ENTREVISTA SOBRE SU 2019

Diego Urdiales: “Ha sido mi año más redondo”

"Todo el mundo sabe, incluso los mismos empresarios, que debo estar en más sitios, pero es algo que no me toca a mí decirlo sino a los profesionales de la palabra que son los que deben decir, sin tapujos y sin intereses, esa falta de justicia", afirma el riojano
Antonio Girol
viernes 29 de noviembre de 2019

Se torea como se es. Lo dijo Belmonte. Y escuchando a Diego Urdiales te das cuenta de la verdad que encierra esa reflexión en voz alta. Urdiales habla como torea, con la misma pureza con la que maneja las telas en el ruedo. Sin ventajas. Con sencillez. De manera honesta. Así, sin alharacas, repasa para APLAUSOS una temporada en la que una vez más ha puesto en valor el clasicismo y la calidad de una tauromaquia injustamente vedada por mercachifles que trapichean con oropel y niegan lo que esconden: el toreo eterno, el de un torero maltratado a la par que admirado por profesionales y aficionados cabales. -La sensación, al menos desde fuera, es que está usted en el mejor momento de su carrera, ¿lo percibe también así?

-Sí, esta temporada para mí ha sido muy importante porque he podido consolidar muchas cosas en cuanto a mi forma de torear. He podido hacérselo a embestidas muy distintas y con regularidad cada tarde. Poder imponer mi toreo hace que me sienta mejor en la plaza y disfrute más, y eso lo he transmitido.

-Cuando uno sabe que está en un momento extraordinario y no suena el teléfono, ¿cómo se sortea la tentación de salirse del camino trazado?

-Cada uno ve las cosas de una manera, tanto en la vida como en la profesión. Yo no soy más listo que nadie, pero siento las mías. Respeto a los demás y quiero que me respeten a mí. Esa forma de hacer las cosas dentro y fuera de la plaza son por las que me merece la pena estar en esta profesión. Si no las hago como las siento no me merecería la pena estar en el toreo.

-Tres tardes en Las Ventas tras reventar esa plaza en Otoño, ¿sintió que el aficionado madrileño le esperaba?

-Ha sido el mejor San Isidro de mi vida. La tarde de Fuente Ymbro tuve menos suerte, pero me permitió por la complejidad de mi lote estar a un nivel muy importante. En la de Alcurrucén me sentí muy bien, sobre todo con un toro al que le hice cosas muy importantes. Y la de Beneficencia creo que ha sido de las tardes más redondas de mi vida en Madrid.

-¿Tan especial es la Beneficencia?

-Cada uno la vive de una manera, para mí sí lo es porque me siento español y he tenido la oportunidad como aficionado de escuchar en los tendidos el himno nacional cuando iban a salir los toreros y emocionarme muchísimo. Pensaba, en esos momentos, si llegaría un día en que yo escuchase esas notas vestido de torero y este año he podido vivirlo y sentirlo.

-Otra plaza para emocionarse es Sevilla. ¿Tuvo la sensación de que por fin le han visto?

-Estoy convencido de que han visto quién es y cómo torea Diego Urdiales. Otra cosa es que me embista un toro que me dé opciones para cuajarlo y hacer la faena que todos deseamos, pero sí que percibo muchísimo respeto de la gente de Sevilla. Me siento un afortunado de ser seguido por muchos sevillanos.

“Esa forma de hacer las cosas dentro y fuera de la plaza son por las que me merece la pena estar en esta profesión. Si no las hago como las siento no me merecería la pena estar en el toreo”

-Bilbao es el asidero al que se ha agarrado cuando todo parecía zozobrar, este año tuvo la recompensa de dos tardes, ¿qué tiene esa plaza para usted?

-Bilbao para mí es muy especial. He abierto tres veces su puerta grande. Llevo once temporadas toreando en su feria con una regularidad que a mí mismo me asusta. Cuando voy llevo siempre ese peso de responsabilidad para seguir manteniendo ese nivel de regularidad. Afortunadamente este año pude torear un toro muy a gusto en la primera tarde y en la segunda, que fue una corrida muy dura, tocó hacer un esfuerzo importante a la altura de lo que Bilbao merece.

-Da rabia que un torero como usted haya tenido que esperar veinte años para debutar en Salamanca y que haya otras muchas plazas en donde aún no le han visto.

-Imagínese la que puedo sentir yo que lo vivo en primera persona. No solo he debutado este año en Salamanca, también lo he hecho en Almería, y le podría enumerar muchas de las plazas que aún no he pisado. Creo que no me toca a mí esa responsabilidad sino a toda la gente que habla del toreo, a los profesionales que se dedican a ello, el sentir de la gente es evidente. Lo demás, todos sabemos los intereses que hay y cómo funciona esto.

-Hay por ahí voces que dicen que Urdiales no cabe en tal o cual feria. Sin embargo esa pamema se desmonta cuando va a Salamanca o Almería y la gente va a verle.

-Todo el mundo sabe, incluso los mismos empresarios, que debo estar en más sitios, pero es algo que no me toca a mí decirlo sino a los profesionales de la palabra que son los que deben decir, sin tapujos y sin intereses, esa falta de justicia.

-¿Qué sensaciones vivió en Salamanca?

-Era una plaza en la que me apetecía mucho torear porque es una tierra que me acogió desde niño al abrirme los ganaderos sus puertas. Además, me hacía especial ilusión torear allí para brindarle un toro al maestro Viti con quien me une una gran amistad. Fue muy emocionante y todo un honor hacerlo y luego charlar con el maestro al término de la corrida. Pude sentir sensaciones muy bonitas.

-Comenta que después habló con el maestro Viti. Tras torear, ¿tiene por costumbre analizar lo vivido con alguien?

-Cómo me he sentido es algo que analizo interiormente, pero también tengo a mi gente de confianza, como mi apoderado o mi banderillero Víctor, que me transmiten sus sensaciones que para mí son importantes. Con mi apoderado hablo mucho de lo que es el toreo. Nos conocemos desde que era novillero. Y por supuesto que hay matices cuyo punto de vista desde fuera son importantes.

¡El Rey en el Norte!

Para los amantes de Juego de Tronos una de las escenas más recordadas de la exitosa serie fue aquella en la que John Nieve era aclamado al grito de ¡El Rey en el Norte! De eso sabe mucho Diego Urdiales, que en el norte ha tenido, y sigue teniendo, su bastión más importante. “Santander es una plaza que tiene un aroma muy especial, con una belleza tremenda, en la que he podido disfrutar mucho este año toreando. Pamplona, todos sabemos, es una plaza con una personalidad muy especial. Y así lo he sentido en mi comparecencia, pudiendo cuajar un toro de Jandilla como yo lo siento. San Sebastián y Bilbao han sido dos de mis plazas como ha quedado demostrado en los muchos triunfos que he conseguido durante mi carrera. En ambas he sentido esta temporada cosas de las más especiales. Y Logroño es mi tierra, en la que llevo muchos años triunfando porque, por suerte, me han embestido los toros con bastante regularidad para seguir disfrutando del cariño de mi gente”. Que sea por muchos años.

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