El Juli aprovecha el parón tras el final de la temporada europea y el comienzo de la americana para dedicar el máximo de tiempo posible a su ganadería, El Freixo. El campo es una de sus grandes pasiones y el torero madrileño cuenta con una ayuda muy especial para algunas las tareas camperas. En los últimos días ha estado dedicado a su faceta ganadera repasando la camada con sus hijos, como demuestra el vídeo que acompaña a esta noticia, en el que los pequeños van dictando números y pelajes a su padre.