FERIA DEL PILAR
Julián LópezJulián López

Jorge Isiegas: “Es un día clave, pero ni saldré figura ni se acabará todo”

Después de cuatro temporadas y media como novillero con picadores, dará el salto al escalafón superior este viernes en Zaragoza. Se doctorará ante sus paisanos en uno de los días grandes de la feria y con dos figuras al lado, El Juli y Manzanares. Ambicioso pero realista a la vez. Quiere ser el torero que Aragón necesita, ojalá lo consiga.
Juan Cristóbal García
martes 08 de octubre de 2019

Este viernes 11 de octubre en Zaragoza, su plaza, Jorge Isiegas se convertirá en matador de toros de manos de Julián López “El Juli” y con José María Manzanares de testigo. “La plaza que a mí más me ilusiona para tomar la alternativa y la que tenía en mente es Zaragoza, por eso estoy feliz. Lo que sí es cierto es que lo que nunca soñé y a lo mejor pensaba que no se podía hacer realidad es el día y el cartel con el que voy a tomar la alternativa. Aunque debo decir que llevo tiempo dando la cara e intentando ganarme una alternativa en mi tierra, como así ha sido”, confiesa el torero aragonés, que asegura tener los pies en el suelo a pesar de todo: “Verte anunciado con dos maestros de la talla de El Juli y José María Manzanares y con los toros de Cuvillo es un sueño, es muy bonito, pero al final es un día que va a ser clave para mi carrera y no se puede vivir de los sueños. Hay que tener la cabeza muy fría y ser muy consciente de que ese día va a ser clave. Intento no tener la cabeza en las nubes, no soñar y ser consciente de que es un regalo de la profesión y de Dios ese cartel y tengo que hacer ver que no ha sido casualidad, que hay mucho trabajo detrás y me lo he ganado”.

EN CIFRAS


Jorge Isiegas Meléndez nació el 17 de marzo de 1995 en Zaragoza. Su abuelo, Octavio Isiegas, fue novillero con picadores.
Formado en la Escuela Taurina de Madrid, debutó con picadores el 13 de septiembre de 2015 en Becerril de la Sierra.
En cuatro temporadas y media como novillero ha sumado 45 festejos.
Ha actuado tres tardes en Zaragoza, dos en El Pilar y una en San Jorge. En todas ha cortado una oreja.

La alternativa llega en una temporada dura por la falta de contratos. Hará el paseíllo en Zaragoza con un festival y cinco novilladas en todo el año: Zaragoza, Madrid, Villaseca de la Sagra, Galapagar y Azuqueca de Henares. “Es difícil en tan pocas novilladas que he toreado este año haber sonado y estar en boca de los profesionales y los aficionados, pero creo que al final lo estoy consiguiendo. Fui el triunfador de la novillada de la Feria de San Jorge de Zaragoza, di la cara en Madrid y en Villaseca de la Sagra casi abro la puerta grande, esta última me ha servido mucho, al ser televisada he pasado de estar en el olvido a volver a sonar entre los aficionados y profesionales. Creo que en cuanto ambiente de cara a la alternativa no es fácil llegar mejor con solo esas novilladas”.

Isiegas denuncia la complicada situación por la que pasa el mundo de las novilladas, lo que hace que haya una criba brutal de novilleros. “Es muy difícil entrar en las novilladas y cuando lo haces es en plazas de mucha responsabilidad, luego son novilladas muy exigentes que te obligan a estar muy centrado. En mi caso, este año he matado novilladas de tres encastes diferentes. Atanasio en Zaragoza, santacoloma en Madrid y nuñez, vía Cebada Gago, en Villaseca de la Sagra. Son tres tipos de ganaderías que no son fáciles. Si quieres hacer las cosas por derecho tiene que ser así, por eso hay una criba tan grande entre los novilleros, porque cuando dejas de ser novedad y las cosas no ruedan, es difícil torear”, lamenta.

Estos últimos días ha estado preparándose en el campo, donde se ha enfrentado por primera vez al toro en las ganaderías de La Glorieta y Mollalta. “Hasta estas últimas semanas había toreado novilladas serias en Madrid, en Casarrubios del Monte, en Moralzarzal… pero nunca había toreado un toro. Tampoco he tenido la posibilidad de matar toros en el campo antes, por eso me gustaría agradecérselo a esas dos ganaderías, que me han ayudado mucho desde sin caballos. En cuanto a la sensaciones con el cuatreño han sido buenas, espero que el viernes también pueda acoplarme bien a ellos”, asegura.

A pesar de todo, afirma que la alternativa llega “en un buen momento. Este año me he preparado mucho. He crecido mucho como torero y como persona. Creo que en estas últimas novilladas se ha visto mi evolución, a pesar de no haber toreado mucho. Si Dios quiere, en Zaragoza intentaré dar un buen toque”. El 11 de octubre pondrá fin a cuatro temporadas y media como novillero con picadores en las que ha sumado 45 novilladas, “que para los tiempos que corren no están nada mal”, apunta Isiegas, aunque reconoce que las cifras “pueden resultar un poco engañosas porque las temporadas en mi carrera las he comenzado en septiembre, con lo que ha habido mucho tiempo de quedarme parado”.

