La Pincelada del Director

No vale hacerse trampas al solitario

Es momento de tomar medidas correctoras. Exigir donde haya que exigir, unirse, apostar al realismo pero también a la calidad, adaptarse a los tiempos sin renunciar a las esencias, aparcar desencuentros, predicar cultura taurina…
José Luis Benlloch
domingo 03 de mayo de 2020

El de Les Alqueries, Molés, no hay otro, ha vuelto a la radio, no se lo pierdan, este tío no se rinde, tiene el periodismo y el curro en el ADN, le viene de origen, cosa de padres, abuelos… es justo a lo que obligan las buenas reatas de la gente de la tierra de donde salió, allí en la Plana, a la vera del Mediterráneo, crisol de culturas, romanos, árabes, fenicios… uno curra para siempre más allá de los objetivos alcanzados y hasta de la pasta que se tenga, eso es un arte, el no rendirse, mamaron la vida de esa manera, lo mismo producían las mejores naranjas, bones i dolçes, que llegaban a venderlas en Londres, Munich o donde había mejor mercado, que compraban un toro para las fiestas porque había que presumir, que para los años que no hubo precio en el campo fabricaron la mejor cerámica de Europa y la acabaron vendiendo donde las naranjas y en el resto del mundo. Y no crean que era solo cuestión del agro, que también, en esos mismos tiempos y en ese ambiente te saltaba uno de la tierra y te dirigía una tele y otra y otra, o había quien era capaz de burlar a los grises y colarse en los calabozos de la Dirección General de Seguridad viviendo Franco para entrevistar a Curro, que se había negado a matar un toro en Madrid, estoy hablando, claro, de los García Candau y sin salirnos de los mass media ahí está quien inspiró este fondillo, mi amigo/hermano Molés, que inventó un programa modernísimo en una tele que no era tal y volvió a inventar otro modernísimo en otra tele que ya era moderna, eso por no mentar a Manuel Vicent, que escribe como los ángeles, en realidad como los demonios, al que no reconozco lo mucho que nos jodía todos los ‘sanisidros’ en El País por no alegrarle… esa es la reata y la divisa: la cultura del esfuerzo que han acuñado otros prohombres de la misma tierra, los Roig, que a la vera de Les Alqueries gobiernan con autoridad y tacto de tal manera que cuando a todos nos faltan test su gente, ejecutivos, curritos, futbolistas y demás tienen test. ¡Ea, fan falta test, açí estàn! Lo dijo en la radio y pareció lo más lógico, tanto que propios y ajenos asintieron.

El marchamo de una tierra de vender naranjas por Europa a vender cerámica por el mundo, a dirigir una tele y otra y otra, a burlar a los grises o a inventar programas modernos en tiempos que no lo eran

Pero no quiero desviarme, a lo que iba, comenté en el programa de Molés a cuenta de las cábalas que nos hacemos todos, puras ilusiones, sobre la llegada de la normalidad a los toros, lo que traducido al lenguaje de siempre se refiere al momento en el que volvamos a tener temporada y ferias, objetivo sobre el que no soy muy optimista, comenté digo, aquella anécdota de los mozos de un pueblo que acuciados por la sequía acudieron al párroco para que les dejase sacar el santo para procesionarlo por el término a ver si la santa providencia les mandaba las lluvias reparadoras que salvasen las siembras, a lo que el cura, viejo y sabio que no estaba dispuesto ni a mentir ni enfrentarse a los mozos, les espetó: “¡Si queréis sacarlo lo sacáis, pero que sepáis que el tiempo no está para llover!”. Pues eso mismo, el tiempo -ni tampoco la autoridad incompetente que nos lidia- está para que nos hagamos falsas ilusiones con el toreo sino para tomar medidas correctoras. Exigir donde haya que exigir, unirse, apostar al realismo pero también a la calidad, adaptarse a los tiempos sin renunciar a las esencias, aparcar desencuentros, predicar cultura taurina… sin miedo a que caiga en el desierto de los sermones perdidos. Y en la línea de la concordia, yo no me atrevería, es un ejemplo, a oponerme radicalmente a las corridas sin público antes de ver cómo quedaban. Hacernos sostenibles. Eso es clave. O logramos ser autosuficientes o seguiremos en manos ajenas y, visto lo visto, poco amigas.

Gallardo, que es hombre práctico y decidido, está actuando en su ganadería sin remilgos, con determinación. Frente a la pena, eficacia. ¿Qué se puede mantener?… ¿Cómo se puede asegurar la calidad?… ¿Qué demanda hay?… Y en función de esos datos, actúa. Tiempo habrá para recuperar una normalidad sostenible y brillante

Estos días muchos amigos me llaman consternados por la noticia que se ha viralizado sobre mi amigo Ricardo Gallardo, que dice que va a mandar al matadero, ya lo está haciendo, setecientas cabezas de Fuente Ymbro. Él, que es hombre práctico y decidido, está actuando en su ganadería sin remilgos, con determinación. Frente a la pena, eficacia, esa es la fórmula. ¿Qué se puede mantener?… ¿Cómo se puede asegurar la calidad anterior que nos ha llevado hasta aquí?… ¿Qué demanda hay?… Y en función de esos datos, actúa. Tiempo habrá para recuperar una normalidad sostenible y brillante. Es como el podar: cuando se hace con criterio, con lo que quitas de ramas y tallos desviados das fuerza y salud para el futuro. Es lo mismo. Es lo que hacían/hacen los labradores de la Plana y Les Valls, del Camp de Túria, de La Ribera y de La Safor, y de la España que han vaciado e ignoran. En estos casos no vale otra cosa, sería como hacerse trampas al solitario.

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