CONFIDENCIAS DE INVIERNO Y CHIMENEA, POR J.L.BENLLOCH
Arrojado, el histórico toro de Núñez del Cuvillo indultado en Sevilla, disfrutando de su condición de semental.Arrojado, el histórico toro de Núñez del Cuvillo indultado en Sevilla, disfrutando de su condición de semental.

El indulto, honor y solución

Cuvillo: “Hay que fomentar el indulto. Ayudaría muchísimo a la selección” // Justo Hernández: “¿Indulto?... El toreo es un espectáculo democrático y el público es el que debe mandar” // Adolfo Martín: “Si se hacen las cosas como deben hacerse soy partidario total de los indultos”
José Luis Benlloch
lunes 23 de diciembre de 2019

El indulto en la plaza, que tanto afecta a la cuestión del bravo y tantas pasiones encontradas levanta cuando se produce, ha sido un tema constante en nuestras “Confidencias de invierno y chimenea”. Ganaderos de distinto perfil, con conceptos de bravura diferentes, se han pronunciado en su favor y hasta reivindican una mayor condescendencia. El argumento base es que se pierde mucha simiente en tiempos en los que hace mucha falta y se van por el desolladero muchos esfuerzos de selección, frente a un riesgo más personal, que el ganadero se equivoque y entonces… entonces cada uno en el pecado llevará la penitencia. Estas son las posturas de los protagonistas de la segunda parte de las “confidencias”: Joaquín Núñez del Cuvillo, Justo Hernández y Adolfo Martín. Pasen y lean.

-Don Joaquín, la burocracia en la ganadería levanta la queja general entre sus colegas.

-Lógico. Es que resulta excesiva y lamentable. Y hay algo igualmente lamentable que no ayuda al ganadero y que si se resolviese podía de ser de gran ayuda.

Joaquín Núñez del Cuvillo: “Hay que fomentar el indulto. Salen toros de vacas que merecen el indulto y no se les concede. Hacerlo ayudaría muchísimo a la selección porque la mayor parte de los indultados dan gran resultado. Desaprovecharlos lo que hace es perjudicar”

-¿Cuál?

-Los indultos. Salen toros de vacas, toros que merecen el indulto y no se les concede, incluso a lo peor ni siquiera se les da la vuelta al ruedo. Parece que los presidentes tienen temor a no se qué consecuencias. Eso ayudaría muchísimo a la selección porque la mayor parte de los indultados dan gran resultado. Salen toros magníficos que no se valoran y ese no aprovechamiento lo que hace es perjudicar. Y si alguna vez se indulta uno que no se lo merezca no pasa nada, porque normalmente son toros buenos. Hay que fomentar el indulto.

-Puede caerse en el exceso.

-Qué daño hace que se extralimiten en alguna ocasión frente a la cantidad de toros que se desaprovechan. Y luego está la no concesión de las vueltas al ruedo cuando se la merecen, es una compensación a los malos ratos que pasamos todos cuando sale un toro con guasa o esaborío. Entiendo que en este caso es vanagloria pero de algo hemos de vivir los ganaderos y esos reconocimientos te animan a esmerarte y a entender que vale la pena dedicarle el alma a la ganadería.

Garcigrande 2019, cuatro toros indultados y siete vueltas al ruedo esta temporada es un hito se mire por donde se mire y desde donde se mire que evita cualquier tentación de falsa modestia. Así que…

-Ha sido una buena temporada, claro -responde Justo-.

Justo Hernández: “¿Indulto?… El toreo es un espectáculo democrático, lo ha sido incluso en tiempos de dictadura y el público es el que debe mandar. Yo lo veo así y le respetaré siempre. En lo demás no intervengo, no digo si el toro tiene que hacer unas cosas u otras, solo espero que emocione al público y que el público decida. Si decide que es de indulto… aceptado”

-Y serás partidario del indulto.

-No solo eso, es que soy partidario de indultar más toros de los que se indultan. Creo que muchas veces supone una lección de humildad de los aficionados a los ganaderos que nos viene muy bien. Yo prefiero una lección de esas y tener un toro vivo en el campo que lo contrario.

-¿Una lección dices?

-Sí porque ellos han visto en diez minutos lo que nosotros no supimos ver en cuatro años.

Pasmoso, de vuelta a los predios de Garcigrande tras ganarse la vida en Valencia.

-¿Por qué crees que se arma tanto lío cada vez que se indulta uno?

-Porque el toreo está vivo y las figuras siempre han tenido detractores y cualquier cosa, por buena que sea, siempre encuentra quienes la enfrenten, gente con otra forma de pensar que yo no entiendo pero que tengo que respetar. No entiendo por qué hay gente que se enfada porque se le perdone la vida a un toro por su excelente juego. Porque nunca se indulta un toro que no haya dado juego.

-Igual habría que cambiar el reglamento, explicarlo mejor, hacer una campaña de concienciación, establecer el significado del mismo, si es premio o si es, como algunos piensan, el primer paso de una selección…

-La selección es una responsabilidad del ganadero porque es el ganadero quien carga con las consecuencias y a quien se supone más capacitado.

-Entiendo, pero…

-El toreo es un espectáculo democrático, lo ha sido incluso en tiempos de dictadura y el público es el que manda o al menos el que debe mandar y el que debe decidir, yo lo veo así y le respetaré siempre. En lo demás no intervengo, no digo si el toro tiene que hacer unas cosas u otras, solo espero que emocione al público y que el público decida. Si decide que es de indulto… aceptado. No creo en otras condiciones.

Adolfo Martín: “Si se hacen las cosas como deben hacerse soy partidario total de los indultos. En la plaza es donde mejor se ve un toro porque se le ve en plenitud, con un caballo fuerte, con dos puyazos que lo abrasan, con público…”

Adolfo Martín también se muestra partidario del indulto, aunque le pone matices.

-Cuando se haga bien y con rigor, soy partidario total. Si se hacen las cosas como deben hacerse es donde mejor se ve un toro porque se le ve en plenitud, con un caballo fuerte, con dos puyazos que lo abrasan, con público… Luego cada uno es dueño de sus actos. Lo digo porque hay veces que se indultan toros que se han rajado o que escarban mucho… y eso no se puede dejar porque se cría lo que dejas y esos defectos se heredan, pero ese es el problema de cada uno. A lo peor, el toro que me vale a mí no le vale a otro y al revés. Pero de los bien indultados soy partidario total.

Madroñito se ganó en Santander el derecho a padrear en Los Alijares.

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