Hablamos con Isiegas en la víspera de su despedida como novillero, que estaba prevista para el pasado viernes en Azuqueca de Henares. Aragonés pero afincado en Madrid –“si se quiere ser torero hay que salir de Aragón, irte a Madrid, Andalucía o Extremadura, pongo por caso, allí están los profesionales, las ganaderías…”-, compagina los entrenamientos con los estudios. Acude cada día a la universidad, donde cursa cuarto de Administración de Empresas. “Me está costando un poco más que al resto de compañeros, pero me la sacaré, es una promesa que le hice a mis padres”, sostiene.

Asegura que queda poco de aquel chaval que debutó con caballos y derrochaba entrega y ganas en las duras novilladas de la sierra de Madrid. “Eso me abrió muchas puertas, pero mi concepto ahora es otro. En aquellos años mis ganas y mi disposición tapaban las deficiencias técnicas. Ahora que llevo más tiempo en la profesión, me he rodeado de grandes toreros y he podido ahondar en mí, busco un toreo que a mí me llena mucho más: presentar los trastos planos, no utilizar muchos recursos, torear despacio y abandonarme y hacer lo que sienta en ese momento. Moriré tratando de buscar ese toreo. No creo que me salga el día 11 de octubre ni el último día que toree, pero hasta el último día de mi vida, aunque no toree, ahondaré en ese toreo. Es lo que a mí me llena y merece la pena”.

“La alternativa se la debo a Ignacio Zorita”

El pasado 1 de septiembre era un día vital para Isiegas: hacía su último paseíllo como novillero en Las Ventas. Lo que iba a ser una fecha feliz se torció esa misma madrugada. Horas antes de hacer el paseíllo en Madrid falleció Ignacio Zorita, el que fue su apoderado y el primero que confió en él: “No tengo palabras para describirle lo que marcó Ignacio Zorita en mí, primero como persona y después como apoderado. Por circunstancias de la vida, en mi carrera siempre ha habido muchos factores que lo han puesto todo un poco más difícil. Con todo el tiempo que he estado sin torear, Ignacio se murió cuando quedaban pocas horas para hacerlo en Madrid. Se han juntado muchas cosas y siempre se trata de tirar hacia adelante. Estoy seguro de que la sustitución de Villaseca, que tanto me ha valido, me la regaló Ignacio desde el cielo. Ha sido un taurino que siempre va a estar conmigo. Jamás nadie me ha hablado mal de él, con lo difícil que es eso. Para mí ha sido fundamental, el primer taurino que se entregó conmigo y yo con él, y conseguimos muchas cosas juntos. Las circunstancias de la vida han hecho que no estemos juntos pero esta alternativa se la debo a él y seguro que la va a ver en barrera. Esa tarde va por él, además, es en su tierra”.

Se nota, sin duda, la influencia que han causado en él toreros como Alberto Aguilar y Paco Ureña, con los que ha tenido la fortuna de compartir entrenamientos, reflexiones y confidencias. “He absorbido muchos conocimientos de ellos. En la intimidad te das cuenta de todo lo que han luchado, de ver que han conseguido cambiar la moneda y eso hace que les admire mucho como toreros y como personas”.

Tanto Aguilar como Ureña son dos toreros que han tenido una carrera de cocción lenta y que a lo largo de los años han conseguido entrar en las ferias. ¿Mirarse en ese espejo, ver que todo no es cuestión de un día, le quita presión de cara a la alternativa?, le preguntamos. “Me hace ser consciente de que el día 11 es clave en mi carrera, pero que ni un triunfo rotundo supone que vaya a ser figura del toreo ni se acabará todo. Al final te das cuenta de que esto es una profesión de fondo, que el día a día, aunque no se toree, es fundamental porque cualquier día te pasa como me pasó en Villaseca, te llaman para una sustitución para el día siguiente y tu nombre puede volver a sonar. Yo no sé lo que me deparará el día de mañana, pero lo que depende de mí lo voy a cuidar: el entrenamiento diario, mi entorno personal, seguir estudiando y tener una vida de plena dedicación al toro. De esta manera será más fácil que llegue, lo que no sé es cuándo llegará”.

Isiegas asegura ser conocedor de lo que significa el salto profesional que va a dar: “Entrar en las corridas de toros exige una seriedad total. Voy a torear con toreros que tienen un mérito extraordinario y eso exige una capacidad y un sacrificio en la profesión fuera de lo normal. Lo difícil no es tomar la alternativa, sino ser capaz y conseguir entrar en las ferias”.

Terminamos la entrevista, esta tarde Jorge cambiará las muletas y los capotes por los apuntes, al fin y al cabo, si consigue su objetivo de ser torero de ferias también necesitará saber administrar su empresa… “Para eso también tengo que prepararme… jajaja”. Ojalá sea así.

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