CAMADA 2020

Sobral, la belleza de una ganadería singular en el campo lusitano

Bajo la experiencia de Manuel Passanha Sobral y la juventud e ilusión de sus hijos José Antonio y Manuel Sobral Justiniano, se crían estos toros con procedencia Cebada Gago y Marqués de Domecq, cuya principal característica es la variedad de pelajes
Redacción APLAUSOS
martes 21 de abril de 2020

Fotos: Adrián Pallarés

En el término portugués de Beja, en plena región del Bajo Alentejo, pastan los toros de Sobral. Una divisa joven aunque en manos de una familia ganadera ilustre en este país, que ha retomado de nuevo su andadura en la ganadería brava bajo la experiencia de Manuel Passanha Sobral y la juventud e ilusión de sus hijos José Antonio y Manuel Sobral Justiniano. Una ganadería muy singular con procedencia Cebada Gago y Marqués de Domecq, cuya principal característica es la variedad de pelajes: sardos, salineros, burracos, carboneros… Y con una ilusión: criar el toro bravo y que emocione, pero con el que pueda triunfar el torero.

En la finca portuguesa Herdade Barbas de Lebre pastan desde hace poco más de una década los toros de Sobral, una vacada que don Manuel Passanha Sobral adquirió a Ángel Bohórquez, un ganadero gaditano que crió un toro muy particular con sangres de Cebada Gago y Marqués de Domecq, y con una característica que le diferenciaba de los demás: la variedad de pelajes. Por eso, asomarse a las llanuras de esta finca portuguesa es un regalo para los ojos del aficionado, que se encuentra con toda una paleta de pelos muy llamativa y singular. Apenas algún toro negro asoma por detrás de las encinas, toros con unas hechuras diferentes, altos, huesudos, con kilos. Estos toros negros son los que provienen del encaste originario de la familia Passanha Sobral y que Don Manuel logró recuperar con algunas vacas adquiridas a Álvaro Domecq, quien en su momento compró parte de la ganadería familiar de Condesa de Sobral. Don Manuel ha vuelto por tanto a ser ganadero después de muchos años alejado de la crianza del bravo, con la ilusión de recuperar el nombre que esta ganadería tuvo en los años 60 y 70 en España.

En la finca portuguesa Herdade Barbas de Lebre pastan desde hace poco más de una década los toros de Sobral, una vacada que don Manuel Passanha Sobral adquirió a Ángel Bohórquez

Diego Passanha, abuelo de don Manuel, fue el fundador de esta saga de ganaderos en los años 50, con ganado procedente de la viuda de Soler, origen Marqués de la Conquista (casta Jijona). En el año 1956 compró también una parte de la ganadería de Urquijo por sorteo. La mitad de la ganadería la heredó su hijo Luis, que hoy día se lidia a nombre de Passanha y cuyo destino principal son los festejos de rejones por su procedencia Murube-Urquijo. La otra mitad, que procedía de la viuda de Soler, quedó en manos de su otra hija, María Passanha, madre del actual don Manuel.

Los años 60 fueron muy exitosos pero tocaron a su fin con la llegada de la Revolución de los Claveles en 1975, cuando llegaron a ocupar la ganadería durante diez años y la familia Passanha Sobral tuvo que emigrar a España. Durante esa década mermó mucho la vacada. Fue un golpe duro. No hubo selección, no se lidiaba nada y muchos aprovecharon la coyuntura para tirar de picaresca y llevarse el ganado que quisieron sin que nadie se lo impidiese.

En 1985 Manuel Passanha volvió a adquirirla y pasó a llamarse Condesa de Sobral. Al fallecer la madre de éste en 1990 la ganadería se divide entre varios hermanos, uno de ellos, Joaquín, se queda con la divisa que, años después, vendería a Álvaro Domecq Romero y Luis Erquicia, que eliminaron todo lo anterior y fue absorbida por la procedencia Torrestrella.

A Ángel Bohórquez se le acusó en su momento de realizar monterías con los toros y aunque fue algo que negó, siempre fue defensor de legalizar este tipo de cacerías

En 2007 Manuel Passanha Sobral adquirió parte de la ganadería de Ángel Bohórquez, que la anunciaba a nombre de Herederas de Bohórquez, con procedencia Cebada Gago y Marqués de Domecq. Cabe recordar que a Ángel Bohórquez se le acusó en su momento de realizar monterías con los toros y aunque fue algo que negó, siempre fue defensor de legalizar este tipo de cacerías.

La ilusión de esta familia es volver a las ferias. Quizá no sea el mejor año para conseguirlo aunque, como muestran las fotografías de la camada 2020, sí hay toros con trapío para ello.

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando