SEVILLA
EL PRECEDENTE.- Joaquín Moeckel no es la primera vez que organiza un festival. El letrado sevillano ya hizo lo propio en 2005 en La Algaba, a beneficio de los damnificados del barrio de Las Letanías, que reunió a figuras del toreo y fue todo un éxito de público, consiguiendo el fin benéfico por el cual se ideó.EL PRECEDENTE.- Joaquín Moeckel no es la primera vez que organiza un festival. El letrado sevillano ya hizo lo propio en 2005 en La Algaba, a beneficio de los damnificados del barrio de Las Letanías, que reunió a figuras del toreo y fue todo un éxito de público, consiguiendo el fin benéfico por el cual se ideó.

Moeckel: “El cartel no es un capricho personal, ambas hermandades están representadas”

El festival del 12 de octubre volverá a llenar la Maestranza para ayudar a los fines benéficos de las corporaciones del Baratillo y la Esperanza de Triana
Carlos Crivell
jueves 10 de octubre de 2019

El 12 de octubre se celebrará en la plaza de toros de la Real Maestranza un festival taurino de carácter benéfico para los fines sociales de las hermandades sevillanas del Baratillo y de la Esperanza de Triana. El éxito del festival del pasado año, con otro festival que en aquella ocasión fue a beneficio de la Macarena, ha sido definitivo para que en esta ocasión se repita la fórmula. Como ya se sabe, el 12 de octubre se lidiarán en la plaza de toros sevillana reses de María Guiomar Cortés de Moura, Núñez del Cuvillo (4) y López Gibaja, por Diego Ventura, Morante de la Puebla, José María Manzanares, Cayetano, Pablo Aguado y el novillero González-Écija. Comenzará a las cinco y media de la tarde.

“He intentado poner la tauromaquia en valor y su sensibilidad con los más necesitados; además de darle contenido a una fecha tan importante”

El organizador del festival ha sido el abogado Joaquín Moeckel, que ha tomado las riendas en todos los aspectos que conciernen a este festejo. Según Moeckel “lo primero que he intentado a la hora de organizar el festival ha sido poner la tauromaquia en valor. En estos momentos de tantos ataques a la Fiesta, es bueno que la gente que conoce menos al toreo compruebe que el mundo taurino es sensible a situaciones en las que se le demanda un paso adelante en forma de caridad para los más necesitados”. Recuerda Moeckel otra experiencia anterior en un festival que organizó en La Algaba para los damnificados del barrio de Las Letanías en el año 2005. “Fue un caso distinto, pero también fue necesario salir adelante y conté con la ayuda inestimable de Manuel Jesús “El Cid”.

En segundo lugar, el empeño del abogado sevillano es para “tratar de darle contenido taurino a una fecha tan importante como es la del 12 de octubre, en la que se han celebrado de siempre festejos muy importantes, pero que ahora estaba en trance de desaparecer como ha ocurrido con el Corpus o el 15 de agosto. Se trata de luchar para que en esta fecha siga habiendo toros en la Maestranza”.

“El cartel está hecho con la intención de que nadie pueda pensar que es un capricho personal o por simpatías a determinados toreros. He tratado de que ambas hermandades, Baratillo y Esperanza de Triana, estuvieran representadas”

En tercer lugar, para Moeckel “es muy necesario que estas dos hermandades sevillanas sintieran el calor y el cariño del mundo de los toros, que es una relación que en Sevilla es muy cercana y han sido numerosos los espectáculos taurinos que se han celebrado en la Maestranza a beneficio de muchas hermandades”.

Recalca el letrado sevillano que “sería bonito poder hacer un festival con toreros que no están en activo, pero no es posible, a veces porque no pueden o porque les preocupa torear en Sevilla, pero si no es posible, pues lo hacemos con espadas que están en activo. Sinceramente, creo que ha quedado un cartel muy rematado”.

