Desde 2015 un novillero no abría la puerta grande de Madrid. Roca Rey fue quien lo hizo hace cuatro años. Ahora ha sido Tomás Rufo, una deslumbrante aparición. El toledano cautivó en Las Ventas y confirmó en la primera plaza del mundo una trayectoria que ya contaba con dos orejas en otras tantas tardes en este ruedo. Se presentó en las nocturnas y salió a hombros en la Feria de Otoño, apenas tres meses en los que ha pasado de la nada al todo. Cosas del toreo.
– “Salir a hombros de Madrid es el sueño de todo torero. Pero esto solo es el comienzo de una historia que espero que pueda ser importante. El camino es muy largo, nada está hecho”
– “No sé si fue tarde de una, dos o tres orejas. Yo la disfruté mucho. Más que con los trofeos, me quedo con la dimensión que ofrecí”
– “No me gusta mirar más allá ni pensar en situaciones que están por venir o no han llegado siquiera. El mundo del toro puede cambiar de la noche a la mañana. Aunque en mi caso ha cambiado para bien”
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