Una infección urinaria ha obligado a posponer el traslado previsto de Rafael Cañada a un centro hospitalario del País Vasco, que se efectuará en unos días para que el torero pueda proseguir la rehabilitación más cerca de su domicilio. Cañada permanece ingresado en el Centro de Rehabilitación de Levante, en Valencia, donde lleva desde el domingo encamado por unas fiebres derivadas de la citada infección. “Es una nueva piedrecita en el camino, pero la vamos a sortear también”, apunta el propio Cañada a Aplausos. “La infección es molesta y me provoca fiebres altas, por lo que el proceso vuelve a ralentizarse un poco, pero, con los antiobióticos que estoy tomando, en una semana la infección habrá remitido y los médicos calculan que en unos diez días más o menos podré desplazarme, si no a Francia, sí al menos a algún hospital de Bilbao o San Sebastián para poder estar más cerca de la familia”, señala.
Cañada da pequeños paseos cada día y continúa fortaleciendo el cuerpo tras la grave lesión sufrida en la novillada del pasado 11 de mayo en Valencia. El subalterno francés recibe cada día la visita de distintos profesionales del mundo del toro valenciano. “No me han dejado solo prácticamente ningún día y esa ayuda no pienso olvidarla. Les estaré a todos -como a los médicos que me han atendido tan bien aquí- eternamente agradecido”.
