ENTREVISTA

Lorenzo: “Me jode que digan que soy un torero correcto”

"Hablan de mi técnica como si fuera un defecto. Creo que entender lo que necesita cada toro y dárselo es una virtud”, afirma el toledano
Gonzalo I. Bienvenida
lunes 26 de agosto de 2019

Velero, de La Quinta, le ha vuelto a poner en el ojo del huracán. Gijón, y el resto de aficionados a través de la televisión, le vio cuajar a ese gran toro que aunó las mejores virtudes de Santa Coloma y que perfectamente extrajo, exprimió y potenció Álvaro Lorenzo. Tras no rodar las cosas en Madrid su temporada parecía abocada al silencio pero, golpe a golpe, el toledano está protagonizando una épica remontada. Estudia y ahonda en su toreo con una base de afición incuestionable y el privilegio de estar con la familia Lozano.

-Álvaro Lorenzo se ha reivindicado en Gijón, pero no sólo esa actuación ha sido importante este verano, ¿verdad?

-Ha habido tardes que me han llenado como las de Arles, Teruel, Mont de Marsan o Toledo. En Gijón he podido romper con todo. He sentido que he echado una tarde buena, como otros días, pero se ha sumado a un triunfo rotundo. Este año notaba que estaba a buen nivel pero no terminaba de redondear.

-Cuajó a ese gran Velero, le cortó dos orejas más al toro que completó su lote y triunfó en la sustitución que cogió al día siguiente en El Bibio.

“Si no salen las cosas bien en Madrid se frena todo. No es que mi temporada se acabara, mi obligación es remontar cada campaña pero al no tener suerte en Las Ventas todo se pone más cuesta arriba. Quiero recuperar ese sitio de la primera fila que están ocupando otros matadores jóvenes”

-Me hacía mucha ilusión la corrida de La Quinta. Es una ganadería que te exige conocer el encaste, estar preparado. Disfruté con ese toro desde el capote, lo toreé para mí en el inicio de la faena. Cuando embiste un toro así uno debe buscar estar a la altura. En este caso creo que se mantuvo el nivel durante toda la faena. Nos entendimos los dos. Ha sido una feria que no olvidaré nunca.

-Su paso por San Isidro fue discreto. La suerte negada no le permitió reeditar el triunfo del año pasado. ¿Le ha dejado fuera de juego?

-Si no salen las cosas bien en Madrid se frena todo. No es que mi temporada se acabara, mi obligación es remontar cada campaña pero al no tener suerte en Las Ventas todo se pone más cuesta arriba. Cada tarde he tratado de triunfar, quiero recuperar ese sitio de la primera fila que están ocupando otros matadores jóvenes.

-Además de su triunfo con las figuras en el Corpus de Toledo así como la buena imagen dejada en plazas como Mont de Marsan y Dax, hay una tarde este año de especial relevancia que fue la de Sevilla donde perdió el triunfo con la espada.

-Esa fue una tarde muy importante para mí. El toro de El Pilar tuvo mucha calidad pero estaba al límite de fuerza y de bravura. En esa faena hubo muchas cosas de las que busco en cuanto a distancias, temple, toques… tuvo muchas claves. En Sevilla siempre me he sentido reconocido, también como novillero. Fue una pena que ese día no consiguiera matar bien.

-Sin puntuar, también mostró el centrado momento que atraviesa en Valencia.

-Ese día empecé la temporada con buenas sensaciones, sí. Para triunfar en una plaza de primera categoría como es esa hace falta un toro que transmita. Mi lote fue noble pero le faltó ese punto para llegar más.

“Me jode que digan que soy un torero correcto. Hablan de mi técnica como si fuera un defecto. Creo que entender lo que necesita cada toro y dárselo es una virtud”

-Se dice de usted que es un “torero correcto”. ¿Lo considera un halago o le molesta?

-Me jode que digan que soy un “torero correcto”. Hablan de mi técnica como si fuera un defecto. Creo que entender lo que necesita cada toro y dárselo es una virtud. Entiendo que digan que soy frío, o que me cuesta expresar lo que siento porque es la verdad. Soy tímido, me cuesta fingir en la vida y en la plaza. Reconozco que me cuesta transmitir. Veo que las figuras del toreo aplican la técnica a cada toro que tienen delante y justo eso es lo que trato de hacer. Prefiero que critiquen eso a que critiquen otras cosas.

-¿Cree que su clarividencia para leer el comportamiento de los toros juega en su contra?

-Trato de hacer fácil las cosas más difíciles. No me gusta acentuar los defectos de los toros, trato de buscar lo mejor para cada toro en cada momento. Ese es mi objetivo y mi obligación como torero.

-Esa técnica de la que hablamos será fruto de un trabajo diario además de los entrenamientos lógicos.

-Analizo mucho cada tarde, creo que siempre se puede estar mejor. Esa es mi actitud. Mi objetivo es mejorar cada día, corregir errores, pensar otros planteamientos a los realizados a cada toro.

