ENTREVISTA

Esaú Fernández: “Ahora me arrimo más que antes”

Antonio Girol
lunes 23 de diciembre de 2019

De entre los términos que últimamente hemos adoptado en el vocabulario de nuestro día a día, el de resiliencia es uno de los más populares. Se usa para definir la capacidad que tienen las personas para resurgir de las cenizas, como hacía cada tarde al caer el sol el mítico Ave Fénix. Es decir, para reaccionar y sobreponernos de las adversidades y de situaciones complicadas; incluso, para referirnos a esa capacidad de salir fortalecido en ese tipo de trances. De este tema sabe bastante nuestro protagonista, Esaú Fernández, que ha mostrado su grado de resiliencia en esta temporada que ya voltea sus últimas hojas del calendario. Una temporada que, particularmente, cifra en once corridas de toros en España más cinco en América, de las cuales dos han sido en suelo mexicano y las restantes en Perú. A las que hay que sumar doce festivales en España. Ajustes que han reportado en su esportón la nada despreciable cifra de setenta y cinco orejas y nueve rabos, incluidos los máximos trofeos simbólicos del indulto de Duque en Motilla del Palancar, un toro de Daniel Ruiz que volvió con vida a Cortijo del Campo.

Pero volvamos al Esaú Fernández resiliente, al que nos referíamos al inicio de esta entrevista, y al cómo de ese resurgimiento cual Ave Fénix. ¿Lo sientes así? Le preguntamos. “Efectivamente, ha sido como mi resurgir. Ahora mismo soy un torero mucho más maduro, mucho más cuajado, más capaz y mucho más puro. Me arrimo más que antes”, confiesa.

La resiliencia a la que hacemos alusión conlleva una serie de atributos, que en el caso de Esaú son: “La afición y el apoyo de la familia y los ganaderos. Y confiar mucho en ti mismo. Este año ha sido mi resurgir, pero estoy convencido de que lo bueno está por llegar. Lo noto en los profesionales, en los periodistas, en los aficionados. Esta temporada he dado un paso adelante y la verdad es que estoy muy contento porque he toreado un buen puñado de corridas de toros, que al fin y al cabo es lo que suma y nos hace crecer como torero”.

Le comentamos que hay toreros que narran que pasar por una etapa dura, lo que algunos llaman el banquillo, les hizo crecer. ¿Lo siente así Esaú? “Yo suplí esa falta de contratos haciendo mucho campo. Desde aquí le doy las gracias a casi todos los ganaderos de España que me han abierto sus puertas para tentar. Disfruto mucho haciendo campo y eso me ha hecho evolucionar muchísimo como torero”.

-Sentirse torero, en definitiva, es aquello que uno siente cuando la afición le embarga. De las tardes en que esta temporada se ha vestido de luces en España, ¿hay alguna, en especial, en que ha notado que esa evolución ha sido más palpable?

-Si le digo la verdad, todas las tardes han sido muy importantes. Si tuviera que detenerme en algunas quizá lo haría en las de Estella, con una corrida de Clotilde Calvo, y la de San Clemente, también con toros de Buenavista –se queda en silencio un momento, rememorando en su cabeza las faenas de la temporada, y añade-, otra sería la de Navalcarnero con El Cid y Escribano que fue una tarde importante. Creo que ha habido muchas en las que ha habido un porqué y todas me han servido para madurar mucho y dar una dimensión de la que los aficionados y la crítica se han hecho eco.

-¿Y la de Motilla con el indulto del toro de Daniel Ruiz?

-Fue muy importante porque me anunciaba con una ganadería como la de mi amigo Daniel y fue una corrida televisada que eso le hace tener mucha repercusión. Toreé a Duque a placer porque fue un toro extraordinario.

“Este año ha sido mi resurgir, pero estoy convencido de que lo bueno está por llegar. Lo noto en los profesionales, en los periodistas, en los aficionados. Esta temporada he dado un paso adelante”

Hablemos de torear. ¿Cómo se expresa mejor Esaú?: “A mí me gusta el toreo puro y largo, en el que el temple es la nota dominante, que es como yo siento el toreo”.

Toca discernir si en ese camino hacia el resurgimiento también se ha producido una evolución en el concepto. Así nos lo explica el diestro de Camas: “Ahora mismo lo veo todo muy claro. En tiempos atrás no siempre estaba acertado con la espada, lo que me hizo no sumar trofeos en lugares importantes, ahora sí le he encontrado el sitio. Como también lo veo más claro con el capote. Pero con lo que más poderoso me encuentro es con la muleta, que siempre ha sido mi fuerte. Ahora le hago cosas a los toros que jamás imaginé que podría hacerles. Esas cosas que le haces a las vacas en el campo y que estoy siendo capaz de hacérselas a sus hijos y que quiero que me lo vean en plazas de importancia”.

Plazas como Sevilla o Madrid, con las que sueña en volver más pronto que tarde: “Los toreros jóvenes dependemos de este tipo de plazas. En mi última tarde en Sevilla estuve a punto de cortarle una oreja a un toro de Miura, el segundo de mi lote, y el primero me cogió a portagayola. Llevo dos años sin pisar el ruedo de la que es mi plaza, en la que casi siempre que he toreado he triunfado o si no he tocado pelo ha sido por culpa de la espada. La gente me quiere mucho y evidentemente las miras están puestas en plazas como La Maestranza o Las Ventas, que son las que nos abren hueco”.

Hueco, aunque de otra manera, también abre Francia. Cuando esta entrevista vea la luz, Esaú Fernández habrá hecho el paseíllo en el festival de Samadet -en donde estaba anunciado para el sábado 26-, cita de la que espera mucho: “En Francia tuve mucho ambiente de novillero y confirmé la alternativa con Sebastián Castella y José María Manzanares. Voy con mucha ilusión por lo importante que es esa tierra para nosotros, por cómo se acuerda de los triunfos y la repercusión que tiene todo lo que allí se hace. Me tomo el festival como la tarde clave que es para mí, de la que dependen cosas para el próximo año”.

-¿Qué esperas de la próxima temporada?

-Le tengo muchas esperanzas puestas. Creo que el invierno, en el campo, va a ser importante de cara a la preparación. Porque deseo que 2020 sea el año en que dé ese pasito más a este resurgimiento que he vivido en 2019.

Que así sea.

Apoderado por su espada y su muleta

A Esaú Fernández el resurgimiento le ha llegado a base de tesón y afición y sin más apoderado, se podría decir, que su espada y su muleta. Pues nadie ofició de hombre que despachase en su nombre durante esta temporada. Aunque hubo un grupo de amigos que le ayudaron y a los que el torero se siente muy agradecido, como se desprende de sus palabras: “El que más me ha ayudado durante este año ha sido José Montes, que se ha portado muy bien conmigo, pero en la misma medida que también lo han hecho otras personas como Félix Azcona”. Es de suponer que tras el buen año que ha cursado en este 2019 habrá sonado el teléfono: “Sí. Se ha dado también el caso de que algunas de esas personas que me han llamado interesándose por mi situación no sabían que estaba sin apoderado y se han sorprendido de que así sea por el número de festejos que he toreado”. La tanda de agradecimientos de Esaú no finaliza en los nombres antes citados, también incluyen a: “Mis padres y mi mujer, María, que es mi pilar. Así como a los ganaderos y a mi cuadrilla, tanto a los hombres de a pie como a los de a caballo, que me han ayudado mucho en este tiempo”.

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando