ALICANTE
Juan OliverJuan Oliver

Juan Oliver, homenajeado en Alicante

En un emotivo acto celebrado en el salón de actos del Museo Taurino Municipal de Alicante
José Mª Jericó
viernes 18 de octubre de 2019

Una placa conmemorativa se descubrió en la sala de audiciones del Museo Taurino Municipal de Alicante, precisamente ocupa uno de los rincones donde se encontraba la vivienda de la familia Oliver. El acto que contó con una nutrida asistencia de familiares y amigos, lo abrió el director del Museo, Francisco Llorca Escuín; la semblanza del homenajeado la realizó quien suscribe estas líneas, dando paso a la Concejala de Asuntos Taurinos, María del Carmen España quien también tuvo palabras de reconocimiento y cariño para la familia Oliver. Cerró el acto Juan Oliver en compañía de su esposa Mercedes y sus dos hijos, los toreros de plata, Daniel y Álvaro, que posteriormente descubrió la placa.

Juanín, como se le llamaba familiarmente al benjamín de la familia, fue un niño al que el mundo del toro no le era ajeno al venir de una familia vinculada a la plaza de toros de Alicante. Su bisabuelo fue nombrado el año 1891 conserje de la plaza alicantina hasta que en 1936, al morir, fue relevado por su abuelo Daniel Oliver ocupando la conserjería de la plaza hasta que falleció en 1983. Siendo un niño ya manejaba capotes y muletas con soltura y el desparpajo propio de los seres que llevan el toreo en la sangre. Toreó un puñado de becerradas al ser nombrado su padre, Juan Oliver, director técnico y artístico de la primera Escuela Taurina Municipal que se creó el año 1984 en Alicante, y con el apodo de “El rubio de oro”, Juanín Oliver debutó vestido de luces en la plaza de Tibi (Alicante) junto con otros alumnos de la escuela.

Una cruel y rara enfermedad se apoderó de su cuerpo, la lucha por su vida llevó a sus familiares y amigos a crear una fundación con la finalidad de recoger fondos con los que poder llevarle al extranjero, tal y como sucedió, gracias al importe recaudado en el festival que se celebró en la plaza de Alicante el 21 de marzo de 1999, y en el que con ganado de Alcurrucén, torearon desinteresadamente junto a sus cuadrillas, el rejoneador Guillén Romero y los matadores de toros, José María Manzanares (padre), Dámaso González, Paquito Cervantes, su hermano Alvarito Oliver y El Juli. Los viajes que se realizaron a Houston (EE.UU) y Hannover (Alemania) resultaron infructuosos y el año 2002, a la edad de 24 años, fallecía sin que la ciencia médica pudiera salvarle la vida. Hace dos años, con los 70.000 euros que sobraron de lo recaudado en el festival, los integrantes de la “Fundación Juanín”, decidieron financiar un precioso y amplio parque infantil en las terrazas de la cuarta planta del Hospital de Alicante donde se encuentra el Servicio de Oncología Infantil. Un parque que lleva su nombre y en el que, a día de hoy, disfrutan los niños y niñas que enfermos de esta maligna enfermedad, son tratados en este centro hospitalario. Sus cenizas reposan en el mismo lugar donde recibió las aguas bautismales, la capilla de la plaza alicantina.

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