COLOMBIA

Arcila triunfa con contundencia en la penúltima de Bogotá

El manizaleño corta tres orejas; Moreno Muñoz y David Martínez, sin suerte
Paulo Andrés Sánchez Gil
domingo 01 de marzo de 2020

Fotos: RODRIGO URREGO B.

Tres orejas cortó el torero manizaleño José Arcila esta tarde, y salió a hombros conquistando a la afición que llegó en menos de media plaza a la Santamaría bogotana.

Y es que, aunque sin la imponencia del faenón de Manizales, manejó los tiempos con un poso que parece haber incorporado definitivamente a su tauromaquia. Al primero de su lote aplicó mano baja y trazo largo con la derecha, pero faltó ligazón, porque procuró más empaque que mando. El toro fue noble y su docilidad fue condición derivada de la poca fuerza, sin embargo no sacó fondo porque Arcila no lo exigió. La faena tuvo virtudes, y la mayor de todas fue el estoconazo con que fulminó al toro, también tuvo vacíos y por eso las dos orejas fueron generosas, aunque más dispar que el encierro es el criterio de este presidente.

Al cuarto lo toreó con una fórmula similar, faltó quietud y ligazón al conjunto que de nuevo tuvo estética. El tercio de capa, para el tendido. Valió la media. Salió cogido James Peña del primer par de banderillas. De los poderosos doblones del inicio pasó a la duda, y otra vez el efecto sin ligazón; también la pausa, y el dominio de los tiempos. Sufrió una fuerte voltereta pero volvió a la cara del toro sin perder la compostura. Ese detalle es el que cobra mayor valor, el poso, al que si sumamos la buena estocada nos presenta un resultado más equilibrado.

El contraste de la triunfal tarde de Arcila fue el trío de mansos con el que pechó Moreno Muñoz. Ni el de regalo funcionó. Se rajaron no más sentir el primer toque de muleta y dejaron sin opción al torero. Al tercero intentó torearlo por abajo y someterlo pero el intento fue vano. La bella lámina del quinto fue anécdota, ante los tres avisos que marcaron con más pena que gloria el regreso de Moreno Muñoz a La Santamaría. Y confiando en que la disparidad del encierro le diera opciones con el sobrero, pidió autorización al palco para lidiar el séptimo de regalo. Pero la suerte le dio la espalda, y ni la persecución por el redondel taparon la mansedumbre del regalito. Y para completar el infortunio que lo sacó de sitio, otro fallo a espadas a punto estuvo de hacerle escuchar el tercer aviso de nuevo. Pero el último bajonazo pescuecero terminó por hacer doblar al toro.

Confirmó David Martínez con el más encastado del encierro, al que dejó pasar. Como no lo mandó y lo toreó con intermitencias, el conjunto finalmente no valió lo que el toro mereció. Pero de ello se percataron público y presidencia y la vuelta al ruedo al toro fue el justo balance de la confirmación.

Al sexto, que lanceó correctamente a la verónica, lo adornaron las banderillas de un vibrante y simbólico tercio de banderillas al que Martínez invitó a Carlos Garrido y Ricardo Santana, los que en su concepto y el de la afición, son dos de los mejores subalternos de Colombia, era la corrida del orgullo colombiano y el gesto de Martínez lo reflejó, sin embargo no le alcanzó para tapar la falta de dominio en la faena, que terminó por tapar la clase del toro, que en los escasos muletazos bien compuestos dejó ver que había que plantarle cara con más mando y más sitio, que también faltó en la suerte suprema y un pinchazo bajo acabó por ayudarle a evitar un sainete.

Bogotá (Colombia), sábado 29 de febrero de 2020. Penúltima de la temporada. Toros de Vistahermosa, dispares de presentación, peso y comportamiento. El primero de nombre “Alosnero” de 456 kg. fue premiado con la vuelta al ruedo. José Arcila, dos orejas y oreja; Moreno Muñoz, silencio, leves pitos y silencio; David Martínez, que confirmaba alternativa, silencio y silencio. Entrada: menos de media

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