Con las gentes del campo en la calle, la ciudad reacciona en una reacción que tiene visos de matar aún más al campo. De hecho, creo que hace mucho tiempo lo urbanita lo es en oposición a lo rural. De otra forma, lo urbanita se reafirma sólo si lo rural desaparece. Ninguna medida que venga de la ciudad va a hacer que se cumplan los pasos estadísticos de este y otros gobiernos: dentro de veinticinco años en la España rural sólo vivirá el 9 % de los españoles. Y de ellos, más del 80 % tendrá más de sesenta años. Y, lejos de olfatear una solución para este drama nacional, creo que desde lo urbano ya se enterró al campo.
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