FERIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS

Roca Rey regresa a lo grande en Lima

El peruano le cortó las orejas al toro de su reaparición en los ruedos y aún pudo haber aumentado su nómina de trofeos de no haber fallado con los aceros frente al sexto
Jaime de Rivero
domingo 03 de noviembre de 2019

El público esperó a Roca Rey con expectación. Y a fe que el peruano no defraudó a sus paisanos. Le cortó las dos orejas al toro de su regreso a los ruedos, de nombre Farolero. El matador, rodeado en un día tan especial por una cuadrilla cien por cien peruana, extasió en Acho con una faena redonda, de menos a mucho más. Ya lució de salida a la verónica y, posteriormente, en un ajustado quite por chicuelinas. Tras un buen tercio de banderillas -en el que Ponce evitó in extremis con su capote un percance al subalterno Dennis Castillo- Roca Rey brindó de forma ceremoniosa al público. El toro, poco picado en varas, fue recibido por Andrés con estatuarios. Después, hubo temple a derechas y encaje y profundidad en el toreo al natural. La labor no dejó de ir a más, dejando siempre la muleta en la cara para ligar los muletazos en redondo. El público rugió con su compatriota, que se adornó con autoridad y concluyó con emocionantes bernadinas. Mató de una estocada arriba en el sitio, impecable, rodando el toro sin puntilla. Las dos orejas fueron inapelables. El regreso del gallo nacional no pudo ser más triunfal.

El sexto fue noble aunque tuvo poca fuerza y escaso recorrido. Roca Rey hizo de todo para redondear aún más su tarde, pero como mató de pinchazo, estocada trasera caída y dos golpes de descabello se quedó en esta ocasión sin premio tangible. Y lo hubiese merecido porque, aunque el de La Viña se quedaba corto, Roca le puso la emoción y la transmisión que le faltó al cornúpeta. Sincero arrimón del ídolo de Acho, que tuvo una tarde muy completa.

SIN OPCIONES PONCE

El primero se quedó corto de salida y ya apuntó ser mirón y colarse por el pitón derecho en los primeros compases. El animal provocó el tumbo en varas de José Palomares, por lo que acabó picando el varilarguero que guardaba la puerta. Difícil en banderillas, el de El Olivar buscó y echó la cara arriba a quienes parearon. Cuando Ponce cogió la muleta se coló por el lado derecho de forma descarada, por lo que el valenciano basó su labor por el pitón izquierdo. Anduvo bien el de Chiva, instrumentando los muletazos de uno en uno. Buscó siempre el lucimiento y lo logró en algunos naturales de buena factura, pero todos aislados. El toro, mirón y difícil, no lo puso nunca fácil. Mató de estocada baja y dos descabellos, siendo silenciado.

Ponce buscó el triunfo ante el cuarto, muy predispuesto en todo momento. Sin embargo, al noble toro, que tuvo prontitud, le faltó entrega y recorrido en el último tercio. El valenciano toreó bien por verónicas y, tras el tumbo en varas que provocó el toro, se dobló con él antes de llevárselo a los terrenos del tendido 10, donde tantas veces ha triunfado el de Chiva en esta plaza. El de La Viña terminó apagándose y rajándose, siguiéndole el torero por la plaza antes de despacharlo de dos pinchazos y dos descabellos.

DETALLES DE FINITO

El segundo mostró recorrido y alegría en el saludo capotero de Finito, que hizo rugir los tendidos con dos verónicas y una media de bonita ejecución. El toro tomó una buena vara de Ángel Caro, empujando bien, y sacó a continuación pies y poder en banderilas, lográndose un buen tercio. Llegó a la muleta noble, pronto y obediente al cite. Finito dibujó un par de series diestras de buena factura y faltó mayor acople al natural. Los olés llegaron con varios pases sueltos sobre la derecha, pero una estocada baja dejó todo en aplausos.

El deslucido quinto, que llegó absolutamente agotado a la muleta, no le dio ninguna opción. Finito, con buen criterio, optó por abreviar. Fue silenciado.

Lima (Perú), domingo 3 de noviembre de 2019. Plaza de Acho. Feria del Señor de los Milagros. Toros de El Olivar y La Viña (4º y 6º). Correctos de presentación y de poco juego salvo el buen 3º. Enrique Ponce, silencio en su lote; Finito de Córdoba, palmas y silencio; y Roca Rey, dos orejas y silencio. Entrada: Casi lleno. El público obligó a saludar a Roca Rey tras el paseíllo de su regreso a los ruedos. Saludaron los hombres de la cuadrilla de Roca Rey en el tercero. El picador peruano Rafael López dijo adiós a los ruedos tras la muerte del quinto. Lo hizo rodeado de subalternos, picadores y monosabios compatriotas, en medio de una enorme ovación. Llegó incluso a ser paseado a hombros.

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