“El arte no descansa”, ese es el lema que preside el taller de Daniel Sastre, un nuevo sastre de toreros que ha decidido comenzar una nueva etapa en este oficio artesano en el que, quienes se dedican a él, se pueden contar con los dedos de una mano. El confinamiento de todos los españoles en sus casas ante el estado de alarma por la pandemia del coronavirus no le ha afectado en su trabajo diario, pues Daniel trabaja sin descanso desde su casa, puntada tras puntada, para que los toreros luzcan sus mejores galas cuando todo vuelva a la normalidad y puedan enfundarse un vestido de luces.
Daniel está de aniversario. Cumple diez años de su alternativa. Antonio Ferrera le doctoró como matador de toros en Las Navas del Marqués, con Joselito Adame de testigo y toros de Alcurrucén. Desde aquel año empezó a compaginar su carrera taurina con la costura, realizando algunos encargos esporádicos a toreros. Tras abandonar los ruedos se dedicó de pleno a la costura, y su paso por la sastrería de la Guardia Real así como por la alta sastrería (Rafael Caballero), le dotó de la experiencia necesaria para dar el paso definitivo y volcarse por completo al toreo. La primera prenda cosida por sus manos que salió a una plaza de toros fue una chaquetilla azul turquesa y oro, estrenada por el picador Israel de Pedro en la feria de San Isidro de Madrid. Desde enero ha abierto su sastrería para toreros en la calle Austria nº 13 de Fuenlabrada (Madrid). Vestidos, capotes de paseo, trajes cortos, avíos de torear… en general, todo lo que necesitan los toreros lo pueden encontrar en esta nueva sastrería taurina. Suerte en esta nueva andadura.
