Escucho a ganaderos serios que conocen perfectamente qué es picar, no triturar, a un toro en un tercio de varas (y de quites habría que añadir y exigir) que hecho con torería, medida, conocimiento y emoción es una maravilla. Pero al revés es una carnicería que puede hasta acabar con el espectáculo. Es mucho mejor lo que sucede en la Francia taurina.
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