-También será fundamental estar rodeado de personas del mundo del toro como la Casa Lozano.

“Entiendo que digan que soy frío porque es la verdad. Soy tímido, me cuesta fingir en la vida y en la plaza. Reconozco que me cuesta transmitir”

-Don Pablo Lozano siempre ha estado pendiente de mí. En esta nueva etapa seguimos muy unidos, mantenemos conversaciones a diario, entrenamos juntos… Fernando Lozano me transmite cosas muy positivas, mucha tranquilidad. Como gran torero que es sabe hablarme en cada momento como lo necesito, es un privilegio estar con él. La espada es de lo que más me ha costado siempre y gracias a él he conseguido una regularidad muy importante para mí. Me ha ayudado mucho a corregir defectos.

-¿Se fija mucho en José María Manzanares padre?

-Disfruto y aprendo muchísimo viéndolo en vídeos. Me encanta. Creo que es un torero de época. Es uno de mis toreros, sin duda. No tengo un referente único pero el maestro es el torero en el que todos nos fijamos. Cuando no me encuentro por alguna razón delante del toro recurro a los vídeos de Manzanares padre.

-Su remontada sólo acaba de empezar. Por delante tiene plazas para seguir llamando la atención. ¿Qué citas de las que tiene por delante le ilusionan especialmente?

-Tengo por delante ferias importantes. La más cercana e ilusionante es Albacete. Un cartel estrella con El Juli y un sustituto de Roca Rey. Hay varias citas importantes, espero entrar en Zaragoza tras mi triunfo del año pasado.

-¿Cuál es la clave para mantener la motivación en los momentos más bajos?

-Tengo puesta la mente en ir creciendo cada tarde, aprovechar cada oportunidad que me den los toros, de estar bien en cada corrida. De esa forma, cuando haga balance al final de la temporada se verá realmente un resultado positivo. Cada día que salgo a la plaza busco cortar cuatro orejas. Tengo la ilusión de conseguir ese objetivo cada día que toreo. Motiva mucho.

“Creo que a cada torero se le exige de una forma. A mí se me exige mucho pero me motiva porque significa que soy capaz, que puedo dar más. Me lleva a querer superarme cada día. Mi mayor rival soy yo mismo, me lleva a crecer”

-Unos días después de abrir la puerta grande de Las Ventas en 2018 aseguró que “sólo se trata del primer peldaño”. Su serenidad tras el éxito fue sorprendente.

-El tiempo me ha dado la razón en cuanto a que sólo era un paso adelante. Tienen que llegar muchos más, este año ha llegado alguno más aunque no de tanta importancia. Ni cuando uno corta las orejas lo ha conseguido todo ni cuando no lo consigue está acabado. En el toreo cuenta el día a día, la mejora constante, el continuo progreso. Aquel triunfo ya pasó. Nos tenemos que fijar en las figuras del toreo, no han conseguido serlo gracias a una tarde sino a una trayectoria. Hay muchos casos de toreros que han abierto la puerta grande y luego no han sido figuras. Siempre fui consciente de que aquella tarde iba a ser importante para mí, pero nunca me volví loco pensando que ya estaba todo hecho.

-¿Se siente demasiado presionado? ¿Cree que le exigen más que a los demás?

-Creo que a cada torero se le exige de una forma. A mí se me exige mucho pero me motiva porque significa que soy capaz, que puedo dar más. Me lleva a querer superarme cada día. Mi mayor rival soy yo mismo, me lleva a crecer.

El agradecimiento al punto de partida: La Escuela de Toledo

Álvaro Lorenzo visitó hace unas semanas la Escuela Taurina de Toledo. Donó un capote y una muleta para una rifa. Con los beneficios comprarán becerras para que la cantera pueda desarrollar sus condiciones toreras. Lorenzo no dudó en apoyar la iniciativa: “Me preguntaron si quería colaborar cediendo algunos trastos míos para la Escuela. Estuve con todos los chavales, hacía tiempo que no iba por allí y me encantó. Les he prometido volver pronto. Quiero conocer de cerca al futuro de la Escuela de Toledo. Allí di mis primeros pasos y me veo muy reflejado en ellos. Quiero mantener el contacto, a final de temporada volveré y les daré capotes y muletas”. Guarda grandes recuerdos de sus inicios, donde fue soñando cada vez más grande. Hoy es todo un referente para los alumnos de la escuela que sueñan con ser como él: “Cuando uno empieza tiene muchas ilusiones, cuando yo llegué no tenía ni idea. Muy pronto me propuse ir al campo, después quería ser el novillero puntero de la Escuela, luego quise ser el novillero puntero del escalafón, más tarde llegó el debut con picadores y las ilusiones cambiaron. Otra vez tenía que ser el mejor de mi escalafón, paso a paso. El toreo siempre plantea retos. Me ha ayudado mucho marcarme objetivos e ir consiguiéndolos. Pienso en esos inicios y me encanta por la ilusión que tenía en aquel momento, sin presiones… Sinceramente, son los recuerdos más bonitos que tengo”.

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando