FERIA DE SAN MATEO

Cayetano da un nuevo golpe de efecto a su temporada en Logroño

Tres orejas y puerta grande para el madrileño en un festejo de mucho contenido, en el que Urdiales obtuvo premio en cada uno de sus toros y Ginés Marín también paseó un trofeo
Luis Ruiz
sábado 21 de septiembre de 2019

Fotos: ANDRÉ VIARD / CHOPERATOROS

Urdiales paseó una oreja del primero, un toreable astado de Garcigrande que derribó dos veces en varas, costando un mundo volver a poner en pie al caballo, lo que alargó en exceso el primer tercio. Lo mejor del trasteo del riojano llegó por el lado derecho, ligando series cortas pero intensas. Dio tiempos entre series y, aunque por el pitón izquierdo el animal se desplazó más, lo más templado surgió sobre la diestra, por donde hubo limpieza y pulcritud. Siempre bien colocado, dejó una estocada ligeramente desprendida y tuvo que usar el verduguillo.

Urdiales cortó otra oreja del cuarto, un toro sin casta ni clase y huidizo. El tesón del riojano, muy por encima de su oponente, hizo justa la oreja. Todo fueron pases robados, destacando los naturales finales al hilo de las tablas. Hubo raza y querer. Intentó torearlo en varios terrenos pero fue en chiqueros donde le sacó lo único que tuvo. Estocada desprendida que sirvió.

Cayetano paseó un trofeo del segundo, un toro noble al que le hizo mella un volantín. Cayetano alternó pitones sin excesivas apreturas, recorriendo mucha plaza. Lo más limpio llegó por el pitón izquierdo. Una serie de frente por el lado derecho metió también al público en la faena. Mató de estocada algo trasera pero suficiente.

Cayetano le cortó las dos orejas al quinto, un toro noble que nunca dejó de embestir. Tras un inicio sentado en el estribo y posterior toreo de rodillas hizo arrancar la música. El público estuvo con Cayetano desde el principio. Destacó en las series aseadas y reunidas por naturales. Todo muy variado y en cantidad. El torero quiso el triunfo y lo persiguió con la gran calidad del toro. Faena a más coronada de una gran estocada arriba.

Ginés Marín llevó a cabo una faena con altibajos ante el tercero. Precioso resultó el inicio doblándose por bajo. Pronto entendió la embestida mandando y llevándola hasta detrás de la cadera. Dos desarmes enfriaron el ambiente, recuperado tras un natural invertido. Los adornos por bernadinas fueron el prólogo de una estocada trasera. El meritorio conjunto fue premiado con una oreja.

El sexto fue un toro corretón e huidizo, muy reservón y que nunca terminó de entregarse. Con él anduvo muy dispuesto Ginés Marín. El animal, tardo, siempre se lo pensaba, pero el torero estuvo muy firme, haciendo todo con mucha verdad. Labor sin dudas, más de mérito que de imágenes plásticas. Hubo entrega y firmeza a raudales. Dos pinchazos, estocada y ovación.

Logroño, sábado 21 de septiembre de 2019. Feria de San Mateo. Toros de Garcigrande (1º, 2º y 4º) y Domingo Hernández (3º, 5º y 6º). Correctos de presentación y de buen juego en general salvo 3º y 6º. Diego Urdiales, oreja tras aviso y oreja; Cayetano, oreja y dos orejas; y Ginés Marín, oreja y ovación. Entrada: Menos de media.

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