Harto de mentiras, expongo lo siguiente: que no trago, que abandono las posiciones de cautividad social/política que nos invaden. Que nos embargan hasta nuestra propia personalidad. Después del despilfarro hortera que llaman Goyas del Cine, abandono definitivamente el bienestar de quien calla. No estoy en contra de que se subvencione al cine. En absoluto. Pero que desde ese sector subvencionado y desde quienes donan ese dinero se acuse al toreo de ser pagado y no ser cultura, hace que me declare en estado de excepción.
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