El maestro Paco Camino fue homenajeado este martes en el Colegio Mayor San Pablo de Madrid, sede del Círculo Taurino Universitario Luis Mazzantini. El emotivo acto estuvo dirigido por el presidente del círculo, el profesor Javier López Galiacho, quien definió al Niño sabio de Camas como: “Es una leyenda viva del toreo. Un torero que debe ser un ejemplo para la gente joven. Su forma de torear ha marcado nuestras vidas”, y añadió una reflexión desarrollada en su libro De frente, en corto y por derecho: “El toreo es una escuela de vida. En el ruedo se produce una metáfora de todo lo que una persona puede vivir en su día a día como el miedo, el fracaso, el éxito, la capacidad de decisión, el esfuerzo, etc”.
Carlos Abella fue el encargado de recorrer los momentos taurinos más relevantes del “Mozart del toreo”, como él mismo lo bautizó en ls biografía publicada en 1994: “Hace 25 años tuve el privilegio de escribir la biografía de Paco Camino. En largas conversaciones me habló de su amistad con Diego Puerta y con El Viti. Pude descubrir que, tras Manolete, fue el gran consentido de La México y todo un ídolo en el país. Camino ha pasado a la historia del toreo por reinventar la chicuelina, por ser un muletero muy poderoso, por tener un sentido del adorno justo: el pase de la firma, el trincherazo, el cambio de mano y el desplante. Demostró tener una cabeza privilegiada. Además, fue el torero que más despacio ha matado de su época y de muchas épocas. Tuvo su carácter rebelde, como cuando se quedó fuera de San Isidro y mató siete toros en la Beneficencia cortando ocho orejas. Entre todos los méritos conseguidos en su vida torera, destaca que es el segundo torero que más puertas grandes de Las Ventas ha conseguido en su historia”.
Y añadió una anécdota que define perfectamente el carácter de Paco Camino: “Le pregunté por qué había vuelto a torear tras la grave cornada de Aranjuez y me contestó: porque no quiero que la historia del toreo diga que Paco Camino se retiró después de una cornada. La historia del toreo no dice eso, lo has conseguido Paco”.
El trofeo concedido por el Círculo Taurino Universitario Luis Mazzantini se denomina Premio Nacional de Tauromaquia Joaquín Vidal desde el fallecimiento del recordado crítico taurino. Su hijo, también periodista, agradeció que López Galiacho y el Colegio Mayor San Pablo mantengan viva la memoria de su padre en este premio además de tantos y tantos aficionados. En sus palabras recogió una frase de Joaquín Vidal en una de sus crónicas sobre Paco Camino: “Torea tan bien que sólo él es capaz de torear mejor la próxima vez”.
Paco Camino entró de esta forma en una nómina de personalidades premiadas impresionante: Pepe Luis Vázquez, Curro Romero, Rafael de Paula, Antoñete, César Rincón, Luis Francisco Esplá y Albert Boadella, entre otros. Tomó la palabra el maestro de Camas para expresar su agradecimiento: “Quiero agradecer este cariñoso homenaje. Hay gente que ha dicho que no he querido, a mí me han dado por todos lados pero lo único que puedo decir es que he tenido una afición desmedida, mucha más que otros toreros de mi época, porque mientras ellos estaban charlando en el callejón durante mi toro yo estaba en el burladero durante el suyo, siempre pendiente como debe estar un torero en la plaza. No necesitaba que nadie me dijera que me tenía que arrimar, lo hacía cuando lo veía oportuno. He sido un buen torero porque me he fijado mucho en el toro y he vivido para el toro. Gracias por todo”.
Abrió el acto el director del Colegio Mayor San Pablo, Carlos Gregorio, que estuvo acompañado por el director adjunto del centro, José Manuel Varela. Entre los asistentes se encontraban Cristina Sánchez, Eduardo Barajas, Carlos Fernández-Lerga, Juan Luis Galiacho, el doctor Paniagua, Francisco Camino y la mujer del homenajeado, Isabel Sánchez Flor, entre otros asistentes.