El abogado ha ejercido la función de empresario en esta ocasión. Ha sido quien ha hablado personalmente con los matadores que harán el paseíllo. Cada torero incluido tiene su porqué. Y así los explica: “El cartel está hecho con la intención de que nadie pueda pensar que es un capricho personal o por simpatías a determinados toreros. He tratado de que ambas hermandades, Baratillo y Esperanza de Triana, estuvieran representadas. Morante de la Puebla es hermano del Baratillo y sale de nazareno. Por la Esperanza de Triana, Cayetano está en activo y creo que representa a una familia muy ligada a esa Hermandad, puesto que su abuelo, Antonio Ordóñez, fue en su día Hermano Mayor de la misma. Faltaban dos matadores más. No podía contar con Roca Rey, pero ahí está la gran novedad de la temporada que es Pablo Aguado, que es hermano de las Penas de San Vicente. Y el otro, uno que es casi sevillano, José María Manzanares, cuyo padre fue cofrade en Sevilla de la Hermandad de la Trinidad. Y luego se le suma el rejoneador más representativo del momento que es Diego Ventura”.

Baratillo y Esperanza, por la caridad

Los beneficios que se consigan tras la celebración de este festival serán destinados a las hermandades sevillanas del Baratillo y de la Esperanza de Triana. Ambas están hermanadas y existe una fuerte vinculación entre ellas. En la mañana del Viernes Santo, a la vuelta a Triana de la Hermandad de la Esperanza, el encuentro entre los pasos de la hermandad trianera y los del Baratillo en la capilla de la calle Adriano es memorable. Como recalca Moeckel, “la acción social que realizan las hermandades sevillanas es muy poco conocida, pero una gran parte del dinero que recaudan por las cuotas de los hermanos o con donativos se destinan a los más necesitados. Existen Bolsas de Caridad para cumplir esos fines, pero hoy día hay otro concepto de la ayuda y de la solidaridad que hay que hacerla fuera de los ámbitos públicos, y ahí están las hermandades, las de Sevilla y las de todo el mundo. Son fines maravillosos y los toreros se han echado adelante sin preguntar nada más. Así es el toreo”.

Hay un tema que Joaquín Moeckel tiene mucho interés en resaltar. “Desde el primer momento entendíamos que era necesaria la presencia de un novillero. Ya se ha comprobado que en Bilbao han tenido que incluir a uno porque en principio no había ninguno. En nuestro caso, elegimos, para que no hubiera enfados, a quien fue triunfador de las novilladas de promoción de julio, el novillero de Écija, Jaime González-Écija, que ya ha debutado con picadores. Sevilla ha marcado pautas”.

Otro motivo que le produce una gran satisfacción es que “es un acontecimiento al alcance de todos porque los precios son muy asequibles, pero el objetivo es que los hermanos de ambas corporaciones acudan en masa a la plaza a darle a los toreros el homenaje que se les debe por su generosidad totalmente altruista. Estoy convencido que la plaza se va a llenar y el ritmo de venta de entradas así nos lo confirma”.

“Mi participación ha sido puntual. He sido Hermano Mayor del Baratillo y me sentía obligado, pero en el futuro otros deben tomar las riendas, aunque siempre tendrán mi consejo”

Otro de los alicientes conocidos a última hora para esta ocasión será el estreno por parte de la banda del Maestro Tejera del pasodoble Pablo Aguado, que ha compuesto el afamado Abel Moreno, autor, entre otros muchos, del pasodoble Dávila Miura.

La participación de Moeckel ha sido puntual en esta edición, “porque he sido Hermano Mayor del Baratillo y me sentía obligado, pero en el futuro otros deben tomar las riendas, aunque siempre tendrán mi consejo”. Para el año que viene ya se ha anunciado que el festival será a beneficio de las obras asistenciales de la Hermandad del Gran Poder.

El cartel de Luis Rizo

El cartel que anunciará el festival ha sido pintado por el artista sevillano Luis Rizo Haro, nacido en el barrio del Arenal, cartelista reconocido que, entre otros, es autor del cartel de la Semana Santa de 2010. Es hermano del Baratillo y de Vera Cruz. En su trayectoria hay interesantes incursiones en el mundo de los toros, como fue su exposición Tauromaquias, en 2017, que recogía la obra que el acreditado artista andaluz había llevado a cabo durante el último año y medio, tiempo en el que había visitado el campo bravo para conocer en profundidad el toro de lidia y su peculiar modo de vida. Luis Rizo explicó los motivos que ha querido representar en el cartel. “He querido plasmar la imagen que tenía de pequeño desde la azotea de mi casa, desde donde podía ver los corrales de la plaza y allí estaban los toros que se lidiaban cada tarde. Es una visión del toro desde lo alto y son cuatro, que están representados con los colores de estas dos hermandades, morado, azul, rojo y verde”.

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