La página de Manolo Molés

¿Dónde está la oficina de reclamaciones?

Manolo Molés
martes 12 de mayo de 2020

Yo no sé si esto es verdad o mentira. Lo que sí veo cada día cuando salgo a la calle en las horas que me corresponden y tengo derecho es a un montón de descerebrados, hombres y mujeres, grupos de amigos, que no se ponen la mascarilla porque no les da la gana. Este es un país en el que saltarse las normas es una clásica chulería de paletos, pero de paletos con peligro de contagiar. Este país precioso es a veces un país de cachondeo. ¿Han visto las imágenes del pasado martes de un avión de Iberia traer a pasajeros de todos los países y que te digan que venían sin medidas de seguridad? Las imágenes rompen todo cumplimiento de la pandemia e invitan al desorden. Un avión, codo a codo, lleno, con mascarillaas y a lo loco. Eso es traer la enfermedad bajo el brazo.

Maximino Pérez, empresario de Cuenca, un tío muy currante que cuida las ferias y a los abonados que tiene -5.000 concretamente-, no va a poder dar toros porque con la norma de los nueve metros cuadrados no le caben todos. Le caben menos de la mitad

Yo pregunto: ¿dónde está el medio metro o metro entero o lo que sea en ese avión de Iberia? Y como aficionado me digo: el gobierno o a quien corresponda permite ese aquelarre de contagio pero para dar toros obliga que cada aficionado tenga que estar en 9 metros cuadrados. Le digo una cosa, señor regulador: “Usted nos ha tomado por gilipollas”. Y es posible que tenga razón si la buena gente del toro no levanta una denuncia contra usted. Mire lo que provoca, señor responsable. Maximino Pérez, empresario de Cuenca, un tío muy currante que cuida las ferias y a los abonados que tiene -5.000 concretamente-, no va a poder dar toros porque con la norma de los nueve metros cuadrados no le caben todos. Le caben menos de la mitad. Para no dejar a unos en la calle y a otros en la plaza, tiene la diginidad y el fiasco económico de no dar la feria. Hay distintas varas de medir: la amplia para el Gobierno; la estrecha, para los taurinos. ¿Dónde está la oficina de reclamaciones? En el avión, como sardinas, y en los toros, más tristes que un torero al otro lado del telón de acero, que diría mi hermano Sabina.

Una mala: para ver toros el Gobierno nos confina en 9 metros cuadrados del siguiente aficionado o familiar.

Una buena: se mantienen Alejandro Talavante, en Arles, y José Tomás, en Nimes.

Otra buena: Lorca está ya recuperando terreno tras el terremoto.

Una mala: los ganaderos del bou al carrer, maltratados por la Conselleria de Agricultura. Y acusan, vaya con la peste política, a Compromís del sacrificio de 600 reses bravas y la ruina económica.

Otra buena: la cuadra de caballos de Peña cumple cien años de actividad taurina en Sevilla y en otras plazas. Empezó en 1925. Mérito familiar.

Otra de Oltra: solo ayudará a animales de consumo humano. A los toros de lidia, no. Vamos a ver. El toro de lidia es un animal perfecto para el consumo humano. ¿O usted se cree que esa carne puede infectarle de pasión por la Fiesta? Coño, estudien. Piensen.

Buena: Gonzalo Caballero vuelve al quirófano… pero tiene a don Máximo García Padrós como garantía.

Otra buena y clara: Simón Casas y Rafael García Garrido desmienten bulos. Palabras de Rafael: “Estamos unidos y a gusto”. Por supuesto, en Madrid, pero en plazas que puedan venir, también. Rumores falsos.

Otra buena: José Ramón Lozano, director de comunicación de Roca Rey.

Por los pelos: la Justicia de Aragón anula la medida que quería imponer Podemos para prohibir los animales en el circo. Y digo yo: ¿no sería más útil y conveniente para este país que se prohibiera a los políticos que solo piensan en sus ideas interesadas y absurdas? La mayoría van directamente contra la fiesta de los toros. Trabajar poco pero joder, lo que se pueda.

Muy buena: Portugal lo ha hecho mejor. Pide ahora la vuelta de los toros ¡atención! para el 1 de junio. El presidente de la República parece estar de acuerdo. Toma ya.

Una horrible: Dependemos más de la política que de la razón. Al revés sería mejor.

Otra mala: Me llaman amigos de México. Terrible. Pérdidas millonarias por no poder dar festejos que estaban cerrados.

Buenos y malos: no sabemos si Zaragoza será el gran cierre o ya estamos mudos; o si septiembre volverá a ser el mes de los novilleros; o si en Bilbao, tras las elecciones, saldrá mandando la derecha, la izquierda o a la pata coja. Hay tantas cosas en el aire… Y en un país como este, que a veces parece la casa de tócame Roque no me fío de casi nada y menos de los pronósticos de futuro. Bueno: me fío de ti, aficionado, que pasas por taquilla, que lees, que escuchas, y me jode mucho tenerte a 9 metros.

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando