino no regaló nada, pidió papeles y lució seriedad e interés en su comportamiento. Los pasajes más logrados llegaron en el toreo al natural. Por momentos la zurda de El Cid recordó a la de sus mejores tiempos. Concluyó la lidia con una estocada desprendida y fue premiado con una oreja.

El quinto fue un toro muy complicado. El Cid anduvo queriendo y tirando de oficio. Se impuso al toro exhibiendo buena disposición, pero mató mal y el premio quedó reducido a una ovación.

Emilio de Justo rayó a gran altura frente al tercero, un toro muy complicado y enterado. La labor del extremeño tuvo emoción, firmeza y mucha verdad. Fue cuajando al victorino -incierto y probón- con series sobre los dos pitones en las que toreó muy asentado. Desengañó al animal a base de firmeza y de consentirle una enormidad. Cuando la faena estaba hecha, quiso apurarla más y resultó atrapado por el toro, que le volteó y le dio una fuerte paliza. Tras un pinchazo, mató de una extraordinaria estocada. La oreja concedida fue de ley. Pasó por su propio pie a la enfermería con un serio desgarro en una oreja y una contusión en la espalda que le impidieron lidiar al segundo victorino de su lote.

Bilbao, domingo 18 de agosto de 2019. Corridas Generales. Toros de Victorino Martín, bien presentados y de juego complicado y exigente con los diestros. Corrida más de público que de toreros. Curro Díaz, ovación con saludos en su lote y en el toro que lidió por De Justo; El Cid, oreja y ovación con saludos tras aviso; y Emilio de Justo, oreja tras aviso en el único que pudo lidiar. Entrada: Un tercio en tarde lluviosa. El Cid fue homenajeado antes del paseíllo con un aurresku de honor y, una vez rotas las filas, fue obligado a saludar montera en mano por el público.

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